CARÁCTER
Un personaje carácter es un ser complejo, con un vicio de carácter, recurrente, con una trayectoria definida, tanático o erótico, que mueve o padece la acción, que sufre un cambio importante durante su trayectoria, que puede ser cerebral, cordial o visceral; que es contradictorio y aspira a la singularidad.
¿Muy difícil? Vamos a aclarar punto por punto. El primero es el más simple. Un ser complejo es el que no es sencillo, el que tiene muchos elementos que lo forman y no uno solo. Este concepto no creo que necesite mayor aclaración, en cambio, el vicio de carácter nos va a llevar más tiempo. El diccionario dice que vicio es un defecto o imperfección que hace que una persona sea impropia para el fin al que se destina. También que es una disposición o tendencia a lo malo. Yo diría, de manera más sencilla, que vicio es la exageración de cualquiera de nuestros gustos normales. La comida me da un gusto, si la exagero llego a la gula. El gozar del sexo es lo normal, si me vuelvo obsesivo se convierte en lujuria. El descansar es necesario y gratificante, el no hacer nada nos lleva a la pereza. Vicio es exagerar cualquier cosa, por eso nos decían nuestros padres que "cualquier exceso es malo" o que " todo con medida, nada con exceso". Lo que no sabían, o más bien lo sabían muy profundamente, y por eso tantas recomendaciones, es que cada uno de nosotros tiene un vicio y que ese vicio es el que va a marcar toda nuestra vida. En unos de forma intensa, en otros de manera ligera, pero marcados al fin y al cabo. Por eso tantas prohibiciones, tantas amenazas con el infierno. Todo inútil. Ese vicio seguirá en nosotros y es el que nos va a dar una personalidad propia. Es nuestro vicio de carácter. Algunos podremos ocultar nuestro vicio, otro no. La iglesia, siempre inteligente, supo hace muchos siglos del poder de estos vicios; para quitárnoslos o para por lo menos controlarlos, los nombró pecados. A los más frecuentes y que además eran los que más influían en el ser humano les agregó el calificativo de capitales. ¿Recuerdan los pecados capitales? Son siete: lujuria, gula, ira, pereza, soberbia, envidia y avaricia. Estos vicios son los que movían al mundo...y lo siguen moviendo. Hay muchos otros vicios, unos mayores y otros menores. Podemos nombrar entre ellos al alcoholismo, la drogadicción, el chisme, la mitomanía, el robo, el sadismo, el masoquismo, la falsa modestia, la jactancia, la pudibundez, el exhibicionismo, la intransigencia, y muchos otros. ¿Cuál es el tuyo?
Si yo, como ser humano que soy, tengo alguno de estos vicios, es casi seguro que mi vida será regida por él. Si soy goloso, por ejemplo, todo lo voy a relacionar con la comida, lo bueno y lo malo. Sufriré con la gordura, me pondré a dieta, pensaré todo el día en que voy a comer, desayunar y cenar, viajaré por el mundo para conocer restaurantes y platillos típicos, me casaré con una mujer que sepa cocinar, a mi trabajo llevaré tortas o cualquier otro alimento. Mis mayores conocimientos serán saber como se cocina tal o cual alimento, dónde se preparan las mejores tortas de chorizo de la ciudad o los mejores tacos sudados. Inútil que me digan que por mi gula me voy a enfermar, que me voy a volver diabético o hipertenso, que el dinero no me va a alcanzar si sigo comprando tantas cosas de comer, sobre todo cosas de lujo como quesos, angulas, dulces de almendra. Con mis amigos y familiares platicaré de comida, organizaré todos los eventos familiares, sociales y de trabajo en buenos restaurantes y con deliciosos platillos y...! Hmmm!, cuando esté frente al plato anhelado mi gozo será infinito.
¿Cómo es como empleado el goloso? Generalmente malo, siempre está dispuesto a dejar de trabajar para dedicar el tiempo a comer, su escritorio estará siempre sucio, con grasa. ¿Cómo es como amigo? Generalmente muy bueno, siempre estará pendiente de nuestros cumpleaños para hacer un pastel...y después poder comérselo él. A la familia le obligará a comer. Sus hijos deben ser gordos, lo que es signo de salud, según él.
¿Cuál es el motivo de que nos volvamos viciosos? ¿Será por imitación, por llevar la contraria, por enfermedad? No, lo somos por el gozo. El vicio nos produce tanto placer que nos importa poco todo lo demás: enfermedades, críticas, dolores, pobreza. Por eso lo repetimos una y otra vez. Esta repetición es lo que se llama recurrencia. Recurrencia es el tercer elemento del personaje carácter. Un gusto que no produce un placer intenso que obligue a repetirlo obsesivamente no es un vicio.
Molière, más que nadie, supo dibujar estos vicios y estas recurrencias. Su ENFERMO IMAGINARIO gozaba intensamente siendo hipocondríaco. Su AVARO llegaba al éxtasis cuando contaba sus monedas de oro.
HARPAGÓN.- (Creyéndose solo) Sin embargo, no sé si habré hecho bien enterrando en mi jardín diez mil escudos que me entregaron ayer. Diez mil escudos de oro en la casa son una suma bastante... (Aparte, viendo a Elisa y Cleanto) Oh, cielos, si me habré traicionado a mí mismo: me he dejado llevar y creo que he hablado alto al discutir conmigo mismo. (A Cleanto y Elisa) ¿Qué hay?
ELISA.- Nada, padre mío.
HARPAGÓN.- ¿Habéis oído...?
CLEANTO.- ¿Qué, padre?
HARPAGÓN.- Lo que acabo de decir.
CLEANTO.- No.
HARPAGÓN.- Sí, sí oísteis.
ELISA.- Perdóname.
HARPAGÓN.- Bien veo que habéis oído algunas palabras. Es que hablaba conmigo mismo de lo difícil que es hoy por hoy encontrar dinero, y me decía que es bien feliz quien puede tener diez mil escudos encima.
(EL AVARO, de Moliére)
¿Ya sabes cuál es tu vicio? Dilo con confianza que no te puedo escuchar. ¿La lujuria? Vaya...entonces tú eres de los que ven a sus compañeras de trabajo como futuras compañeras de cama. Eres de los que puede arriesgar la vida en manos de un marido celoso, al que no le importa contraer el sida con tal de tener una aventura. Eres de los que van al cine a ver sólo películas eróticas, que leen al Marques de Sade, que no le basta con la esposa por más guapa que esté. Que cualquier mujer... ¿Y tú, qué vicio tienes? No me digas, así que te encanta el chisme, que vives para él, qué... ¿Cómo dices? ¿Que cuánto pienso ganar con este libro, que mucho de lo que hay en él no es mío? ¡Oye, no creo que a ti te deba importar! A mí nadie me va a acusar de plagiario. Ya dije al principio que muchas ideas no son mías, que son de otros autores. Mira, sigue con tus chismes que a mí no me van a influir... ¿Qué si ya oí lo que dijo Hugo Argüelles? ...¡No! ¡No pienso seguir escuchando tus chismes! ¿Y tú, sí, tú, cuál crees que es el tuyo? ¿La soberbia? ¿Sabes que la soberbia es tratar de ser igual o superior a Dios? ¿Qué tú lo eres? Bueno, si tú lo dices. Espero que para este momento ya todos los que leen este manual sepan cuál es su vicio o pecado, llámenlo como quieran. ¿Verdad que ya todos lo saben? ¿Cómo que no? Bueno, si les cuesta tanto trabajo saberlo no tienen mas que preguntárselo a sus amigos, a sus familiares. Ellos de seguro lo saben muy bien. Casi nunca fallan: Juan es un agarrado de marca, Andrés es un hocicón, Julia es una puta, Altagracia es una vieja chismosa, Luis se la pasa pensando en quién va a llevarse a la cama. ¿.La gorda de Alicia? Esa no piensa más que en comer. No le hagas caso a Roberto, se la pasa inventando cosas. Si vieras lo que me acaba de decir de Ernesto. Ya ven, nuestros vicios se ven, se notan, se sienten. Uno es el que cree que no tiene ninguno o que tiene varios. Nadie tiene muchos, cada ser sólo tiene un vicio, lo demás son gustos, placeres.
El siguiente ejercicio sirve para conocer cómo ese vicio va a influir, positiva y negativamente, en nuestra vida. Piensen como influye el suyo en su familia, en su trabajo, en sus diversiones. Por ejemplo tú, el soberbio. ¿Qué me puedes decir? ¿Que le caes mal a todo el mundo, que no te puedes relacionar, que al sentir a todos por abajo de ti, al despreciarlos, ellos te corresponden con hostilidad? Eso es claro. ¿Y tu soberbia que te da de positivo, aparte del placer? Te da la fuerza para estudiar y trabajar y sobre todo para prepararte para ser el mejor ya que lo que dices lo tienes que probar. Logras ser el mejor empleado de tu compañía, el que más conoce en tu rama. También eres tú la persona que puede solucionar mejor los problemas por no tener temor de fracasar. Creo que puedes llegar a ser un triunfador. ¿Que ya lo eres? Bueno, felicidades.
Al conocer a fondo nuestro vicio de carácter lo podremos manejar y no permitiremos que él nos maneje a nosotros. Por eso es tan importante saberlo. Si lo conocemos nos vamos a poder explicar a nosotros mismos un poco mejor. ¿ Para ustedes cuál es el vicio de carácter de Medea?
MEDEA.- Ahora ya te descubriré mi propósito: oye, pues, mis palabras, no ordenadas para deleitar. Rogaré a Jasón, enviando a uno de mis siervos, que venga a verme, y cuando llegue, le recibiré con frases halagüeñas y le diré que me agrada cuanto ha hecho (su regio enlace y vil traición), y que es útil y bien pensado; y le suplicaré que me deje aquí con mis hijos, no con objeto de abandonarlos en este campamento enemigo y que sirvan en él de ludibrios, sino para matar dolosamente a la hija del rey. Llevarán presentes a la esposa, le pedirán que no los expulse de aquí, y le ofrecerán un finísimo vestido y una corona de oro. Y cuando se ponga estas galas, perecerá miserablemente y todos los que la tocaren: tan poderoso y eficaz será el veneno que ha de bañarla. Nada aquí me obliga ahora a disfrazar mis pensamientos; pero gimo cuando reflexiono en la atroz maldad que voy a cometer: mataré a mis hijos, nadie me los arrebatará, y después que arruine el palacio de Jasón, me iré de aquí y expiaré en el desierto la muerte de seres tan queridos, ya que he de atreverme a consumar el más impío de los crímenes.
(MEDEA, de Eurípides)
¿Y cuál será el vicio de la Señora?
SEÑORA.- Yo sólo quería conversar mientras regresan mi marido y su amigo…. ¡Ay, señor, le suplico por lo que más quiera que no nos vayan a hacer daño!
RATERO II.- Ya le di mi palabra.
SEÑORA.- Oiga, señor, ¿es usted casado y tiene hijos?
RATERO II.-Sí, tengo cinco hijos: dos niñas y tres machitos.
SEÑORA.- ¿Y quiere mucho a su mujer?
RATERO II.- Mucho, un chingo…
SEÑORA.- Señor, le puedo pedir algo…
RATERO II.- Sí.
SEÑORA.- Por favor, quite su vista de mis caderas, me pone nerviosa, siento que sus miradas suben y bajan y me acarician y me rasguñan…
RATERO II.- Le juro que no le estoy mirando eso…y con la bata ni se le notan…
SEÑORA.- Es que de todas maneras somos una hembra y un macho solos y siento cómo me llega su respiración, una nube de aire caliente y húmedo que se me embarra en la nuca. Y yo no soy de palo. Y adivino que su pecho sube y baja y sé que sus ojos están húmedos y brillantes y ensaliva sus labios y los muerde….y se soba el sexo….quizá después…no ahora…sería bochornosos que mi marido nos encontrara fornicando….pero después….yo iré con usted a cualquier hotel o a los baños públicos o a Cuernavaca…
RATERO.- II.-. No se haga ilusiones, señora….calma….no se altere.
CACOS de Tomás Espinoza.
Vuelvo a preguntar ¿Cuál es su vicio? ¿Los celos, la venganza, el crimen? Contesten ustedes. ¡Quién no tenga un vicio de carácter que arroje la primera piedra!
Veamos la trayectoria de un personaje carácter. Sus antecedentes serán muy importantes ya que son lo que van a determinar la personalidad del personaje. Estos antecedentes los podemos dividir en físicos, familiares, socioeconómicos y psíquicos. Los físicos son los que corresponden al cuerpo del personaje, a su salud: tamaño, forma, deformidades, altura, belleza o fealdad, fuerza, etc. Un ser enfermo o con algún defecto físico va a responder frente a un estímulo de una forma muy diferente a como lo puede hacer un ser bello y fuerte. Al bello se le abrirán todas las puertas, el feo tendrá que luchar para abrirlas. Los aspectos familiares y socioeconómicos también serán determinantes: clase social, cultura, educación, hábitos y costumbres. Un niño de la calle jamás responderá igual que un niño de una colonia rica. Una niña maltratada va a ser muy diferente que una niña a la que se le da todo. La unión de lo físico con lo social y familiar nos determinará nuestra psicología. Un niño siempre amenazado o castigado se volverá introvertido. Un niño siempre alabado se volverá extrovertido. Si nuestros padres toda la vida se insultaban, se golpeaban o nos golpeaban, van a lograr que seamos ya de adultos seres neuróticos. Esos mismos antecedentes serán los que nos expliquen nuestro vicio de carácter. Si no recibí cariño de niño me volví comelón para tener algún satisfactor. Hoy soy goloso. La trayectoria del personaje carácter es la serie de hechos que nos hacen conocer su vicio de carácter y sus recurrencias. Por este vicio tendrá que mover o padecer la acción. Medea por su vicio mata a sus hijos, Cesar Rubio, en EL GESTICULADOR, involucra a toda su familia y a todo un pueblo en el suyo.
ELENA.- ¿Por qué habrías de arriesgar tu vida por una mentira? No lo hagas, Cesar, vayámonos de aquí, a vivir en paz.
CÉSAR.- Te dije: todo contigo. ¿Lo recuerdas? Hablas de una mentira. ¿Cuál?
ELENA.- ¿No lo sabes?
CÉSAR.- Es que no hay mentira; fue Necesaria al principio, para que de ella saliera la verdad. Pero ya me he vuelto verdadero, cierto, ¿entiendes? Ahora siento como si fuera el otro...haré todo lo que él hubiera podido hacer, y más. Ganaré el plebiscito...seré gobernador, seré presidente tal vez...
ELENA.- Pero no serás tú.
CÉSAR.- ¿Es decir que no crees en mí todavía? Precisamente seré yo, más que nunca. Sólo los demás creerán que soy otro. Siempre me pregunté antes por qué el destino me había excluido de su juego, por qué me utilizaba para nada; era como no existir. Ahora lo hace. No puedo quejarme. Estoy viviendo como había soñado siempre. A veces tengo que verme en el espejo para creerlo.
ELENA.- No es el destino, Cesar, sino tú, tus ambiciones. ¿ Para que quieres el poder?
CÉSAR.- Te sorprendería saberlo. No haré más daño que otro, y quizás haré algún bien. Es mi oportunidad y debo aprovecharla, Julia parecerá bonita...ya ahora lo parece, cuando me mira; será cortejada por los hombres. Miguel podrá hacer algo brillante, amplio, si quiere. Tú...será como si te hubieras vuelto a casar, con un hombre enteramente nuevo...llevarás la vida que escojas. Tendrás, en fin, todo lo que quieras.
(EL GESTICULADOR, de Rodolfo Usigli)
Si ustedes no conocen perfectamente a sus personajes, si no estudian sus antecedentes, difícilmente podrán hacerlos importantes. Será lo mismo que si no conocen el tema del que van a tratar. Por ser obvio no había dado importancia a este punto. Pero sí, se necesita conocer a fondo de lo que se va a hablar para poder discutirlo, trabajarlo. Yo siempre recomiendo a mis alumnos que después de escoger el tema hagan un pequeño ensayo sobre él. Si voy a escoger el tema del aborto tendré que enterarme quién se lo practica, por qué se lo hace, dónde lo llevan a cabo, sus fallas, las leyes que existen sobre él, los peligros que acarrea; necesito saber cuántos abortos se llevan a cabo en la República y en el mundo al mes, al año. Igual debo conocer en que países se acepta legalmente y cuáles son las bases para esta permisión. Entre más se sepa sobre el tema será mucho más fácil trabajar en él.
En el caso de los personajes, además de conocerlos muy bien, el autor debe escribir una biografía de cada uno de ellos, anotando cómo es físicamente, sus antecedentes familiares y sociales, su grado de enseñanza, sus gustos, sus miedos, sus deseos, con quién se relaciona, su vocación, su trabajo, su cultura, sus amores, sus actividades sexuales, su historia. Es necesario conocerlo a fondo para entender su trayectoria y sus reacciones actuales y poder ofrecérselas al público.
¿Vamos bien? ¿Qué sabemos hasta el momento de un personaje carácter? Sí, eso, que es complejo, que tiene un vicio de carácter y una recurrencia, que tiene una trayectoria y por ella sufre o provoca la acción. Veamos su singularidad.
Cuando estudiamos a los personajes tipo dijimos que cada uno de ellos debe pertenecer a un grupo de seres humanos iguales o parecidos a él. El tipo nos uniforma, nos hace pertenecer a diversas comunidades. El médico pertenece al grupo de médicos, el norteño a todos sus paisanos. El carácter por el contrario nos separa de todos, nos vuelve únicos, individuales. Yo soy distinto a todos los demás, tú también eres distinto. Todos somos únicos e irrepetibles. No importa que Juan sea médico igual que yo, a mí no se me parece en nada.
Otro punto de los personajes carácter es su cambio. El tipo nunca tiene un cambio, siempre es el mismo aunque le sucedan muchas cosas. El carácter tiene un cambio constante que lo llevará al gran cambio, éste producido por su vicio de carácter.
Y ya que volvimos a tratar el punto de vicios veo que no he dicho una sola palabra de las virtudes, y es necesario hacerlo ya que cualquiera de ellas cuando se exageran se vuelven vicios. Veamos las llamadas virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. La fe llevada a la exageración nos lleva al fanatismo, la intolerancia y hasta al crimen. Dígalo si no la Santa Inquisición. El exceso de caridad no llevará a nosotros y a nuestra familia a la pobreza. El exceso de esperanza nos paralizará, siempre estaremos a la espera de que todo nos lo den. ¿Recuerdan cuáles son las virtudes que se oponen a los pecados capitales? La virtud contraria a la gula es la templanza, de la ira es la paciencia, de la lujuria es la castidad, de la soberbia la humildad, de la envidia la caridad, de la pereza la diligencia y de la avaricia la generosidad. En casos contados, y más como personaje que como ser de la vida real, un vicio se puede volver virtud. Robin Hood y Chucho el roto robaban para darle a los pobres.
sábado, 25 de septiembre de 2010
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intenso pero muy bueno, felicidades y gracias!
ResponderEliminarMuchas gracias por explicárnoslo con tantos ejemplos, principalmente con el ejemplo de nuestra propia personalidad....
ResponderEliminarQuizá llegue tan tarde este comentario que ni siquiera lo lea el autor del blog, pero aún así, aquí lo dejo: gracias por el post; realmente me ha ayudado bastante a avanzar con las fichas de mis personajes.
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