miércoles, 10 de marzo de 2010

QUINTO CAPÍTULO

QUINTO CAPÍTULO CURSO DRAMATURGIA

Continuamos.

Algunos de los trabajos que me enviaron usan los sentidos pero no como una forma de comunicación de una persona o un grupo de personas a otro o a otros. Perciben olores, ven cosas, sienten que los tocan pero no como una forma para decirle algo a otro. Por ejemplo si yo fumo un puro en mi casa, esta queda apestando. Eso es olor de puro simplemente. Pero si lo hago a propósito para que mi mujer se enoje ya que no soporta ese olor, entonces sí estoy comunicando algo. Favor de hacer este ejercicio nuevamente. Si yo te doy un golpe te comunico que me caes mal. Si te golpeas por accidente esa misma zona de tu cuerpo no existe comunicación de otro contigo, fue simplemente un accidente. ¿Entendido?

Pasemos al uso de los sentidos en una obra de teatro.

Lo primero que se tiene que tener en cuenta que en el teatro existe una doble comunicación y no la simple a la que estamos acostumbrados. Una es la de los personajes entre sí y la otra es la de los personajes con el público. La primera es la misma que ya vimos. La segunda la vamos a explorar ahora mismo.

Cuando doy un taller de dramaturgia pido en esta parte que dos de los alumnos pasen al frente y se comuniquen con el sentido del tacto con el público.

Háganlo ustedes sin continuar con la lectura.

¿Ya lo hicieron? Seguramente estuvo mal. En mi clase cuando lo hago los alumnos invariablemente se tocan entre sí, se abrazan o se pegan. Su asombro es mayúsculo cuando les digo que no, que no se están comunicando con el público mediante el tacto, que se comunican con él mediante la vista y sí, con el tacto, pero sólo entre ellos dos. Pronto entienden la lección y cuando les vuelvo a pedir que se comuniquen con el público por medio del tacto ellos bajan y tocan al público, lo besan, lo acarician. Los actores que hacen teatro para niños utilizan este recurso muy frecuentemente. Durante las funciones bajan a las plateas, tocan a los niños, en ocasiones bailan con ellos o fingen que los golpean con grandes martillos de plástico. También les envían pelotas gigantescas o les avientan juguetes, confeti o cualquier otra cosa que los toque. Los niños ya están usando tres sentidos en lugar de los dos usuales en el teatro: oido, vista y tacto. En los teatros de revista no es nada raro que una corista baje y se siente en las piernas de un hombre, bese la calva de un anciano o acaricie a un joven. Me ha tocado alguna función, para adultos, donde arrojan al público condones inflados. Hace años una compañía española. Les Comediens, trajo un espectáculo que hablaba de la creación del hombre. De la parte posterior de la luneta salían hombres y mujeres totalmente desnudos que avanzaban hacia el escenario caminando o brincando sobre el público, poniendo un pie sobre la pierna o el hombro de un respetable, fingiendo caerse para que otro respetable le toque las nalgas o el sexo. En la Fura del Baus, otro grupo español, se agredía físicamente al público, se le arrojaba pintura, pedazos de un auto que acababan de destrozar ante nuestra vista. En la puesta de mi "Cupo Limitado" en la Ciudad de los Ángeles, el vómito de la anciana llegaba hasta el público logrando que éste gritara de asco.

¿Cómo se va a comunicar visualmente el actor con el espectador?

Háganlo antes de leer.

Simplemente apareciendo en escena, moviéndose, usando un vestuario determinado y un maquillaje apropiado.

¿Cómo vamos a usar el sentido del oído?

Igual lo tienen que hacer antes de seguir la lectura.

Todo el mundo puede responder a esta pregunta. Hablando, haciendo ruidos, con música. Algunos directores utilizan estos sonidos magistralmente, muchos los inician antes de abrirse el telón. Cada uno de ellos crea un ambiente. La música y los sonidos además de crear el ambiente necesario sirven para recalcar una escena, para darle importancia a un personaje. La música será fundamental en el teatro adecuado a ella: óperas, zarzuelas, operetas, comedias musicales y demás. Falta la palabra. Por el momento no la voy a tocar pues del diálogo teatral nos ocuparemos profusamente.

¿Cómo se comunica personalmente el actor por medio del sentido del oído?

¿Cómo piensan ustedes? Háganlo.



Hablando, cantando, haciendo ruidos.

Nos queda como saber utilizar el gusto y el olfato en una función teatral. ¿Se les ocurre a algunos de ustedes alguna forma?

Háganlo o escríbanlo.

Sí, así se utiliza el gusto, tienes razón: dándole dulces o golosinas a los niños, ofreciendo una copa de vino a los espectadores, repartiendo comida y, ya en teatro subido de color, permitiendo que un espectador bese o lama a la cantante de la obra o al galán de la misma.

Todos hemos asistido a alguna obra de ambiente religioso o mágico. En ellas se enciende copal o incienso lo que produce un aroma propicio. Me ha tocado asistir a alguna obra donde se utilizaron olores a quemado o a humedad. En Estados Unidos, más en el cine que en el teatro, utilizan unos cartones donde se van raspando distintos colores, al acercárselos a la nariz se pueden percibir distintos olores. “Raspe el color rojo cuando aparezca en escena el bote de basura, olerá a suciedad. Raspe el verde en la escena de la lluvia, olerá a tierra mojada" Cuando Enrique Pineda dirigió mi obra "¿Huele a gas?" que trata de gases estomacales e intestinales, probó con distintas sustancias para que toda la sala oliera a eso, a pedo. Quemó frijoles, quemó hule, utilizó combinaciones de líquidos, por fin se decidió por el ácido sulfhídrico. Con el teatro lleno a su totalidad envió, por medio de ventiladores, el aroma. Logró lo que se propuso pero también el irritar los ojos y las gargantas de los asistentes, varios de los cuales tuvieron que abandonar la sala pues se estaban ahogando.

En la ciudad de Guatemala después de un curso propuse montar mi adaptación de un capítulo de los " Hombres de Maíz" de Miguel Ángel Asturias. La puesta debería, por fuerza, utilizar los cinco sentidos en relación con el público. El capítulo habla de magia y de muertes. A la entrada del teatro colocamos incensarios con copal. Al entrar el público recibía una hoja de maíz con granos cocidos para que los comiera. Todos los asientos tenían adornos de hojas de maíz y de estas mismas se hizo toda la escenografía. Entre los espectadores se sentaron actores y músicos que tocaron instrumentos primitivos: conchas de mar, jícaras, semillas, maderas; por momentos estos mismos actores gemían, gritaban, lloraban. Durante la obra el público era tocado con hojas de maíz y con granos que arrojaban desde el escenario. El resultado fue sorpresivo para todos por el fuerte impacto que se consiguió tanto entre los actores como con el público. Me dijeron, no me consta, que una pareja colocada en la última fila se excitó tanto que se pusieron a hacer el amor ahí mismo.

Hasta aquí con los cinco sentidos. Cada vez que los enumero me hacen recordar mi niñez cuando el maestro nos preguntaba que cuáles eran.

Una tarea final, y ésta es para toda la vida: ¡ Observen continuamente a todos los que los rodean, vean cómo se visten, cómo caminan, qué se ponen encima, cómo se maquillan, cómo paladean una comida, cómo se mueven, cómo aspiran el perfume de una flor, cómo se asustan cuando van a ser atropellados y se salvan. Véanlos pelear, besarse, rechazarse! Si no observan no serán buenos escritores.

1 comentario:

  1. Limpiabotas:(elevando la voz) ¡Acérquense, venga! Por cinco euritos, reluciente dejo sus zapatitos.
    Vamos señor, acérquese y verá sus zapatos brillar.¡Acérquese!

    Señor: (se acerca) Hola, buenas tardes.

    Limpia: ¿Qué tal señor?

    Señor: Oiga, no tengo mucho tiempo, así que, por favor, dése un poco de prisa.

    Limpia: Las prisas, siempre las prisas...¡que jodidas son las prisas!

    Señor: Así es.

    Limpia: No van conmigo las prisas. De echo, paso de las prisas. Mira, (señala su taburete) aquí llevo sentado tantos años que mi culo ya ni siente ni padece. Pero de las prisas...paso. Yo atiendo a todos mis clientes bien y para eso, necesito tiempo.

    Señor: Perdone, pero yo no lo tengo. Tengo una reunión importante a la que debo acudir y pensé que se daría prisa pero sino es así....me marcho.(se incorpora levemente).

    Limpia: Vale, valeeee. Haremos el servicio rápido (empieza a limpiar)....y ¿a dónde va?

    Señor: Ya se lo he dicho. Tengo una reunión importante y además no creo que sea de su incunvencia. Por favor, limítese a limpiar y rápido por favor.

    Limpia: Es lo que echo toda mi puta vida, sabe, limpiar, limpiar y abrillantar...limpiar, abrillantar, relucir, lustrar...esa ha sido mi vida.(alzando la voz) No he hecho nada más pero lo que hago me gusta hacerlo bien.

    Señor: Oiga, sabe.. déjelo creo que.....tengo mucha prisa...¡déjelo! Tome sus cinco euros y...

    Limpia: (le corta) No he terminado mi trabajo...así que paso de sus cinco euros...

    Señor: Mira, no tengo tiempo de discutir con usted. Yo le dejo aquí los cinco euros y usted haga lo que crea conveniente con ellos.(se levanta y se va)

    Limpia: Señor, olvida su paraguas...( se lo da y se va)¡Acérquense, por cinco euritos, reluciente dejo sus zapatitos.

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