sábado, 27 de febrero de 2010

CUARTO CAPITULO

CUARTO CAPITULO CURSO DE DRAMATURGIA
Sigo recibiendo pocos trabajos hechos en casa. Repito que es importante hacer todos los ejercicios para aprender mejor.

Vimos cómo usamos los cinco sentidos en la vida común y corriente. Ahora vamos a lo que más nos interesa. Al teatro. ¿Cómo vamos a aplicar estos mismos sentidos en una puesta?

Empezaré con el primer momento, en el que se abre el telón. En menos de un minuto vamos a recibir una enorme información visual y en varios casos auditiva. Qué recibimos en los pocos segundos que tiene el primer minuto. Contesten y anótenlos para después ver si pusieron todos o al menos algunos de ellos.

Ya lo hicieron. Entonces ya pueden seguir.

Vamos a pensar en un foro a la italiana con sus cortinas y todo lo que debe de tener un teatro que se respete. Que quede claro que la comunicación será con el público y no solamente entre los actores.

Al abrirse el telón cuando se inicia la representación vamos a recibir una información mayor, en muchos casos, que toda la contenida en el resto del primer acto. Y esto va a suceder instantáneamente. Veremos una escenografía que nos hablará de una determinada época, una hora del día, una clase social, una situación, un lugar determinado. Si en el escenario aparecen personajes nos vamos a enterar de edades, clases sociales, oficios, estados de ánimo, belleza o fealdad, buen o mal gusto. Pero esto no es todo. También nos enteraremos del estilo de la obra, si va a ser realista, expresionista o impresionista. Vamos a poder juzgar a la producción, si fue la adecuada o no. Las luces marcarán tonos, atmósferas y volúmenes. Los actores usarán maquillajes para acentuar lo que nos quieran transmitir. Los colores usados serán igual de importantes: algunos nos alegran, otros nos entristecen o nos llevan, como espectadores, a otros estados de ánimo. Si al abrirse el telón vemos un campo de batalla y algunos soldados tirados en el piso ya podemos saber al tipo de obra a la que nos vamos a enfrentar, si en lugar de ellos contemplamos un cabaret y a varias coristas en trajes sugerentes, nuestro estado de ánimo será muy diferente. Si en la escenografía aparecen ventanas que parecen volar y que están mal colocadas, si los muebles son estrafalarios, si todo está pintado de rojo, de principio podremos pensar que vamos a ver una obra no realista y que muy probablemente será fársica.

Pero no solamente veremos aciertos, también podremos contemplar fallas en la escenografía, en el vestuario, en la iluminación. Si éstas son muy ostensibles no vamos a creer en nada de lo que suceda en el escenario. El primer minuto es determinante para que una obra sea aceptada o no. La impresión inicial, como sucede con la primera impresión que nos causan los humanos, es difícil de modificarla. Si es negativa puede llevar al fracaso una puesta en escena, en cambio, si es positiva, se perdonarán muchos defectos posteriores.

A continuación numeraré todo lo que puede comunicarme a mí, como espectador, el primer minuto después de abrirse el telón.

1.- Época. (Actual, siglo pasado. Siglo XXII)

2.- Hora del día. (Mañana, tarde o noche)

3.- Estación del año. (Primavera, verano, otoño, invierno)

4.- Clima. (Frío, calor)

5.- Lugar físico. (Sala, cárcel, iglesia, cantina)

6.- Lugar geográfico. (México, Japón, Sierra Tarahumara)

7.- Clase social. (Aristócrata, rico, clase media, clase baja, lumpen)

8.- Posibilidad de historia. (Si aparecen soldados será posiblemente de guerra, si aparecen monjas de cuestión religioso, si aparecen prostitutas la historia probablemente sea de violencia sexual y social)

9.- Posible género teatral.( Comedia, tragedia, farsa…)

10.- Posible estilo teatral.( Teatro realista, expresionista, postmodernista…)

11.- Tipo de producción. (Rica, pobre)

12.- Creatividad o falta de ella.

13.- Edades (Si aparecen puros viejos será de esa edad, o puros jóvenes, o niños)

14.- Sexo. (Si aparece un grupo de mujeres se pensará en una obra de ese sexo)

15.- Ambiente. (Triste, alegre, tenso, de miedo…)

16.- Arte: Belleza o fealdad. Lo estético de todo.

Vean alguna obra o piensen en ella y recuerden ese primer momento. Describan lo que les comunicó y la forma en que lo hicieron. Anótenlo.
Continuemos. ¿Con qué medios los artistas nos pueden comunicar todo lo anterior?
¿Con la escenografía? Muy bien, con qué más.
Todo lo anterior se puede conseguir con:
a) la escenografía
b) la utilería
c) la iluminación
d) el vestuario (actual, de época, especial)
e) los accesorios (joyas)
f) el maquillaje (el exceso de maquillaje lleva a una sola expresión como puede ser la de tristeza o alegría. Está muy cerca de la máscara)
g) el color
h) los efectos especiales (lluvia, humo, rayo lasser)
i) el atrezzo
j) Sombreros y zapatos (Cascos militares, sombrero de copa, sombrero de plumas, penachos, botas, huaraches, tenis).

Ahora piensen en una posible obra que tengan ustedes en mente y anoten junto a cada uno de ellos lo que ustedes usarían para dar la información necesaria al público.



Ej:
k) la escenografía. Una sala con muebles, lámparas, alfombras.

l) la utilería: Ceniceros, floreros, flores.

m) la iluminación: Cálida .

Etc. Continúen o más bien pongan lo que se les ocurra para hacerlo bien.

n) el vestuario

o) los accesorios el maquillaje el color

p) los efectos especiales

q) el atrezzo

r) Sombreros y zapatos

Espero sus trabajos en el blog de Josu. Gracias. Tomás

lunes, 22 de febrero de 2010

TERCER CAPITULO

TERCER CAPITULO CURSO DRAMATURGIA


Recibí muy pocas respuestas a las preguntas y a las ejercicios que pido. Ojalá y esto mejore pues es una forma de aprender importante.

Entre las respuestas hablan de colores, de silencios y de alguna otra cosa para lograr la comunicación humana. Y sí, tanto uno como otro nos comunican algo. ¿No se les ocurre algo más? ¿Han pensado que al despertar y oler el café y lo que les prepara su mujer de desayuno les está comunicando que los quiere, que se preocupa por ustedes? ¿Una caricia o un golpe no les comunica nada?

Hoy vamos a ver que los seres humanos nos comunicamos por medio de los cinco sentidos y no sólo el oído, donde entra la palabra y la música, o la vista, con gestos y expresión corporal.

¿Cómo se les ocurre a ustedes que nos comunicamos por medio del olfato? Ya puse un ejemplo. Escriban algunos dos o tres más antes de seguir leyendo.

Ahora vamos con el tacto. Denme muchos ejemplos positivos y negativos de esta comunicación que es la primera que recibe el niño al nacer. ¿Ya terminaron de escribir?

Sigamos con la vista. ¿Cómo nos comunicamos con el sentido de la vista? No, no como dicen que los ojos reflejan el alma. Un ojo pelón, sin párpados, prácticamente no nos comunicaría nada o muy poco. Alguna enfermedad como la ictericia. Quizá una dirección a la derecha, a la izquierda, arriba y abajo. Si se está vivo o muerto. En el segundo caso la pupila está totalmente dilatada. Pero es todo. El ojo pelón no transmite amor ni odio o alguna otra cosa. Hagan la prueba poniéndose un antifaz y traten de comunicar algo a alguien. No van a poder. ¿Entonces cómo se logra esta comunicación?

De muchas formas. Con gestos, con movimientos, con vestuario, con joyas, con maquillaje, con lo que nos rodea. Dime cómo vistes, como caminas, como es tu casa o tu coche, que te pones encima y te diré quién eres.

El oído ya lo vimos, nos falta el gusto. ¿En qué forma nos comunicamos con el gusto? Dímelo por escrito.

Y sí, nos comunicamos dándole a la otra persona algo que le guste de sabor como puede ser un postre o una copa de vino. También permitiéndole que nos lama nuestra piel. Suena muy erótico pero así es. Unos somos salados, otros tenemos otros sabores. Existe una canción que se llama “Sabor a mí” ¿La conocen?

Bien, ya tienen los cinco sentidos funcionando. Quiero muchos ejemplos de ellos, los más que puedan.

Y sigo con mi texto del manual de dramaturgia.

Ya terminaron? Vamos con el segundo ejercicio. Ahora traten de comunicarse con señas, con gestos, con expresión corporal. Si encontraron cincuenta sonidos de comunicación al menos deben de encontrar más de cien movimientos. Les daré algunos ejemplos antes de que me los pidan: Cerrar un ojo, sonreír ampliamente, mover la cabeza para decir sí o no, llevar el brazo hacia atrás para mentar la madre, decir adiós con la mano, cruzar los dedos para desear suerte, poner dos dedos en V para proclamar victoria, sacudir todo el cuerpo por el frío, cruzar una pierna marcando un número cuatro con la otra para demostrar que no se está borracho, poner una mano sobre el corazón. ¡Continúen ustedes!... ¿Fue todo lo que se les ocurrió? ¿No saben cómo decir a la distancia que les hablen por teléfono, que tienen ganas de ir al baño, que quieren bailar o jugar futball, decir de aquel que está loco, poner un dedo sobre la boca para imponer silencio, decirle con las manos a Juan, nuestro compañero que siempre llega tarde, que es un güevón? ¿No conocen signos obscenos? Ahora viene lo difícil. La mayoría de estos signos corporales son universales pero alguno, como la mentada de madre, son locales. Si ustedes en su obra de teatro acotan que le mentó la madre, el argentino que la lea en su país o el uruguayo en el suyo, no van a saber cómo hacerlo. En estos casos se deberá anotar la descripción de ese gesto. A continuación deberán describir cinco gestos o movimientos, no importa que sean de los universales, el chiste es hacerlo. Repito que no es fácil. Tómense el tiempo que quieran. ¿Poner la mano frente al cuerpo con la palma hacia arriba? Sí, eso sirve para pedir limosna. Digan sus cinco. Al terminar, sin nombrar el signo léanselo a algún amigo, que él efectúe el movimiento tal como ustedes lo describieron y que al final les diga cuál es. Se van a equivocar una y otra vez. Al final saldrán victoriosos.

Seguiremos con un nuevo ejercicio. Unan el movimiento con el sonido. Esto en la vida diaria es más común. Sí, pongan un dedo sobre la boca y hagan el sonido shhh para indicar silencio. ¡Continúen! Bien. El último ejercicio de esta serie. Se trata de unir el sonido, el movimiento corporal y la palabra. Sí, los tres. Eso es lo que tú haces todos los días y a todas horas. ¿Aplaudir y gritar bravo? Es un buen ejemplo. Lleguen a veinte por lo menos.

Todo lo visto hasta este momento es lo que la mayoría de las personas creen que usamos los seres humanos para comunicarnos y que no existen otros medios. Sonidos, palabras y movimientos, todos ellos usados profusamente en el teatro. Pero faltan, faltan muchos otros. ¿No lo creen?

Los seres humanos nos comunicamos CON LOS CINCO SENTIDOS. Así, con mayúsculas, para que no se les olvide. Con los sentidos nos comunicamos o se comunican con nosotros. ¿A cuál pertenecen la palabra y los sonidos? Por supuesto que al sentido del oído. ¿Y los gestos? Los gestos...Después se los digo. Prefiero ir por partes y ver uno a uno de nuestros cinco sentidos. Al terminar de conocer cómo los utilizamos en la vida común y corriente veremos el modo de utilizarlos en el teatro.

Empezamos con el sentido del oído. Por este sentido se comunican con nosotros con palabras, con sonidos, con ruidos. Nosotros hacemos lo mismo. A la novia le llevamos una serenata, nos ponemos rojos de coraje cuando nos tocan el claxon varias veces, decimos un poema, contamos una mentira. Nuestra comunicación será positiva o negativa. Un insulto será negativo, una palabra de aliento será positiva.


El segundo sentido es el tacto. Un sentido que utilizamos cada vez menos y que es tan importante. A la mujer que amamos la acariciamos, a nuestros hijos les hacemos piojito, a nuestros amigos les palmeamos en la espalda. A los enemigos los golpeamos, los cacheteamos, los pellizcamos, los mordemos. ¿Pero a los demás? A esos no nos atrevemos a tocarlos, menos lo hacemos en las grandes ciudades. Si toco a otro hombre van a pensar que soy maricón, si toco a una mujer, ésta me va a dar una cachetada o me va a insultar. Así que mejor no toco a nadie. ¡Craso error! Al nacer el ser humano tiene un contacto físico total con la madre. Esta lo toca y le acaricia todo su cuerpo, otras colocan el cuerpo desnudo de la criatura sobre su pecho desnudo. Esta es la primera manifestación de amor que entiende el niño, y no sólo de amor, también lo es de protección. Conforme va creciendo las caricias empiezan a disminuir para casi desaparecer en la adolescencia. Ya el padre no acaricia al hijo varón. Al llegar a la vida adulta los acercamientos táctiles han desaparecido casi en su totalidad. Y con esto último perdemos una de las formas más efectivas de comunicación que existen. Tomarle la mano a alguien en un momento de pena será mucho más efectivo que decir mil palabras. Un apretón de manos, un abrazo, una caricia en el rostro, un pellizco de broma, una palmada, una nalgada, un beso, el caminar tomados de la mano o del brazo, el sentir a un futuro bebé tirando patadas al poner la mano sobre el vientre de la embarazada, son formas positivas de comunicación. Negativas son lo que ya dije antes: el golpe, la cachetada, la herida, el jalón de cabellos, una quemadura, etc. La máxima comunicación táctil es el acto sexual, la más negativa es dar muerte a otro con nuestras manos.

Ahora el ejercicio. Pónganse en círculo y tóquense. Tóquense positiva y negativamente. No teman, no se van a volver homosexuales o lesbianas. Toquen para ver si su compañero tiene fiebre, díganle con las manos que no se preocupe, que ya todo pasó; felicítenlo por el premio que le dieron, demuéstrenle su enojo por haber tomado un libro sin autorización.

Continuemos con el olfato. ¿Cómo se les ocurre que nos podemos comunicar con este sentido? Es muy fácil. Con olores. Un perfume de mujer nos comunica que ella nos quiere ser grata o deseable, el olor a una buena comida le dice al marido que su mujer lo ama, un olor a café puede decir al amigo que se le estima. El sentido del olfato es otro que estamos perdiendo a pasos agigantados. La propaganda comercial nos dice que no debemos oler a nada, que el que tenga algún olor es un ser sucio y despreciable. Y así inventan desodorantes para todo el cuerpo, para la casa, para el coche, para la fábrica, para el cine, el perro y el gato. ¡Nada de oler, ni siquiera las flores, para eso las hacemos de plástico! Y este es otro de nuestros grandes errores modernos. Los animales, y nosotros seguimos siéndolo, animales racionales, pero animales, tienen este sentido muy desarrollado, con el detectan alimentos, peligros y aventuras, pero sobre todo detectan a las hembras que están en celo. El olor humano es igual de excitante que el olor que despiden los animales. Es un componente indispensable de la relación sexual. Al perderse estamos propiciando la impotencia o al menos la disminución del placer sexual. ¿Olores positivos? Ya dije que el olor propio del cuerpo, el perfume, la comida, el café, el pan recién sacado del horno, las frutas, las flores. ¿Olores negativos? Todo lo que se pudra. El olor a vómito, a pedo, a sudor rancio, a comida pasada, a mugre, a encierro. Todos estos olores nos comunican cosas ingratas. En broma suelo preguntar a mis alumnos que cuándo nos gusta el olor a pedo. Todos contestan que nunca. Mentira, les digo. El olor a pedo les gusta cuando el pedo es de ustedes mismos, tanto es así que hasta le dan el golpe.

¿Y el gusto? Con él también nos comunicamos y se comunican con nosotros. Una sabrosa comida nos dice mucho de nuestra compañera, una copa de cognac algo de nuestros amigos. Con unos chocolates trato de convencer a una secretaria a que me de una cita con su jefe. Ya con fines eróticos el lamer la piel de nuestra compañera nos dice mucho de ella. Por algo existe esa canción titulada " Sabor a mí ". Los sabores negativos también nos comunican muchas cosas. Ahí está lo que te mereces, nos dice nuestra esposa, al colocar bajo nuestra nariz una comida con mal olor, quemada, apestosa ¡ Fuchi!

Falta la vista, el más importante de lo sentidos de comunicación. Sí, leyó usted bien, el más importante, más que la palabra o algún otro. ¿No lo cree? ¿Tú tampoco? Pues así es y se los voy a demostrar. Pero primero vamos a ver cómo nos comunicamos con la vista. ¿Será haciendo ojitos, viendo feo, poniendo ojos a medio morir? ¿Qué dices? ¿Que cerrando un párpado o poniendo ojos de enamorado? Perdón, no oigo bien. ¿Lanzando miradas que matan? Sí, pero no por lo que tú crees. Comunican los gestos, que eso son todos los que dijiste antes. Si piensas que con la pura mirada puedes comunicar algo te pido que te coloques un antifaz y trates de comunicar algo con el puro ojo. Verás que nada logras, cuando mucho podrás indicar una dirección desviándolo hacia un lado u otro. En cambio el gesto si nos comunica por medio del sentido de la vista. Nosotros vemos a los demás hacer un gesto y lo interpretamos. Lo mismo harán ellos si nos ven a nosotros. La famosa mirada que mata no es más que un gesto que consiste en fruncir la cejas, arrugar la frente, poner la mirada fija, abrir los párpados, apretar la boca, distender las aletas de la nariz, palidecer la piel del rostro y sudar algunas gotas. Sin efectuar todos estos actos no existe la mirada fatal. Los seres humanos nos vestimos, nos arreglamos, nos pintamos, nos hacemos cirugías plásticas, adelgazamos, nos ponemos todos los maquillajes del mundo, arreglamos nuestra casa y nuestro auto para demostrar algo a los demás, para decirles que somos jóvenes, bellos, simpáticos, ricos, sexis, inteligentes, poderosos. Otras veces ponemos cara de pena, escondemos nuestras joyas y nos subimos al Metro para decirle a nuestro amigo que nos perdone nuestra deuda, que soy pobre y no le puedo prestar, que apenas y alcanza para mi familia y para mí. Así ponemos cara de enfermo para que el médico nos dé más días de incapacidad, o sacamos a relucir nuestra verdadera edad para que nos apapachen; también ponemos cara de conquistador, de los que dicen con su actitud “¿No quieres conmigo? Mira lo que te estás perdiendo”. Le ponemos un gesto agrio a nuestro yerno o a nuestra suegra. Sonreímos ampliamente a nuestros jefes, a los periodistas, a los que nos pueden dar cualquier cosa. Yo me dejo el pelo largo, me hago colita y uso arete para que vean que todavía soy joven, que soy de la onda, de la ondiux; yo me visto recatado para que no me falten al respeto.

Al ver por primera vez a una persona, y sin necesidad de que nos la presenten o que hable, nosotros nos vamos a enterar de muchas cosas de ella, como son su edad, su sexo, si es fea o hermosa, si es pobre o rica, si es educada o grosera, si viene a pedir algo, si es simpática o no, si es alta o chaparra, si no es amanerada, si está enferma. En segundos podemos decir si es mexicana o extranjera, si tiene o no buen gusto. Al abrir la puerta de nuestra casa, y al encontrarnos con un extraño, sabremos inmediatamente si le vamos a sonreír o le vamos a cerrar violentamente la puerta, si le vamos a hablar de usted o de tú, si lo vamos a invitar a pasar o lo dejamos en la calle. El, al vernos, también puede saber, mediante un juicio que hace de nosotros, qué nos va a decir: " A este buey me lo hago pendejo" o " Con éste no se va a poder". La información que recibimos por la vista es inmediata y generalmente verídica. La palabra oculta, engaña; la vista, no. Por teléfono yo puedo decir al que me quiera encontrar por primera vez en un determinado lugar que soy joven, alto, bien parecido. Al verme descubrirá que nada de eso es cierto. Dicen, y dicen bien, que una imagen vale por mil palabras. Volvamos a la práctica. El siguiente ejercicio lo deben hacer en grupo. Seleccionen a una persona, de preferencia desconocida y colóquenla en el centro. Examínenla y después digan todo lo que les comunicó por medio del sentido de la vista. No dejen de fijarse en todos los detalles: zapatos, limpieza de uñas, su actitud personal, si se mueve o está inmóvil, si usa anillo de casado, si trae alguna imagen religiosa, etc. etc. Digan si les gustó, si desearían acostarse con ella o él, si les produjo un sentimiento de protección, si creen que es inteligente. Compárenlo con otras personas que pasen al centro. Vean la enorme diferencia entre un joven y un viejo, entre una persona segura y otra insegura, entre una bella y una fea, entre un rico y un nuevo rico. No tengan miedo a decir lo que les comunican. Si la chava que pasen al centro trae una blusa muy ajustada y se arregla muy sexi, por más decente que diga ser, lo que hace es estar provocando y ustedes se lo pueden decir. También le pueden decir a "ese" que sus cadenitas de oro, su Rolex y su teléfono portátil que trae son para apantallar, pero que a ustedes.... ¡No, eso mejor no se lo digan! También es útil que tú mismo pases al centro para que te examinen los demás. Vas a llevarte alguna sorpresa al saber cómo te ven. ¿Qué nadie quiso hacer este ejercicio contigo? Fácil, sal a la calle y fíjate en la gente que pase frente a ti, júzgalos según lo que te comuniquen: éste debe ser carnicero por la fachas, esta mujer debe traer la regla por el modo de caminar; esta, estoy seguro, se acuesta con su jefe, esta vieja es una mocha hipócrita, esta está hecha un cuero, con esta mejor no me meto, esos que vienen ahí se me hace que son ratas. En ese momento más vale que te metas a tu casa.

Sigue otro ejercicio. Colócate frente a un compañero o compañera, hagan gestos y movimientos de comunicación. Si no consigues con quién hacerlos, lo que espero no te suceda, entonces ponte frente a un espejo grande. Vamos a ver...¡ Una sonrisa, una cara de enojado, estás hasta la madre, qué cuete me cargo, me gustas, me duele, estoy tristísimo, se me apareció un muerto. Saca la lengua, infla los cachetes, muestra los dientes, frunce las cejas, tuerce la boca, levanta una ceja, haz un violín con tus dedos en la nariz, haz un gesto de asombro, pon cara de orgasmo, muestra que te estás orinando, que no vienes borracho, que eres muy formal o muy tímido! Bien, es necesario practicar los otros sentidos. Búscate un compañero. ¿Ya? Empecemos, o más bien sigamos, con el sentido del gusto. ¡No! No te lances a lamer a tu compañero de inmediato. Primero dale un dulce, convídale un cigarro, invítale a comer algo sabroso, haz que pruebe un licor. Ahora el beso. ¿A qué te supo, qué te comunicó? ¿Qué? .Mejor sigamos con el tacto. Tócalo en el hombro para llamarle la atención, dale la mano, apriétasela con efusión, dale un abrazo de bienvenida, felicítalo por su cumpleaños, juega con su cabello, dale un beso en la mejilla, un pellizco de broma, una nalgada cariñosa, acaríciale la cara, las manos, los brazos, los...Ahora camina con tu pareja tomados de la mano o del brazo, dale un empujón, juega una lucha libre, manoséala, dale una cachetada para que no te ande faltando al respeto, agárralo a golpes, acarícialo para que se le quite el dolor, llora abrazado a él. Vamos a practicar el olfato. Llévale a tu pareja una taza de aromático café, báñate con esas sales tan sabrosas, huélele el cabello, aspira el olor de la comida que te ofrece tu peor es nada. ¿Qué te parece el olor de este brandy? La palabra, los sonidos y la música no se necesitan practicar pues los usamos en nuestra vida diaria continuamente. Los otros sentidos también los usamos, qué conste, pero la palabra es la única que utilizamos conscientemente para comunicarnos.

¿Qué es lo que dices? ¿Que todo esto ya lo sabías, que hasta los niños lo saben? Sí, los niños lo saben y lo saben mucho mejor que nosotros. Ellos no han dejado de tocarse por miedos o tabúes, ellos se echan un pedo tranquilamente, ellos viven divirtiéndose a costa de los demás, viendo sus defectos. Ellos disfrutan intensamente de los sabores y olores, juegan con mímica, hacen todo tipo de ruidos, se dicen verdades con la palabra. Nosotros no, nosotros vamos aprisionando cada vez más a nuestros sentidos hasta que dejamos de utilizarlos.

Si tienen alguna duda no dejen de escribirme y ¡Hagan los ejercicios!

Tomás

domingo, 14 de febrero de 2010

SEGUNDO CAPITULO

SEGUNDO CAPITULO

Recibí ocho respuestas a la pregunta qué es el teatro. Todas interesantes. Uno solo me dio ejemplos de comunicación por medio de los sonidos, ruidos y palabras. Espero que aumenten las respuestas. Repito, los ejercicios pueden parecer muy simples pero son necesarios para afirmar conceptos.
Y sí, el teatro es todo eso que ustedes escribieron y muchas cosas más. Pero esencialmente es una forma de comunicación humana, una forma artística. Por medio de él comunicamos ideas, pensamientos, sensaciones, miedos, deseos. También contamos historias que nos interesan, presentamos personajes que pueden ser nosotros mismos. El teatro es la forma más amplia de comunicación que existe, más que el cine o la televisión, ya que es una forma viva.
La comunicación puede ser positiva o negativa. El siguiente ejercicio que deben hacer es comunicarse con sus amigos o familiares de estas dos formas y al hacerlo ver su respuesta. Pueden decirle positivamente que qué bien le quedó el guisado el día de hoy, que qué guapa está, que su idea es formidable, que la invitas al cine, que la felicitas por cualquier cosa. O bien, negativamente, dile que no te quite más el tiempo, que si no se puede arreglar aunque sea un poco, que de dónde sacó esas ideas tan estúpidas. Háganlo varias veces. Con sonidos positivamente es poner música agradable y negativamente ponerla a todo volumen.
Ahora vamos con la siguiente forma de comunicación. ¿Además de la palabra, sonidos y ruidos, cómo piensan ustedes que nos comunicamos los seres humanos?
Sí, tienen razón, nos comunicamos con el cuerpo, con la expresión corporal que incluye señas, gestos, movimientos.

Vamos con el segundo ejercicio. Ahora traten de comunicarse con señas, con gestos, con expresión corporal. Si encontraron cincuenta sonidos de comunicación al menos deben de encontrar más de cien movimientos. Les daré algunos ejemplos antes de que me los pidan: Cerrar un ojo, sonreír ampliamente, mover la cabeza para decir sí o no, llevar el brazo hacia atrás para mentar la madre, decir adiós con la mano, cruzar los dedos para desear suerte, poner dos dedos en V para proclamar victoria, sacudir todo el cuerpo por el frío, cruzar una pierna marcando un número cuatro con la otra para demostrar que no se está borracho, poner una mano sobre el corazón. ¡Continúen ustedes!... ¿Fue todo lo que se les ocurrió? ¿No saben cómo decir a la distancia que les hablen por teléfono, que tienen ganas de ir al baño, que quieren bailar o jugar futball, decir de aquel que está loco, poner un dedo sobre la boca para imponer silencio, decirle con las manos a Juan, nuestro compañero que siempre llega tarde, que es un güevón? ¿No conocen signos obscenos? Ahora viene lo difícil. La mayoría de estos signos corporales son universales pero alguno, como la mentada de madre, son locales. Si ustedes en su obra de teatro acotan que le mentó la madre, el argentino que la lea en su país o el uruguayo en el suyo, no van a saber cómo hacerlo. En estos casos se deberá anotar la descripción de ese gesto. A continuación deberán describir cinco gestos o movimientos, no importa que sean de los universales, el chiste es hacerlo. Repito que no es fácil. Tómense el tiempo que quieran. ¿Poner la mano frente al cuerpo con la palma hacia arriba? Sí, eso sirve para pedir limosna. Digan sus cinco. Al terminar, sin nombrar el signo léanselo a algún amigo, que él efectúe el movimiento tal como ustedes lo describieron y que al final les diga cuál es. Se van a equivocar una y otra vez. Al final saldrán victoriosos.
Seguiremos con un nuevo ejercicio. Unan el movimiento con el sonido. Esto en la vida diaria es más común. Sí, pongan un dedo sobre la boca y hagan el sonido shhh para indicar silencio. ¡Continúen! Bien. El último ejercicio de esta serie. Se trata de unir el sonido, el movimiento corporal y la palabra. Sí, los tres. Eso es lo que tú haces todos los días y a todas horas. ¿Aplaudir y gritar bravo? Es un buen ejemplo. Lleguen a veinte por lo menos.
Todo lo visto hasta este momento es lo que la mayoría de las personas creen que usamos los seres humanos para comunicarnos y que no existen otros medios. Sonidos, palabras y movimientos, todos ellos usados profusamente en el teatro. Pero faltan, faltan muchos otros. ¿No lo creen? Díganme por escrito cuáles son.

martes, 9 de febrero de 2010

PRIMER CAPITULO.

PRIMER CAPITULO.

Regresé de Cuba y ya es tiempo de empezar el taller de dramaturgia. Desde el principio avisé que nunca lo he dado por este medio así que yo voy a aprender también. Personalmente lo he dado en muchos países y muchas veces. Cuando lo hago frente a los alumnos procuro que en todas las clases tengamos una comunicación continua. Los ejercicios son por escrito pero también activos. Muchas veces los alumnos pasan al frente a improvisar algún ejercicio sobre el tema que estamos tocando. Hablamos, gritamos, cantamos, nos movemos. Ahora todo esto lo tendrán que hacer ustedes en su casa y de preferencia frente a otras personas. Si le formulo una pregunta deben responderla por escrito y enviármela antes de continuar con la lectura y saber la respuesta. Mi experiencia me señala que se aprende mucho más haciendo los ejercicios tanto escritos como físicos que solamente leyendo el manual. Así que les pido sigan las indicaciones y hagan los ejercicios y las tareas como se indican por muy inocentes que parezcan. Todo tiene su por qué.
Por más que hablemos el mismo idioma habrá muchas diferencias entre ustedes y nosotros, cualquier duda a palabras, frases o de cualquier otro tipo favor de consultarlas conmigo.
Para iniciar les envío el preámbulo y una nota de un buen escritor mexicano sobre el manual.

El presente manual de dramaturgia está basado en las enseñanzas personales de Hugo Argüelles y Vicente Leñero, en textos de Luisa Josefina Hernández, Rodolfo Usigli, Juan Carlos Gene, Claudia Cecilia Alatorre, E. Bentley, Virgilio Ariel Rivera y en textos de muchos otros autores y dramaturgos. Se basa también en lo aprendido en la práctica teatral y en la de la enseñanza, y por último, en mi propia experiencia.
El teatro, como la vida, es cambiante, no puede quedar constreñido a unas cuantas teorías o métodos. El material que presento no es el único que existe ni da la última palabra en ninguna de sus partes. El teatro debe ser subversivo, su obligación es la de romper todo tipo de reglas. Las de este texto también deberán ser rotas y olvidadas por el verdadero creador, pero mientras esto sucede les servirán de base para iniciarse en este difícil arte.


MANUAL DE DRAMATURGIA

A partir del Concurso para nuevos dramaturgos, "Salvador Novo", convocado por Editores Mexicanos Unidos y Sonia Miró hace casi diez años, se renovó el interés por escribir teatro y la producción dramatúrgica tomó rumbos refrescantes, tan inesperados que tomó por sorpresa a algunos directores y funcionarios. Más tarde, SOGEM abre la primera escuela de escritores en el D F y luego en varias ciudades de la república. Y hoy la dramaturgia ya es una materia que va más allá del análisis de textos; y que resulta de interés para coreógrafos, actores y otros creadores escénicos, así como al público interesado en comprender y apreciar mejor el teatro, sus ideas, sus temas y sus personajes.
“A escribir no se enseña", eso es cierto y ni modo. Pero en más de dos mil años de teatro occidental se han estudiado y seleccionado ciertas constantes presentes en obras que conservan su vigencia e interés a través de las diversas sociedades. Surgen así paradigmas o modelos propios del drama, herramientas básicas para construir una obra de teatro. Por esto, un "Manual de Dramaturgia" siempre es bien recibido ante el vacío de libros teóricos de nuestros grandes maestros. Sin duda se deben mencionar como importantes antecedentes de este trabajo: " El Arte del Drama", de Claudia Cecilia Alatorre"; "La composición Dramática", de Virgilio Ariel Rivera. Y de manera preponderante, la preceptiva del Maestro Hugo Argüelles. Pero básicamente, este "MANUAL" es producto del oficio personal y la experiencia de un autor dramático prolífico y maduro: Tomás Urtusástegui; maestro en la Escuela de Escritores SOGEM y autor de innumerables títulos, entre los que destacan: "Cupo Limitado" (88); "La duda" (9l) y " Sangre de mi sangre" (92). El autor dedica gran parte de su tiempo a promover obras de nuevos autores y en diseminar en cursos y talleres los secretos y trucos de la malicia teatral. Urtusástegui es una figura estelar de aquella "Nueva Dramaturgia" de los años 80 y actualmente uno de los autores más representados dentro y fuera de nuestro país.


JESÚS GONZÁLEZ DÁVILA.


INTRODUCCIÓN

El teatro, como muchas otras cosas de la vida, no se aprende sólo con teorías, es necesario aplicar estas. La práctica, el estar escribiendo continuamente, es desde mi punto de vista mucho más importante que cualquier otro método de enseñanza. Aprenderá a escribir teatro quien dedique tiempo a hacerlo y tenga una mínima facilidad para lograrlo. Sin esta facilidad es inútil cuanto se haga. El dramaturgo nace y se hace, ambas cosas; no basta con nacer con la facilidad, es necesario estudiar y trabajar; pero tampoco logra gran cosa el que no nace con esa facilidad a pesar de que estudie o trabaje. Pocos son los elegidos... ¿Cómo saber si se tiene esa facilidad? No existen reglas o pruebas que nos lo digan, el único modo de saberlo es ponernos a escribir, probar una y otra vez, y después de un tiempo prudente decidir por nosotros mismos si somos o no capaces de escribir un texto teatral. Si nos queda alguna duda podemos consultar a algún maestro o a gente conocedora del teatro. Por supuesto ellos pueden fallar en su veredicto. Lo que sí pido es que nadie vaya a renunciar a la primera crítica o al primer error que cometa. Los errores los seguimos cometiendo todos los que escribimos.
Acostumbro, en mis cursos, trabajar en forma práctica y teórica. Coloco a los alumnos en círculo dejando un gran espacio en el centro para que ahí se hagan representaciones o lo que sea necesario. La mayoría de las veces bastará lo que puedan hacer en su silla o banca. El que lea estos apuntes deberá, para su conveniencia, seguir los ejercicios como se plantean, deberá practicarlos una y otra vez, podrá invitar a compañeros para llevarlos a cabo en conjunto. Todos se divertirán y aprenderán de una forma más profunda que si solamente leen de corrido el texto. No es nada difícil que para muchos de los lectores lo que voy a decir sea lo más obvio o simple. No importa. Creo que todo es indispensable.

Ahora iniciamos el taller.

Primera pregunta que me deben contestar:

¿Qué es para ti el teatro?

Espero la respuesta.


TEATRO Y COMUNICACIÓN

El teatro puede definirse de muchas formas, a mí me gusta decir que el teatro es ante todo comunicación. Comunicación artística si se quiere, pero comunicación al fin de cuentas. Por medio de él nos transmiten pensamientos, ideas, sentimientos y sensaciones, nos dan información y enseñanzas, un ser humano vivo se comunica directamente con otro ser humano. Esta es una de las ventajas que tiene el teatro frente a los otros medios de comunicación. El teatro siempre es vivo y cambiante.
Pero... ¿Cómo nos comunicamos? ¿Cómo nos comunicamos en la vida real y en el teatro? ¿Tú, lector, cómo te comunicas con los demás? Si contestas que con la palabra, te diré que sí, que la palabra es uno de nuestros mayores medios de comunicación, tanto la palabra escrita como la palabra hablada y hasta cantada. Con la palabra podemos decir verdades, pero también mentiras. ¿Con qué más? Por supuesto, también nos comunicamos con la expresión corporal: señas, gestos, movimientos. Así se comunican los mimos, los sordomudos, las personas que tratan de decirse algo a la distancia. Y las que no están tan lejos también. Quién no ha guiñado un ojo o sonreído.
Sigamos, digan otra forma de comunicación. ¿Con los sonidos? ¡Perfecto! Sí, también con los sonidos. Sonidos de percusión como es el aplauso- el mejor alimento de los actores...y de los autores -. Sonidos de viento, como el chiflido. Cinco notas unidas en una corta melodía sirven para recordarnos a nuestra madrecita, esas mismas notas y la misma melodía sirve, en Sudamérica, solamente para avisar, amigablemente, que ya llegaron. Cuando doy cursos en esos países les pido que al visitar a México dejen de avisar que ya llegaron, porque en lugar de llegar se van a ir a la otra vida o al menos al hospital.
Ahora un ejercicio. El primero. Tú solo, o con tus amigos, practica diversos sonidos que comuniquen algo. Mínimo que sean veinte, aunque si te empeñas puedes hacer más de cincuenta. Todos los sonidos deberán ser fácilmente identificables para los demás y todos deberán ser de comunicación. ¿Empezamos? Bien. ¿Qué ponga un ejemplo? Bueno: El silbido a una mujer guapa, el chasquido de los dedos, el rechinar de dientes, el gua gua, el miau miau, el choque de talones, la carcajada, el aplauso, el suspiro, el llanto, la queja, el pedo. Sí, este último sonido nos puede comunicar muchas cosas, entre ellas la falta de educación. ¿Seguimos? El beso sonado, la cachetada. Pero ya basta, sigan ustedes. Cuando terminen traten de apuntar todos los sonidos que descubrieron. Siento que les faltó uno de los más importantes: la música. Con ella pueden comunicar alegría, paz, miedo, valor, amor y muchas otras cosas más.


Hasta aquí por hoy. Hagan muchos ejercicios de sonidos y palabras.


Tomás Urtusástegui
Febrero 2009

Introducción al curso. Capitulo 0

I= CURSO DE DRAMATURGIA

A todos los que se han inscrito les agradezco su interés. Es la primera vez que doy un curso por esta vía. He dado muchísimos en todo México y en el extranjero pero personalmente. Así que yo voy a aprender junto con ustedes.
Antes de empezar quiero conocerlos lo mínimo. Favor de enviarme su mail, su nombre, su edad, su actividad ya sea en estudios o trabajo, algunos rasgos de su vida: casados, solteros, machos, gays, ricos, pobres, religión, costumbres, las buenas y las malas. En fin, un leve resumen de ustedes.
Yo soy una persona ya de edad, voy a cumplir 77 años en marzo próximo. Son médico pediatra ya jubilado. Soy viudo, tengo tres hijos, dos hombres y una mujer. Tengo cinco nietos. Uno de mis hijos vive en Atlanta, Estados Unidos. No doy datos de currículo pues se les mandará uno de él a cada uno de ustedes. Tengo muchos hobbies como oír música, bailar cuando puedo, hacer artesanías, tengo siete perros y un gato. Cuido mucho mi jardín y mis plantas. Doy aparte del taller de teatro un taller de cuento. Pertenezco a distintas asociaciones culturales, ninguna política o religiosa. Mis abuelos paternos son de Villaverde de Trucios cerca de Bilbao. No conozco esa región y quiero hacerlo antes de quedar imposiblilitado o peor aún, muerto. El idioma vasco es para mí tan desconocido como el chino o el ruso. Conozco creo que dos o tres palabras: Euskadi, abur y alguna otra. Con ustedes aprenderé muchas más, estoy seguro.
Les haré una pregunta que espero me contesten: ¿Qué es para ustedes el teatro?
Si tienen algún antecedente teatral o literario háganmelo saber. Yo he escrito 324 obras de teatro, dos telenovelas, varias series de radio, tres películas, unos 250 cuentos, muchísimos artículos periodísticos, algún libro no teatral. Lo que no se me da para nada es la poesía.
Generalmente ocupo de ocho a diez horas diarias a escribir, más ahora que estoy jubilado. Me gusta mucho hacerlo. También cocino, arreglo mi casa, voy al mercado, asisto con regularidad a conciertos y exposiciones. Me encanta la música española, la zarzuela fue parte de mi niñez, me las sé de memoria casi todas. Bueno, es un decir, a mi edad ya todo se olvida. Pero las disfruto mucho.
El día 20 de este mes voy a Cuba donde estrenan una obra mía. Estaré allá diez días. El curso para que tenga continuidad lo empezaré en febrero. Ya les mandaré el programa y el método, que por supuesto podrá variar según vaya funcionando.
Por lo pronto les daré una tarea que es por vida como otras que daré después. Lean teatro y vayan al teatro. Si no leen o van jamás llegarán a ser buenos dramaturgos. Después vendrá lo principal: escribir. La mejor manera de aprender a escribir es escribiendo.
Un saludo a todos, espero su contestación a esta nota introductoria. Por cierto se debe agradecer a Josu ya que de él es la iniciativa.
Hasta pronto. En México coloquialmente decimos: ai nos vidrios.

Tomás Urtusástegui
Mi mail es urtusastegui@cablevision.net.mx