TERCER ACTO
10.- ESCENA DE RECUERDO
Ahora lo que se va a recordar es la peripecia. No el nudo. Igual que la escena de recuerdo del segundo acto ésta se puede recordar con una frase o con una escena.
11.- POSIBLE PRIMERA SOLUCIÓN
La primera solución se debe dar de acuerdo a la historia, a los personajes y al tema. Esta solución será la que la mayoría del público espera. La más obvia. Nunca se puede dar una solución sacada de la manga, o sea, que no tenga explicación lógica con todo lo visto en la obra. Esta, y las otras dos soluciones, deben ser congruentes. Si estamos retratando a una familia lúmpen a la que se le va a morir un hijo si no lo operan y vemos que no tienen donde conseguir dinero, no podemos, de repente, hacer que se encuentre el padre un cachito de lotería, que sea el premiado y así todo se solucione. Esto es sacarse la solución de la manga. Lo natural será que ese padre tenga que robar, la madre prostituirse o que tengan que dejar que el niño se muera. Esas son soluciones lógicas de acuerdo a la historia y al tema que sería la pobreza.
12.- SEGUNDA POSIBLE SOLUCIÓN
Se debe dar otra solución, congruente como la anterior, pero más inteligente, más cerca del tema y de la tesis del autor. El público cuando la escuche dirá que sí, que sí podría ser una buena solución.
13.- SOLUCIÓN VERDADERA
Esta solución será la que esté de acuerdo con la tesis del autor. Deberá ser la más inteligente, la más pensada. Aquí es cuando voy a decir, como escritor, mi verdad.
14.- CLÍMAX
Es el momento álgido de la obra, el que todo el mundo está esperando. Es cuando se sabe la solución al conflicto. Sabremos si María siempre se va a casar o no, si Juan se fue a la cárcel, si Arturo se suicidó, si mataron a Eustaquio, si Francisca triunfó. En EL GESTICULADOR, nos enteramos que matan a Cesar, en CASA DE MUÑECAS, que Nora se va.
15.- CATARSIS
La catarsis no se va a producir en el escenario o en la obra. La catarsis se debe producir en el público, en usted o en mí. Puede ser inmediata manifestándose con aplausos, gritos, risas o llanto. Puede ser también tardía, ya en la casa, cuando se reflexiona sobre la obra. La catarsis es una purificación, es sacar hacia fuera lo que produjo la pieza de teatro en nosotros. Es posible que por medio de esta catarsis nos podamos quitar de encima algo personal que hemos guardado por siglos: miedos, traumas, envidias. Muchas veces la agresión contenida sale en ese momento. Es exteriorizar nuestras tensiones y con ello lograr deshacernos de lo que nos daña o al menos lo que nos preocupa.
16.- DESCENSO DE LA ACCIÓN
Para poder juzgar sin apasionamiento el público tiene que disminuir su emotividad. Después del clímax se puede construir otra escena que ya no tendrá importancia y que sirve sólo para esto, para bajar la tensión. Por ejemplo en LA MUERTE DE UN VIAJANTE, de Arthur Miller, en el clímax nos enteramos que el viajante murió en un accidente. Aquí puede terminar la obra. Ya ninguna otra cosa nos puede interesar. Miller agrega una escena más donde la madre y los hijos regresan del cementerio y recuerdan al muerto. Esa escena no tiene importancia, sirve para lo que ya se dijo, para disminuir la tensión.
17.- VUELTA A LA REALIDAD
El espectador toma poco a poco conciencia de que él no está arriba del escenario ni que es el personaje, sino que está en un teatro y que si no se apura será de los últimos en sacar su auto del estacionamiento. Esta vuelta a la realidad es para el espectador no para los personajes ni para la obra en sí..
Y con este punto se termina la gráfica de composición. Les aseguro que los va a ayudar mucho. Es la forma de equilibrar la obra, de armarla, de saber dónde va cada parte. Ya que la dominen la pueden olvidar y hasta modificar, cosa que han hecho muchos autores. Algunos principian la obra por el clímax. La primera escena es el asesinato. Pero después tendrán que caminar hacia atrás para que el público se entere por qué lo mataron.
Regresamos a EL OTRO, la obra que estamos escribiendo al alimón ustedes y yo. Recuerden que nos faltaba el tercer acto. Escena de recuerdo.- Carlos se pregunta a sí mismo que qué va a hacer ahora que lo corrieron de la casa y no tiene quien lo apoye.
Primera posible solución.- Es la que el público espera. Luis regresa a su casa, pide perdón, promete asistir con médicos para volverse una persona "normal". Reniega de su homosexualidad. La familia lo acepta.
Segunda posible solución.- Los padres lo perdonan y le envían ayuda económica con la condición de que viva alejado de ellos. " Cada quien su vida".
Tercera solución. La verdadera.- Carlos se une a otros gays, son perseguidos por la policía, se enfrentan a ella, la familia no hace nada por ayudarlo. Cae muerto. Al morir está el autor afirmando su tesis de que no es justo que un joven brillante muera sólo por el hecho de ser homosexual.
Si el tema escogido por el autor es la homosexualidad su tesis tendrá que ser, en este caso, que "los homosexuales tienen derecho a la libertad y a su realización"
Clímax.- Será la muerte del joven. Ya no le puede suceder alguna otra cosa.
Catarsis.- Será diferente para cada espectador. Probablemente saque su rabia hacia fuera por la injusticia cometida y se ponga a gritar.
Descenso de la acción. Quizás una escena donde se vea a los padres que se arrepienten.
Vuelta a la realidad.- Ya terminó la obra. ¿ La escribimos completa entre todos?
Existe un punto que no se incluye normalmente en la gráfica pero que se utiliza ocasionalmente. Es la anagnórisis.
ANAGNÓRISIS.- Es un reconocimiento, según sus raíces. Es una toma de conciencia; el personaje descubre algo que no sabía de él por estar en su subconsciente. Es un proceso difícil y doloroso.
Existe otro tipo de anagnórisis, el superficial, que es cuando un dato desconocido por todos se pone de manifiesto. Generalmente se da en el tercer acto. Es ese sacarse la solución de la manga y que pedí no se utilice nunca. Clásico es el lunar en la nalga derecha que presenta el mayordomo rechazado por la princesa, y que al descubrir que lo tiene, indica que es hijo del rey todopoderoso Maximiliano IV. Seguramente que ya podrá casarse con la linda princesita. Se han usado para esta anagnórisis medallas, cartas, llegadas de personas que sabían ese secreto. Se utiliza mucho en teatro para niños. Es un mal recurso.
Recomiendo la lectura de dos obras de teatro para conocer como aplican los autores la gráfica. Ambos usan uno a uno todos los puntos vistos. Y no sólo eso, también pueden estudiar, leyéndolos, el tanatismo y erotismo de los personajes, el tema, la tesis, el conflicto. Uno es Ibsen y el otro Usigli. Sus obras: CASA DE MUÑECAS y EL GESTICULADOR.
Cuando los hayan estudiado deben continuar con lecturas de otros autores, mexicanos y extranjeros, para que se den cuenta si utilizaron la gráfica o no, y si la utilizaron si fue completa o sólo una parte de ella.
Y viene lo difícil, y lo más importante, traten de escribir su propia obra. Ya tienen la mayoría de los elementos para hacerlo. Todavía les vamos a dar más herramientas pero con las que ya tienen es posible que lo logren. ¡Empiecen hoy mismo. Es la única forma real de aprender!
Lo que continua son ideas y conceptos de diversos autores que se refieren a lo ya visto hasta este momento. Es una miscelánea con ideas de diferentes autores.
Los tres actos deben durar, en general de treinta a cuarenta minutos cada uno. Es importante el balance de la obra para que no se cargue en un sólo acto el peso principal. Estos treinta minutos de cada acto corresponden a unas veinte cuartillas a doble espacio.
El tema y la tesis estarán representados por los personajes protagónicos y antagónicos. Los subtemas estarán representados cada uno por otro personaje, generalmente tipo: el padre, el novio, el cura, el policía.
Una obra de teatro es una unidad compuesta por subunidades o partes que se relacionan entre sí y que si una de ellas cambia o desaparece, la unidad también cambia y se vuelve otra. Esto es importante saberlo por las puestas que se hacen, donde por distintos motivos se le quitan partes a una obra o se cambian de lugar.
La acción dramática es la modificación de la realidad producida por la conducta humana en procura de objetivos y que encuentra obstáculos para su realización. Los obstáculos son el conflicto. Las acciones pueden ser de suspenso, asombro o conflicto. Si una discusión no modifica a ninguno de los que intervienen en ella, la discusión no tiene fuerza dramática. El espectador siempre agradece el giro inesperado de la acción. La trama dramática debe tener un relato, episodios, asombro, suspenso y sentido. Un relato o narración constituido por episodios basados en una lucha de opuestos en permanente crisis; destinados a despertar suspenso a través del asombro y que se desarrolle gradualmente en un tiempo proporcionado a la por la propia naturaleza del relato.
Una trama para que sea válida debe dar respuesta a las siguientes preguntas
• ¿ Qué pasa en la obra?
• ¿ Qué quiere cada sujeto?
• ¿ Qué hace para conseguirlo?
• ¿ Con qué obstáculos se va a enfrentar?
• ¿ Cómo los va a superar?
El drama no puede tomar de lo real lo trivial sino lo crítico. Y de la crisis, aquellos aspectos oscuros que no aparecen fácilmente en la superficie de los hechos.
Nada hay más enemigo de lo dramático que lo convencional, la visión trillada y evidente de la realidad que, como se sabe, se hace evidente para no mostrarse tal cual es. Cuando alguien, por ejemplo, desnuda un aspecto no evidente de una relación que la hace viva e interesante, ha sacado a la luz los rincones de la vida que no se muestran habitualmente. Para que un vínculo exista dramáticamente tiene que impresionarnos como imprescindible, como necesario, como inevitable.
Una acción dramática debe tener gradualmente potencialidad de crecimiento. Primero, del vínculo que une a los personajes de la acción. Segundo, de la capacidad de estos personajes para modificarse por el proceso de la acción. Tercero, que esta capacidad dependa de las fuerzas del vínculo y, Cuarto, de la riqueza vital de los personajes vinculados.
El crecimiento dramático de los personajes es el resultado de sucesivos choques o crisis parciales, que están destinadas a producir un crecimiento en la intensidad dramática que va progresando por grados.
Esta graduación que rige el crecimiento, se desarrolla en el tiempo. Tiempo que será proporcionado a las fuerzas del vínculo, a la riqueza vital que posibilite la modificación permanente de los personajes y a la complejidad de las fuerzas puestas en juego.
Lo dramático se desarrolla en el tiempo y vive a través de la materia.
Lo dramático entre menos estadístico mejor.
La acción progresa por grados, dados por unidades de acción que son inevitables.
En el desarrollo de una situación, si hay posibilidad de escoger, escoge lo imprevisible.
Pensar la situación en términos de acción facilita el desarrollo dramático. Cuando tengan ustedes terminada su obra redúzcanla a puras acciones con lo cual sentirán si funciona o no. Por ejemplo: Juan sale, se encuentra con María, van al cine, después al hotel, ella lo insulta, él la golpea, llega la policía y se los lleva, etc. etc. No anotes ideas, sólo acciones.
Todo drama se desarrolla en determinado marco histórico-social, la realidad escénica será siempre autónoma, estará siempre encerrada dentro de sus propios límites, tendrá sus propias leyes. Pero, de un modo directo o indirecto, expresará siempre un sistema económico, aparecerán en ella una o más clases sociales, niveles de educación, ideologías, formas culturales, etc., que, en todos los casos son referenciales. Es decir, reflejan, señalan, hacen referencia a categorías semejantes en la realidad histórica y en la realidad concreta.
Las características de un personaje o bien el problema, se pueden repetir en el teatro tres veces para fijar la atención del espectador pues éste fácilmente se fatiga y puede perder en el transcurso de la obra datos importantes.
El diálogo teatral, además de todas las características ya vistas, debe estar en función al género de la obra. En las farsas el diálogo es corto, como latigazos; en la pieza es conceptual.
La mentira es una necesidad del espíritu para compensar deficiencias. El mito es la necesidad de gratificar el espíritu con una mentira. El mito debe satisfacer a ambos sexos. La mayor parte de las llamadas virtudes mexicanas son mitos. Por ejemplo la abnegación femenina o el machismo masculino. Los personajes derivados del mito van a la tragicomedia, a la farsa o a la comedia, nunca a la pieza que necesita que el personaje asuma su propio ridículo. Cuando se padece el ridículo se puede o no modificar la conducta.
sábado, 18 de diciembre de 2010
viernes, 10 de diciembre de 2010
ESTRUCTURA TEATRAL - SEGUNDO ACTO
SEGUNDO ACTO
6.- ESCENA DE RECUERDO
El público, en el entreacto, salió a fumar, a tomar una copa o un refresco, irá al baño, platicará con amigos. Es posible que comenten algo de la obra pero también que hablen de asuntos particulares. Cuando vuelve a entrar a la sala es muy probable que ya se le haya olvidado mucho de lo que vio. Para recordarlo es la escena primera. No se va a recordar todo el acto, eso sería muy tedioso. Para situar al público nuevamente lo que se va a recordar es exclusivamente la revelación. Esto se logra en ocasiones con una frase y en otras es necesaria una escena completa.
Por cierto queda por aclarar que se da cambio de escena cuando entra o sale un personaje, o bien, cuando se cambia el tema de lo que se está hablando.
ELENA.- ( Con lentitud y firmeza) Te engañas, Cesar, no te atreves a ver la verdad. Crees que somos nosotros, que soy yo sobre todo la que te incomoda y te persigue. No es eso. Eres tú mismo.
CÉSAR.- ¿ Qué quieres decir?
ELENA.- Lo sabes muy bien.
CÉSAR.- Acabemos...habla claro.
ELENA.- No podría yo hablar más claro que tu conciencia, Cesar. Estás así desde que se fue Bolton...desde que cerraste el trato con él.
CÉSAR.-( Furioso) ¿ Ves cómo me espías? me espiaste aquella noche también.
ELENA.- Oí por casualidad, y te reproché que mintieras.
(EL GESTICULADOR, de Rodolfo Usigli)
Con esta escena podremos recordar todo el primer acto y así entender el segundo. Si por ejemplo tenemos una obra en que la revelación nos cuenta que José es un homosexual, bastará una frase para recordar. El padre puede decir: Yo no puedo tener un hijo puto. Con esto basta.
7.- NUDO
El nudo se convierte en el reto de todo escritor. Es el momento del choque de todas las fuerzas, el entrecruzamiento de todas las acciones, de todos los personajes entre sí y de sus respectivos puntos de vista. El nudo debe producir en el público reacciones, contrarreacciones, transgresiones, progresiones, etc. Sería como el cruce de varias carreteras donde un agente de tránsito en lugar de dar el paso a unos deteniendo a otros, pidiera que todos avanzara con la máxima velocidad para producir un gran choque. Cada auto iba a medir su fuerza contra la de otros. Lo mismo sucede con los personajes, todos van a chocar y todos van a medir su fuerza. En este choque todo se vale: argumentos, violencia, engaños, promesas. Si yo acepto el aborto y también lo acepta mi hija y la trabajadora social, vamos a tenernos que enfrentar al cura, a la presidenta de la sociedad de padres de familia y al novio que están en contra. Alegaré, como padre, que yo autoricé a mi hija a abortar, que prefiero eso a que mi hija tenga un hijo con taras, que creo en la libertad de la mujer para decidir si quiere tener o no un hijo. El novio dirá que ese hijo también es suyo, que es un crimen lo que se piensa hacer, que no tenemos derecho. Y así cada uno dirá su punto de vista, y no solamente eso, también atacará a los contrarios. Yo llamaré al novio de mi hija cobarde, le diré que es un hüevón que no puede trabajar para mantener un hogar y le diré que él es más criminal que yo al condenar a un hijo a vivir en las peores condiciones del mundo. Los protagonistas lucharán contra los antagonistas. Y suponiendo que no haya choque, que debe haberlo aunque sea muy leve, en el nudo, al menos, todos se deben relacionar, todos tienen que tratar de influir en el otro. César tendrá que enfrentarse a su familia, a los políticos del lugar y a él mismo.
Sería muy largo poner aquí un ejemplo de nudo ya que éste ocupa prácticamente todo el segundo acto. Procuren leer varias obras para que lo entiendan bien.
8.- PERIPECIA
Es el cambio de situación. Todo lo ocurrido en el nudo influye en el protagonista. Es el momento en que la acción se vuelve contra él. Esto puede ocurrirle por su vicio de carácter. Este volverse contra el protagonista, normalmente en forma violenta, va a producir un nuevo telón. Este será en alto o en bajo, de acuerdo, como ya lo vimos, si influye sobre el protagonista o sobre la historia. En la peripecia el hijo gay deja de ser apoyado por la madre, por el médico, por el amigo. Ahora él se tiene que enfrentar solo a sus antagonistas.
9.- TELÓN EN ALTO O EN BAJO
Ya explicamos lo que es. Algún alumno me preguntó que si en alto el telón no debe descender. En los dos casos desciende. Lo que queda en alto es la acción.
Para practicar estos dos actos vamos a inventar una pequeña historia que ilustre todos los puntos ya vistos. Le pondremos un título tentativo: EL OTRO.
Antecedentes de acción y de carácter.- Carlos, un joven brillante y bien parecido es envidiado por el hermano. La madre se acerca a Luis a reclamarle. Empieza a recordar la niñez de ambos, los compara. Uno era alegre, el otro triste y dependiente. Toda la familia vivía en provincia y casi no tenían dinero. Le pide que sea amoroso con el hermano. Arranque de acción.- Luis le dice a la madre que debe correr de la casa al hermano. Ya sabemos cual es el conflicto y quiénes van a ser los protagonistas y los antagonistas.
Revelación.- La madre le dice a Luis que es un envidioso, que nunca esperaba una actitud como ésa de él. Luis le contesta que ella solapa al hermano, que toda la familia sabe que es homosexual, sobre todo ella. Llega en ese momento Carlos. Al enterarse de la discusión confirma que sí es gay y que está orgulloso de serlo. La homosexualidad de Carlos es la revelación.
Telón en alto o en bajo.- En este caso será en bajo ya que nos estamos enterando de la homosexualidad de Carlos o sea de su vicio de carácter.
Se habrán fijado que no anoté las escenas altas y las bajas por el motivo ya expresado. Estás corresponden a toda la obra y no solamente al primer acto. Segundo acto. Escena de recuerdo. Luis le pregunta a la madre que qué va a hacer con un hijo que se siente orgulloso de ser puto.
Nudo.- En el nudo tomarán parte la madre, el padre- que apenas se acaba de enterar-, y los dos hermanos. La madre defiende a su hijo, dice que es un ser sensible, que desde niño lo fue, que es muy bueno, que se le debe respetar. Que ella lo defenderá a fondo. El padre insulta a Carlos, le dice que en la familia nunca han existido maricones. El hermano se burla de él, lo llama mariquita sin calzones, lo imita moviendo todo el cuerpo. Carlos da sus puntos de vista, dice que así como él respeta a los demás exige que lo respeten a él. Que cada quién debe manejar su sexualidad como le convenga. Para demostrar que ser homosexual no es un delito nombra a varios de los personajes famosos que lo fueron en todo el mundo. La madre llora, el padre insulta, el hermano sigue burlándose, Carlos sigue dando diversos puntos de vista y pidiendo que lo dejen en paz, que él va a hacer su vida como la quiere. Dice que mil veces mejor ser homosexual que vago como el hermano o alcohólico como el padre.
Peripecia.- Todo se vuelve contra Carlos. El padre lo corre de la casa. La madre, por miedo al padre, le pide que se vaya. El hermano ríe de felicidad. Carlos tiene que abandonar su casa sin tener dónde ir y sin dinero. Se siente asqueado de la familia, de la sociedad y de él mismo. Telón en alto o bajo.- Nuevamente es en bajo ya que nos enteramos de los sentimientos del protagonista.
Continuaremos con la estructura teatral. Con el tercer acto. Después seguiremos con EL OTRO. ¡ No se lo pierdan!
6.- ESCENA DE RECUERDO
El público, en el entreacto, salió a fumar, a tomar una copa o un refresco, irá al baño, platicará con amigos. Es posible que comenten algo de la obra pero también que hablen de asuntos particulares. Cuando vuelve a entrar a la sala es muy probable que ya se le haya olvidado mucho de lo que vio. Para recordarlo es la escena primera. No se va a recordar todo el acto, eso sería muy tedioso. Para situar al público nuevamente lo que se va a recordar es exclusivamente la revelación. Esto se logra en ocasiones con una frase y en otras es necesaria una escena completa.
Por cierto queda por aclarar que se da cambio de escena cuando entra o sale un personaje, o bien, cuando se cambia el tema de lo que se está hablando.
ELENA.- ( Con lentitud y firmeza) Te engañas, Cesar, no te atreves a ver la verdad. Crees que somos nosotros, que soy yo sobre todo la que te incomoda y te persigue. No es eso. Eres tú mismo.
CÉSAR.- ¿ Qué quieres decir?
ELENA.- Lo sabes muy bien.
CÉSAR.- Acabemos...habla claro.
ELENA.- No podría yo hablar más claro que tu conciencia, Cesar. Estás así desde que se fue Bolton...desde que cerraste el trato con él.
CÉSAR.-( Furioso) ¿ Ves cómo me espías? me espiaste aquella noche también.
ELENA.- Oí por casualidad, y te reproché que mintieras.
(EL GESTICULADOR, de Rodolfo Usigli)
Con esta escena podremos recordar todo el primer acto y así entender el segundo. Si por ejemplo tenemos una obra en que la revelación nos cuenta que José es un homosexual, bastará una frase para recordar. El padre puede decir: Yo no puedo tener un hijo puto. Con esto basta.
7.- NUDO
El nudo se convierte en el reto de todo escritor. Es el momento del choque de todas las fuerzas, el entrecruzamiento de todas las acciones, de todos los personajes entre sí y de sus respectivos puntos de vista. El nudo debe producir en el público reacciones, contrarreacciones, transgresiones, progresiones, etc. Sería como el cruce de varias carreteras donde un agente de tránsito en lugar de dar el paso a unos deteniendo a otros, pidiera que todos avanzara con la máxima velocidad para producir un gran choque. Cada auto iba a medir su fuerza contra la de otros. Lo mismo sucede con los personajes, todos van a chocar y todos van a medir su fuerza. En este choque todo se vale: argumentos, violencia, engaños, promesas. Si yo acepto el aborto y también lo acepta mi hija y la trabajadora social, vamos a tenernos que enfrentar al cura, a la presidenta de la sociedad de padres de familia y al novio que están en contra. Alegaré, como padre, que yo autoricé a mi hija a abortar, que prefiero eso a que mi hija tenga un hijo con taras, que creo en la libertad de la mujer para decidir si quiere tener o no un hijo. El novio dirá que ese hijo también es suyo, que es un crimen lo que se piensa hacer, que no tenemos derecho. Y así cada uno dirá su punto de vista, y no solamente eso, también atacará a los contrarios. Yo llamaré al novio de mi hija cobarde, le diré que es un hüevón que no puede trabajar para mantener un hogar y le diré que él es más criminal que yo al condenar a un hijo a vivir en las peores condiciones del mundo. Los protagonistas lucharán contra los antagonistas. Y suponiendo que no haya choque, que debe haberlo aunque sea muy leve, en el nudo, al menos, todos se deben relacionar, todos tienen que tratar de influir en el otro. César tendrá que enfrentarse a su familia, a los políticos del lugar y a él mismo.
Sería muy largo poner aquí un ejemplo de nudo ya que éste ocupa prácticamente todo el segundo acto. Procuren leer varias obras para que lo entiendan bien.
8.- PERIPECIA
Es el cambio de situación. Todo lo ocurrido en el nudo influye en el protagonista. Es el momento en que la acción se vuelve contra él. Esto puede ocurrirle por su vicio de carácter. Este volverse contra el protagonista, normalmente en forma violenta, va a producir un nuevo telón. Este será en alto o en bajo, de acuerdo, como ya lo vimos, si influye sobre el protagonista o sobre la historia. En la peripecia el hijo gay deja de ser apoyado por la madre, por el médico, por el amigo. Ahora él se tiene que enfrentar solo a sus antagonistas.
9.- TELÓN EN ALTO O EN BAJO
Ya explicamos lo que es. Algún alumno me preguntó que si en alto el telón no debe descender. En los dos casos desciende. Lo que queda en alto es la acción.
Para practicar estos dos actos vamos a inventar una pequeña historia que ilustre todos los puntos ya vistos. Le pondremos un título tentativo: EL OTRO.
Antecedentes de acción y de carácter.- Carlos, un joven brillante y bien parecido es envidiado por el hermano. La madre se acerca a Luis a reclamarle. Empieza a recordar la niñez de ambos, los compara. Uno era alegre, el otro triste y dependiente. Toda la familia vivía en provincia y casi no tenían dinero. Le pide que sea amoroso con el hermano. Arranque de acción.- Luis le dice a la madre que debe correr de la casa al hermano. Ya sabemos cual es el conflicto y quiénes van a ser los protagonistas y los antagonistas.
Revelación.- La madre le dice a Luis que es un envidioso, que nunca esperaba una actitud como ésa de él. Luis le contesta que ella solapa al hermano, que toda la familia sabe que es homosexual, sobre todo ella. Llega en ese momento Carlos. Al enterarse de la discusión confirma que sí es gay y que está orgulloso de serlo. La homosexualidad de Carlos es la revelación.
Telón en alto o en bajo.- En este caso será en bajo ya que nos estamos enterando de la homosexualidad de Carlos o sea de su vicio de carácter.
Se habrán fijado que no anoté las escenas altas y las bajas por el motivo ya expresado. Estás corresponden a toda la obra y no solamente al primer acto. Segundo acto. Escena de recuerdo. Luis le pregunta a la madre que qué va a hacer con un hijo que se siente orgulloso de ser puto.
Nudo.- En el nudo tomarán parte la madre, el padre- que apenas se acaba de enterar-, y los dos hermanos. La madre defiende a su hijo, dice que es un ser sensible, que desde niño lo fue, que es muy bueno, que se le debe respetar. Que ella lo defenderá a fondo. El padre insulta a Carlos, le dice que en la familia nunca han existido maricones. El hermano se burla de él, lo llama mariquita sin calzones, lo imita moviendo todo el cuerpo. Carlos da sus puntos de vista, dice que así como él respeta a los demás exige que lo respeten a él. Que cada quién debe manejar su sexualidad como le convenga. Para demostrar que ser homosexual no es un delito nombra a varios de los personajes famosos que lo fueron en todo el mundo. La madre llora, el padre insulta, el hermano sigue burlándose, Carlos sigue dando diversos puntos de vista y pidiendo que lo dejen en paz, que él va a hacer su vida como la quiere. Dice que mil veces mejor ser homosexual que vago como el hermano o alcohólico como el padre.
Peripecia.- Todo se vuelve contra Carlos. El padre lo corre de la casa. La madre, por miedo al padre, le pide que se vaya. El hermano ríe de felicidad. Carlos tiene que abandonar su casa sin tener dónde ir y sin dinero. Se siente asqueado de la familia, de la sociedad y de él mismo. Telón en alto o bajo.- Nuevamente es en bajo ya que nos enteramos de los sentimientos del protagonista.
Continuaremos con la estructura teatral. Con el tercer acto. Después seguiremos con EL OTRO. ¡ No se lo pierdan!
lunes, 22 de noviembre de 2010
ESTRUCTURA TEATRAL - PRIMER ACTO
ESTRUCTURA TEATRAL
GRAFICA DE COMPOSICIÓN
PRIMER ACTO
1.- ANTECEDENTES DE CARÁCTER Y DE ACCIÓN
Los antecedentes de carácter son los que nos va a dar el autor para conocer al personaje, para saber cómo es, de dónde viene, cuáles son sus intereses, cuál es su vicio de carácter y su recurrencia, para así, con todos estos datos, poder entenderlo.
Los antecedentes de acción son los que nos da el autor para saber que ha sucedido en la historia desde que se inicia hasta el momento en que se abre el telón. Estos antecedentes nos explican el porqué la obra comienza en ese instante y no en otro.
Al público se le dan a conocer los antecedentes más importantes, los demás los debe conocer solamente el autor. El que un personaje coma helados de fresa desde niño, puede no tener ninguna importancia, y no se debe dar al público esa información, pero si esto es un dato de carácter, si el personaje es obsesivo y cuando no se le sirve ese helado es capaz de quién sabe qué, entonces sí, hay que dar ese antecedente.
Cada vez es más frecuente disminuir y hasta evitar dar antecedentes. En muchísimos casos son innecesarios por tratarse de personajes tipo a los que todos conocemos.
Vale la pena detenernos en este punto. Los personajes siluetas no necesitan otro dato de antecedente que decir quiénes son, cómo se visten, sus edades, su condición social y dónde se encuentran. Los personajes tipo al ser conocidos sólo necesitan pocos antecedentes familiares, de trabajo y sociales. El personaje carácter es el que se debe conocer mejor ya que es un ser complejo, cambiante, con vicios y todo lo que ya vimos de él.
La primera escena de SAN MIGUEL DE LAS ESPINAS, de Juan Bustillo Oro, nos da antecedentes de acción. Nos habla de la pobreza de un pueblo y la sequía.
CORO DE HOMBRES.- San Miguel, señor de la tierra triste y de los hombres tristes....San Miguel, señor de los horizontes polvosos...Y de los caminos de espinas...
CORO DE MUJERES.- Por la sed de tu polvo...Y el hambre de tus hijos...Escúchanos...
CORO DE HOMBRES.- ¡ Sed!; ¡ hambre y sed!
CORO DE MUJERES.- Te pedimos el agua que fecunda. y el trigo. Y el maíz. El pan de cada día, señor San Miguel.
CORO DE HOMBRES.- Aguardamos el agua.
CORO DE MUJERES.- Y la muerte.
CORO DE HOMBRES.- Te ofrecemos el sacrificio anual. Sea en nosotros tu cólera...Acepta nuestra ofrenda.
CORO DE MUJERES.- Unos niños. Unos hombres. Y unas bestias. ¡Ahógalos con la furia de tu río imprevisto! Sea en nosotros tu cólera. Pero deja el limo fecundo. Y el pan de los que queden.
CORO DE HOMBRES Y MUJERES.- Que la barranca aúlle con la llegada del agua...Que se suelte tu río furioso. Salte. Se desborde. Arrastre. Ahogue. Y deje luego el pan...San Miguel.
Un ejemplo de antecedentes de carácter es la siguiente escena del GESTICULADOR, de Rodolfo Usigli.
CÉSAR.- Déjalo que hable. Yo perdí todos esos años por mantener viva a mi familia...y por darte a ti una carrera...también un poco porque creía en la universidad como un ideal. No te pido que lo comprendas, hijo mío, porque no podrías. Para ti la Universidad no fue nunca más que una huelga permanente.
MIGUEL.- Y para ti una esclavitud eterna. Fueron los profesores como tú los que nos hicieron desear un cambio.
CÉSAR.- Claro, queríamos enseñar.
ELENA.- Nada te dio a ti la universidad, Cesar, más que un sueldo que nunca nos ha alcanzado para vivir.
CÉSAR.- Todos se quejan, hasta tú. Tú misma me crees un fracasado, ¿verdad?
ELENA.- No digas eso.
CÉSAR.- Mira las caras de tus hijos: ellos están totalmente de acuerdo con mi fracaso. Me consideran como a un muerto. Y, sin embargo, no hay un solo hombre en México que sepa todo lo que yo sé de la Revolución. Ahora se convencerán en la escuela, cuando mis sucesores demuestren su ignorancia.
En pocas líneas nos dibuja Usigli a un personaje perdedor que se rebela contra ello. Este es un antecedente de carácter.
2.- DIVISIÓN EN ESCENAS ALTAS Y BAJAS
Esta división no se da sólo al inicio de la obra. Se coloca en la gráfica al principio para recordar que toda la pieza o comedia debe tener escenas altas y escenas bajas. Los tres actos, no sólo el primero. Una obra de teatro se puede comparar a una sinfonía. Esta tendrá notas altas y notas bajas y según la frecuencia de cada una de ellas y su intensidad así será el resultado musical. En teatro las escenas altas corresponden a la acción, a la anécdota, a lo que sucede en la historia. Las escenas bajas sirven para presentarnos el carácter de los personajes, para darnos información, para reflexionar sobre algún punto específico. Si no se tuviera este ritmo y se dieran puras escenas altas el público se agotaría rápidamente y como acto de rechazo alejará de su mente la obra. En cambio si toda es con escenas bajas el público se aburrirá, y nada difícil, se dormirá. Pondremos un ejemplo de escena alta:
PRESIDENTE.- ¿ Estaba usted firmemente decidido a matar al señor Obregón?
LEÓN TORAL.- Sí, señor.
PRESIDENTE.- ¿ Lo había pensado con anterioridad?
LEÓN TORAL.- Desde el siete de julio.
PRESIDENTE.- ¿ Su propósito era absolutamente irrevocable?
LEÓN TORAL.- Sí...
PRESIDENTE.- Al atacar a Obregón lo hizo sin darle tiempo a defenderse. ¿ Por qué lo atacó por la espalda?
LEÓN TORAL.- Lo hice por la espalda, porque por el frente era imposible...Yo pregunto: ¿quién en un caso similar obra más noblemente, el que lo mata así exponiendo su vida, o el que emboscado le tira, salvándose y con el peligro de herir a otros?
De esta misma obra y para comparar veamos una escena baja, una escena de reflexión.
LEÓN TORAL.- Llegué alguna vez a imaginar esto: que la otra vida fuera, como por ejemplo, Europa, y pudiera y decirle amigablemente al señor Obregón: " Mire, las cosas no se arreglan aquí sino dejando de estar usted. Vámonos a Europa. Yo me comprometo a acompañarlo. Ahí tengo un amigo que nos dará todo lo necesario, que nos tendrá en su palacio. El único sacrifico para usted es dejar México y su esposa y no volver a saber de ellos. Pero yo me ofrezco a acompañarlo para que no esté solo, para que ni siquiera el viaje lo haga solo"...
( EL JUICIO, de Vicente Leñero).
3.- ARRANQUE DE LA ACCIÓN
Es el momento en que se inicia o se conoce el conflicto. Sirve para situarlo y presentar al protagonista o a su antagonista. Es cuando el público se da cuenta de cuál va a ser el problema aunque no sepa aún el tema y menos la tesis del autor.
Un marido ha estado buscando unos papeles, la mujer le habla de una cena a la que tienen que concurrir, él, cansado, le dice que vaya sola, ella accede. Aquí arranca la acción:
LA MUJER.- Bien: si es así, iré...
EL MARIDO.- ¡ Oh! ¿ Por qué tienes tanto interés en ir a esa cena? Ahora no irás de ninguna manera...
LA MUJER.- No te entiendo.
EL MARIDO.- ¿ Quiénes concurren?
LA MUJER.- No sé.
EL MARIDO.- ¿ No te han dicho quiénes concurren? Falta de cortesía.
LA MUJER.- Acaba de llegar Gastón.
EL MARIDO.- ¿ Quién es Gastón?
LA MUJER.- El hijo del doctor.
EL MARIDO.- Gastón ¿ es joven?
LA MUJER.- ¡ Naturalmente!
EL MARIDO.- ¿ Más joven que yo?
LA MUJER.- Eso...
EL MARIDO.- Sí, más joven que yo...No te rías...¿ Por qué te ríes? Me comparas con él, ¿ no es verdad?
LA MUJER.- No...no...no.
EL MARIDO.- ¿ Te interesa Gastón?
LA MUJER.- No.
EL MARIDO.- ¡ Te interesa! Me lo están diciendo tus ojos.
( LA SILUETA DE HUMO, de Julio Jiménez Rueda)
En este arranque de acción ya nos enteramos de que va a tratar la obra, ya conocemos a la protagonista y a su antagonista, y en este caso hasta el tema: los celos. Y los celos son la causa del conflicto de pareja.
4.- LA REVELACIÓN
La revelación es un dato de tanta importancia que ninguno de los anteriores se le acerca. Puede ser un dato de la anécdota (alto) o del carácter del personaje.( Bajo)
De la misma obra anterior nos enteraremos de hasta de qué es capaz el marido. Esa es la revelación.
EL CRIADO.- La señora no está en casa.
EL MARIDO.- ¿ La señora ha salido?
EL CRIADO.- Hace un momento.
EL MARIDO.- ¿ Tomó el coche?
EL CRIADO.- No, señor.
EL MARIDO.- ¿ Salió sola?
EL CRIADO.- Sí, señor. ( Se va el criado. El abre uno de los cajones del escritorio y toma un revólver)
EL AMIGO.- ¿ Dónde vas?
EL MARIDO.- Déjame.
EL AMIGO.- ¿ Qué vas a hacer?
EL MARIDO.- ( En tono sentencioso y solemne) Lo que un hombre de honor hace en este caso.
EL AMIGO.- Detente, detente. (Luchan breves instantes. Puede más el marido, se desprende violentamente)
En CASA DE MUÑECAS, de E. Ibsen la revelación se da cuando nos enteramos que ella falsificó un documento. En EL GESTICULADOR, de Usigli, la revelación nos dice que Cesar está dispuesto a seguir con el engaño a pesar de que su familia esté en contra y ya lo sepan.
5.- TELÓN EN ALTO O EN BAJO
La revelación tiene que crear un suspenso y éste será en relación a la anécdota o al personaje principal. Si nos quedamos en suspenso por la primera, cuando baje el telón, será telón en alto, si es sobre el segundo, será en bajo.
En CORONA DE LUZ, de Rodolfo Usigli, vemos al rey Carlos que hace lo posible y lo imposible para dominar las Indias. La revelación nos informa que va a inventar un milagro para lograrlo. El milagro será la Virgen de Guadalupe. Es un telón en alto pues éste hecho va a desencadenar una serie de cambios en la historia.
En las escenas que acabamos de ver de la SILUETA DE HUMO, al salir el marido con la pistola nos da un telón en alto ya que va dispuesto a matar a la infiel o al que lo traiciona. Si solamente nos hubiéramos enterado que piensa matar a la mujer sería un telón en bajo ya que nos enteraríamos de su carácter. Es posible que no se atreva o que simplemente presuma de ello ante el amigo. Al salir a matar ya no habla del carácter sino de la acción de la obra.
GRAFICA DE COMPOSICIÓN
PRIMER ACTO
1.- ANTECEDENTES DE CARÁCTER Y DE ACCIÓN
Los antecedentes de carácter son los que nos va a dar el autor para conocer al personaje, para saber cómo es, de dónde viene, cuáles son sus intereses, cuál es su vicio de carácter y su recurrencia, para así, con todos estos datos, poder entenderlo.
Los antecedentes de acción son los que nos da el autor para saber que ha sucedido en la historia desde que se inicia hasta el momento en que se abre el telón. Estos antecedentes nos explican el porqué la obra comienza en ese instante y no en otro.
Al público se le dan a conocer los antecedentes más importantes, los demás los debe conocer solamente el autor. El que un personaje coma helados de fresa desde niño, puede no tener ninguna importancia, y no se debe dar al público esa información, pero si esto es un dato de carácter, si el personaje es obsesivo y cuando no se le sirve ese helado es capaz de quién sabe qué, entonces sí, hay que dar ese antecedente.
Cada vez es más frecuente disminuir y hasta evitar dar antecedentes. En muchísimos casos son innecesarios por tratarse de personajes tipo a los que todos conocemos.
Vale la pena detenernos en este punto. Los personajes siluetas no necesitan otro dato de antecedente que decir quiénes son, cómo se visten, sus edades, su condición social y dónde se encuentran. Los personajes tipo al ser conocidos sólo necesitan pocos antecedentes familiares, de trabajo y sociales. El personaje carácter es el que se debe conocer mejor ya que es un ser complejo, cambiante, con vicios y todo lo que ya vimos de él.
La primera escena de SAN MIGUEL DE LAS ESPINAS, de Juan Bustillo Oro, nos da antecedentes de acción. Nos habla de la pobreza de un pueblo y la sequía.
CORO DE HOMBRES.- San Miguel, señor de la tierra triste y de los hombres tristes....San Miguel, señor de los horizontes polvosos...Y de los caminos de espinas...
CORO DE MUJERES.- Por la sed de tu polvo...Y el hambre de tus hijos...Escúchanos...
CORO DE HOMBRES.- ¡ Sed!; ¡ hambre y sed!
CORO DE MUJERES.- Te pedimos el agua que fecunda. y el trigo. Y el maíz. El pan de cada día, señor San Miguel.
CORO DE HOMBRES.- Aguardamos el agua.
CORO DE MUJERES.- Y la muerte.
CORO DE HOMBRES.- Te ofrecemos el sacrificio anual. Sea en nosotros tu cólera...Acepta nuestra ofrenda.
CORO DE MUJERES.- Unos niños. Unos hombres. Y unas bestias. ¡Ahógalos con la furia de tu río imprevisto! Sea en nosotros tu cólera. Pero deja el limo fecundo. Y el pan de los que queden.
CORO DE HOMBRES Y MUJERES.- Que la barranca aúlle con la llegada del agua...Que se suelte tu río furioso. Salte. Se desborde. Arrastre. Ahogue. Y deje luego el pan...San Miguel.
Un ejemplo de antecedentes de carácter es la siguiente escena del GESTICULADOR, de Rodolfo Usigli.
CÉSAR.- Déjalo que hable. Yo perdí todos esos años por mantener viva a mi familia...y por darte a ti una carrera...también un poco porque creía en la universidad como un ideal. No te pido que lo comprendas, hijo mío, porque no podrías. Para ti la Universidad no fue nunca más que una huelga permanente.
MIGUEL.- Y para ti una esclavitud eterna. Fueron los profesores como tú los que nos hicieron desear un cambio.
CÉSAR.- Claro, queríamos enseñar.
ELENA.- Nada te dio a ti la universidad, Cesar, más que un sueldo que nunca nos ha alcanzado para vivir.
CÉSAR.- Todos se quejan, hasta tú. Tú misma me crees un fracasado, ¿verdad?
ELENA.- No digas eso.
CÉSAR.- Mira las caras de tus hijos: ellos están totalmente de acuerdo con mi fracaso. Me consideran como a un muerto. Y, sin embargo, no hay un solo hombre en México que sepa todo lo que yo sé de la Revolución. Ahora se convencerán en la escuela, cuando mis sucesores demuestren su ignorancia.
En pocas líneas nos dibuja Usigli a un personaje perdedor que se rebela contra ello. Este es un antecedente de carácter.
2.- DIVISIÓN EN ESCENAS ALTAS Y BAJAS
Esta división no se da sólo al inicio de la obra. Se coloca en la gráfica al principio para recordar que toda la pieza o comedia debe tener escenas altas y escenas bajas. Los tres actos, no sólo el primero. Una obra de teatro se puede comparar a una sinfonía. Esta tendrá notas altas y notas bajas y según la frecuencia de cada una de ellas y su intensidad así será el resultado musical. En teatro las escenas altas corresponden a la acción, a la anécdota, a lo que sucede en la historia. Las escenas bajas sirven para presentarnos el carácter de los personajes, para darnos información, para reflexionar sobre algún punto específico. Si no se tuviera este ritmo y se dieran puras escenas altas el público se agotaría rápidamente y como acto de rechazo alejará de su mente la obra. En cambio si toda es con escenas bajas el público se aburrirá, y nada difícil, se dormirá. Pondremos un ejemplo de escena alta:
PRESIDENTE.- ¿ Estaba usted firmemente decidido a matar al señor Obregón?
LEÓN TORAL.- Sí, señor.
PRESIDENTE.- ¿ Lo había pensado con anterioridad?
LEÓN TORAL.- Desde el siete de julio.
PRESIDENTE.- ¿ Su propósito era absolutamente irrevocable?
LEÓN TORAL.- Sí...
PRESIDENTE.- Al atacar a Obregón lo hizo sin darle tiempo a defenderse. ¿ Por qué lo atacó por la espalda?
LEÓN TORAL.- Lo hice por la espalda, porque por el frente era imposible...Yo pregunto: ¿quién en un caso similar obra más noblemente, el que lo mata así exponiendo su vida, o el que emboscado le tira, salvándose y con el peligro de herir a otros?
De esta misma obra y para comparar veamos una escena baja, una escena de reflexión.
LEÓN TORAL.- Llegué alguna vez a imaginar esto: que la otra vida fuera, como por ejemplo, Europa, y pudiera y decirle amigablemente al señor Obregón: " Mire, las cosas no se arreglan aquí sino dejando de estar usted. Vámonos a Europa. Yo me comprometo a acompañarlo. Ahí tengo un amigo que nos dará todo lo necesario, que nos tendrá en su palacio. El único sacrifico para usted es dejar México y su esposa y no volver a saber de ellos. Pero yo me ofrezco a acompañarlo para que no esté solo, para que ni siquiera el viaje lo haga solo"...
( EL JUICIO, de Vicente Leñero).
3.- ARRANQUE DE LA ACCIÓN
Es el momento en que se inicia o se conoce el conflicto. Sirve para situarlo y presentar al protagonista o a su antagonista. Es cuando el público se da cuenta de cuál va a ser el problema aunque no sepa aún el tema y menos la tesis del autor.
Un marido ha estado buscando unos papeles, la mujer le habla de una cena a la que tienen que concurrir, él, cansado, le dice que vaya sola, ella accede. Aquí arranca la acción:
LA MUJER.- Bien: si es así, iré...
EL MARIDO.- ¡ Oh! ¿ Por qué tienes tanto interés en ir a esa cena? Ahora no irás de ninguna manera...
LA MUJER.- No te entiendo.
EL MARIDO.- ¿ Quiénes concurren?
LA MUJER.- No sé.
EL MARIDO.- ¿ No te han dicho quiénes concurren? Falta de cortesía.
LA MUJER.- Acaba de llegar Gastón.
EL MARIDO.- ¿ Quién es Gastón?
LA MUJER.- El hijo del doctor.
EL MARIDO.- Gastón ¿ es joven?
LA MUJER.- ¡ Naturalmente!
EL MARIDO.- ¿ Más joven que yo?
LA MUJER.- Eso...
EL MARIDO.- Sí, más joven que yo...No te rías...¿ Por qué te ríes? Me comparas con él, ¿ no es verdad?
LA MUJER.- No...no...no.
EL MARIDO.- ¿ Te interesa Gastón?
LA MUJER.- No.
EL MARIDO.- ¡ Te interesa! Me lo están diciendo tus ojos.
( LA SILUETA DE HUMO, de Julio Jiménez Rueda)
En este arranque de acción ya nos enteramos de que va a tratar la obra, ya conocemos a la protagonista y a su antagonista, y en este caso hasta el tema: los celos. Y los celos son la causa del conflicto de pareja.
4.- LA REVELACIÓN
La revelación es un dato de tanta importancia que ninguno de los anteriores se le acerca. Puede ser un dato de la anécdota (alto) o del carácter del personaje.( Bajo)
De la misma obra anterior nos enteraremos de hasta de qué es capaz el marido. Esa es la revelación.
EL CRIADO.- La señora no está en casa.
EL MARIDO.- ¿ La señora ha salido?
EL CRIADO.- Hace un momento.
EL MARIDO.- ¿ Tomó el coche?
EL CRIADO.- No, señor.
EL MARIDO.- ¿ Salió sola?
EL CRIADO.- Sí, señor. ( Se va el criado. El abre uno de los cajones del escritorio y toma un revólver)
EL AMIGO.- ¿ Dónde vas?
EL MARIDO.- Déjame.
EL AMIGO.- ¿ Qué vas a hacer?
EL MARIDO.- ( En tono sentencioso y solemne) Lo que un hombre de honor hace en este caso.
EL AMIGO.- Detente, detente. (Luchan breves instantes. Puede más el marido, se desprende violentamente)
En CASA DE MUÑECAS, de E. Ibsen la revelación se da cuando nos enteramos que ella falsificó un documento. En EL GESTICULADOR, de Usigli, la revelación nos dice que Cesar está dispuesto a seguir con el engaño a pesar de que su familia esté en contra y ya lo sepan.
5.- TELÓN EN ALTO O EN BAJO
La revelación tiene que crear un suspenso y éste será en relación a la anécdota o al personaje principal. Si nos quedamos en suspenso por la primera, cuando baje el telón, será telón en alto, si es sobre el segundo, será en bajo.
En CORONA DE LUZ, de Rodolfo Usigli, vemos al rey Carlos que hace lo posible y lo imposible para dominar las Indias. La revelación nos informa que va a inventar un milagro para lograrlo. El milagro será la Virgen de Guadalupe. Es un telón en alto pues éste hecho va a desencadenar una serie de cambios en la historia.
En las escenas que acabamos de ver de la SILUETA DE HUMO, al salir el marido con la pistola nos da un telón en alto ya que va dispuesto a matar a la infiel o al que lo traiciona. Si solamente nos hubiéramos enterado que piensa matar a la mujer sería un telón en bajo ya que nos enteraríamos de su carácter. Es posible que no se atreva o que simplemente presuma de ello ante el amigo. Al salir a matar ya no habla del carácter sino de la acción de la obra.
sábado, 30 de octubre de 2010
UNIDADES TEATRALES: TIEMPO,ESPACIO, TEMA
UNIDADES TEATRALES
Una obra de teatro se representa en un espacio, la historia que nos narran transcurre en un tiempo determinado y siempre nos presenta un tema o una acción. El teatro griego utilizaba tres unidades teatrales en todos los casos.
Actualmente esta regla se ha roto. Veamos en que consisten las tres unidades.
UNIDAD DE TIEMPO.
La acción de toda la obra no debe transcurrir en más de 24 horas. En alguna época estas 24 horas comenzaban a las 7 de la mañana y terminaban a las 7 de la mañana del día siguiente. Actualmente basta que dure 24 horas o menos. Personalmente me gusta utilizar esta unidad (CUPO LIMITADO. HUELE A GAS, APENAS SON LAS CUATRO) y la recomiendo a los que se inician en este arte. Si la acción transcurre en veinticuatro horas lo más seguro es que vamos a usar un sólo vestuario y una sola escenografía, pero sobre todo vamos a usar un solo lenguaje, un mismo modo de comportamiento y pensamiento. Si transcurren cuarenta años entre el primer y el tercer acto los personajes tendrán que cambiar en todo, primero en lo físico, después en lo mental, cultural y sobre todo en el lenguaje. No es fácil hacerlo.
UNIDAD DE ESPACIO
Se refiere que debe existir una sola escenografía o lugar donde se va a desarrollar la obra. En el teatro griego consistía en un ágora en el centro, la entrada a un templo en un extremo y la entrada a una habitación en el otro. Eso era lo común. El utilizar esta unidad baja costos, se hace más fluida la obra y se facilita la labor del director y los actores. El autor también sale beneficiado pues al cambiar de escenario por fuerza tiene que existir otra situación y él la tiene que resolver. Por ejemplo si existe una recámara, unas cantina y una iglesia. En cada lugar los personajes tendrán que comportarse distinto y hablar distinto. También me gusta mucho utilizarla. (EL PODER DE LOS HOMBRES, CARRETERA DEL NORTE, LA DUDA, AGUA CLARA).
UNIDAD DE TEMA
Se le llama también unidad de acción. Es lo que ya hemos visto antes. Una obra de teatro sólo debe tener un tema.
Las dos primeras unidades se pueden, y frecuentemente se hace, romper. La historia puede transcurrir con siglos de diferencia entre el principio y el fin. La del espacio también. He visto obras con más de diez escenografías distintas. Lo único que queda sin cambio es la unidad de tema.
Repito, para los que principian, y también para los demás, recomiendo que utilicen las tres unidades.
En este momento espero que ya todos sepan utilizar el tema, la tesis, que sepan construir a un personaje, que conozcan cómo van a hablar y hasta lo que van a decir. También ya deben conocer los conflictos y las unidades. Todo esto es fundamental. Pero aún faltan varios elementos para terminar una obra de teatro. Una de las principales, y que les va a ayudar mucho, es conocer la estructura teatral, saber lo que debe ir en el primer acto y por qué, qué en el segundo, cuántas soluciones deben existir, etc. Esta estructura se conoce con el nombre de Estructura Aristotélica ya que fue Aristóteles el que observó que cualquier hecho se descompone en tres partes: el hecho en sí, sus antecedentes y sus consecuencias. Planteamiento, nudo y desenlace. Estudió las obras de teatro de esa época y descubrió siete constantes en ellas, con estas constantes construyó su estructura. Con el tiempo, y gracias a otros estudiosos, el número de las constantes se ha elevado a más del doble. Estos puntos los distribuyeron en los tres actos, o en más, procurando que cada uno de ellos tuviese su propia armonía y el conjunto otra armonía, ésta total.
Para facilitar el estudio vamos a pensar que la obra está dividida en tres actos. Esta división no es gratuita pues el primer acto está dedicado a los antecedentes, el segundo al nudo y el tercero al desenlace. Estudiaremos punto por punto y donde se tenga posibilidades se dará un ejemplo. En el primer acto se encuentran los siguientes puntos: Antecedentes de carácter y antecedentes de acción, división en escenas altas y bajas, arranque de la acción, la revelación, y por último, telón en alto o en bajo. El segundo acto contiene los siguientes: Escena de recuerdo, nudo, peripecia y telón en alto o en bajo. El tercer acto es más rico en puntos: Escena de recuerdo, posible primera solución, segunda posible solución, solución verdadera, clímax, descenso de la acción, catarsis y vuelta a la realidad. Diez y siete puntos en total. Cuando se quiere disminuir a un solo acto basta con quitar las escenas de recuerdo y los telones. Todos los demás puntos se deben respetar.
Una obra de teatro se representa en un espacio, la historia que nos narran transcurre en un tiempo determinado y siempre nos presenta un tema o una acción. El teatro griego utilizaba tres unidades teatrales en todos los casos.
Actualmente esta regla se ha roto. Veamos en que consisten las tres unidades.
UNIDAD DE TIEMPO.
La acción de toda la obra no debe transcurrir en más de 24 horas. En alguna época estas 24 horas comenzaban a las 7 de la mañana y terminaban a las 7 de la mañana del día siguiente. Actualmente basta que dure 24 horas o menos. Personalmente me gusta utilizar esta unidad (CUPO LIMITADO. HUELE A GAS, APENAS SON LAS CUATRO) y la recomiendo a los que se inician en este arte. Si la acción transcurre en veinticuatro horas lo más seguro es que vamos a usar un sólo vestuario y una sola escenografía, pero sobre todo vamos a usar un solo lenguaje, un mismo modo de comportamiento y pensamiento. Si transcurren cuarenta años entre el primer y el tercer acto los personajes tendrán que cambiar en todo, primero en lo físico, después en lo mental, cultural y sobre todo en el lenguaje. No es fácil hacerlo.
UNIDAD DE ESPACIO
Se refiere que debe existir una sola escenografía o lugar donde se va a desarrollar la obra. En el teatro griego consistía en un ágora en el centro, la entrada a un templo en un extremo y la entrada a una habitación en el otro. Eso era lo común. El utilizar esta unidad baja costos, se hace más fluida la obra y se facilita la labor del director y los actores. El autor también sale beneficiado pues al cambiar de escenario por fuerza tiene que existir otra situación y él la tiene que resolver. Por ejemplo si existe una recámara, unas cantina y una iglesia. En cada lugar los personajes tendrán que comportarse distinto y hablar distinto. También me gusta mucho utilizarla. (EL PODER DE LOS HOMBRES, CARRETERA DEL NORTE, LA DUDA, AGUA CLARA).
UNIDAD DE TEMA
Se le llama también unidad de acción. Es lo que ya hemos visto antes. Una obra de teatro sólo debe tener un tema.
Las dos primeras unidades se pueden, y frecuentemente se hace, romper. La historia puede transcurrir con siglos de diferencia entre el principio y el fin. La del espacio también. He visto obras con más de diez escenografías distintas. Lo único que queda sin cambio es la unidad de tema.
Repito, para los que principian, y también para los demás, recomiendo que utilicen las tres unidades.
En este momento espero que ya todos sepan utilizar el tema, la tesis, que sepan construir a un personaje, que conozcan cómo van a hablar y hasta lo que van a decir. También ya deben conocer los conflictos y las unidades. Todo esto es fundamental. Pero aún faltan varios elementos para terminar una obra de teatro. Una de las principales, y que les va a ayudar mucho, es conocer la estructura teatral, saber lo que debe ir en el primer acto y por qué, qué en el segundo, cuántas soluciones deben existir, etc. Esta estructura se conoce con el nombre de Estructura Aristotélica ya que fue Aristóteles el que observó que cualquier hecho se descompone en tres partes: el hecho en sí, sus antecedentes y sus consecuencias. Planteamiento, nudo y desenlace. Estudió las obras de teatro de esa época y descubrió siete constantes en ellas, con estas constantes construyó su estructura. Con el tiempo, y gracias a otros estudiosos, el número de las constantes se ha elevado a más del doble. Estos puntos los distribuyeron en los tres actos, o en más, procurando que cada uno de ellos tuviese su propia armonía y el conjunto otra armonía, ésta total.
Para facilitar el estudio vamos a pensar que la obra está dividida en tres actos. Esta división no es gratuita pues el primer acto está dedicado a los antecedentes, el segundo al nudo y el tercero al desenlace. Estudiaremos punto por punto y donde se tenga posibilidades se dará un ejemplo. En el primer acto se encuentran los siguientes puntos: Antecedentes de carácter y antecedentes de acción, división en escenas altas y bajas, arranque de la acción, la revelación, y por último, telón en alto o en bajo. El segundo acto contiene los siguientes: Escena de recuerdo, nudo, peripecia y telón en alto o en bajo. El tercer acto es más rico en puntos: Escena de recuerdo, posible primera solución, segunda posible solución, solución verdadera, clímax, descenso de la acción, catarsis y vuelta a la realidad. Diez y siete puntos en total. Cuando se quiere disminuir a un solo acto basta con quitar las escenas de recuerdo y los telones. Todos los demás puntos se deben respetar.
domingo, 10 de octubre de 2010
Capitulo XXIII. CARÁCTER CEREBRAL, CORDIAL Y VISCERAL.
CARÁCTER CEREBRAL, CORDIAL Y VISCERAL
Todos los seres humanos nacemos siendo eróticos. La educación, los traumas, la cultura, nuestro físico, nuestras circunstancias nos lo reafirmarán o nos lo cambiarán para llegar a ser tanáticos. Igual sucede con lo cerebral, cordial y visceral. Todos nacemos con respuestas viscerales a cualquier estímulo. Poco a poco podemos cambiar a cordiales o cerebrales. Lo visceral son los instintos; los principales el de la supervivencia y el de la reproducción. Lo cordial son los sentimientos. Cerebral los pensamientos, el análisis. Examinemos un estímulo y nuestra respuesta. Al tener en nosotros tres posibilidades de respuesta debemos saber que generalmente es una de ellas la que predomina en nosotros. Esa constante es la que nos define. Ahora el ejemplo. Estamos asomados a una ventana sin mucho que hacer, de repente camina frente a nosotros una mujer despampanante. Ese es el estímulo. Nos llega, como todos los estímulos, por vía visceral. Nuestra respuesta inmediata, visceral, sería el deseo de acostarnos con ella en ese mismo instante, pero no, subimos el estímulo a la región cordial y lo enriquecemos de sentimiento. “Es hermosa, qué bonitos ojos tiene, se ve dulce" Entonces nos enamoramos y queremos llevarle flores y una serenata. Seguimos subiendo el estímulo, llegamos a la región cerebral. “Se nota que es rica por la ropa que trae, y soltera, de seguro debe estar bien relacionada, creo que me conviene" Según nuestro temperamento será nuestra respuesta. El estímulo ya llegó a todas partes pero nuestra respuesta va a ser diferentes según predomine alguna parte de nuestro cuerpo. Los cerebrales serán los intelectuales, los cordiales los románticos y los viscerales los pasionales. Es fundamental conocer a que estrato pertenecemos pues de ello dependerá en mucho nuestro comportamiento y nuestra forma de ser y de relacionarnos. Entre más viscerales seamos vamos a tener una respuesta más animal, si estamos más evolucionados seremos cordiales y solamente el hombre superior tiene una respuesta cerebral. Entre más bajo sea el nivel de respuesta, mas bajo será en evolución. Lo visceral es erótico, lo cerebral tanático.
Tan importante como es conocernos a nosotros mismos es tratar de conocer a los demás. Eso nos facilitará la comunicación. Si yo soy un ser cerebral y tengo que comunicarme con un ser visceral, debo, por fuerza, que descender a su nivel y hablarle en su lenguaje. Si voy a anunciar un auto en la televisión, tengo que pensar a qué clase de público va dirigido el mensaje. Si pienso que es público visceral, sin cultura, mostraré un auto convertible, de brillante color, estacionado frente al mar y junto a él a una bellísima mujer con la menor cantidad de ropa posible. Si lo quiero dirigir a gente cordial pondré el auto de color azul en un campo florido. Al auto se sube la abuelita, los niños y el perro. Todos sonríen de felicidad. En cambio si lo quiero promocionar en un medio cerebral voy a colocarlo en una ensambladora de autos y voy a enumerar sus ventajas mecánicas, su duración, su bajo precio, sus adelantos electrónicos. Una serie de empleados, muy bien uniformados mientras tanto darán los últimos toques al auto. La música también es importante. Para el anuncio visceral pondremos rock o jazz, para los cordiales música romántica instrumental, para el cerebral música electrónica o simplemente sonidos fabriles. Si nos equivocamos y llegamos a casarnos con una persona diferente en temperamento a nosotros, nos va a ser muy difícil mantener esa relación. Si yo soy cerebral y mi mujer cordial...
YO.- Dónde están los papeles. Los necesito.
ELLA.- No tienes por qué gritarme.
YO.- Nadie te está gritando. ¡Quiero esos papeles!
ELLA.- Ya ves, ya me gritaste otra vez. Se nota que no te importo. Tú, los papeles. Yo, nada.
YO.- No empecemos.
ELLA.- Cómo desearía que un día me buscaras a mí como buscas a esos papeles.
YO.- Son de la oficina. Los tengo que presentar al jefe el día de hoy. ¿No entiendes?
ELLA.- Lo que entiendo es que ya no me quieres. ¿Hace cuánto que no me dices algo tierno?
Y así pueden seguir hablando horas y horas, ella con un punto de vista, él con otro. Ella dirá que él es un ser frío, calculador. El que ella es una cursi, una tonta.
Si tenemos hijos, amigos o simples compañeros debemos saber de que pie cojean, si son de una forma o de otra. Eso si queremos entendernos bien con ellos. También deberíamos saber, a tiempo, en que rango entran los trabajos o profesiones a los que nos vamos a dedicar. Definitivamente las hay cordiales, viscerales o cerebrales. La carrera de enfermería, de medicina, de trabajadora social, de maestro, son básicamente cordiales. Las de matemático, filósofo, ingeniero son cerebrales. Las deportivas, las de danza, actuación, la carrera militar, la de astronauta, son viscerales. No digo con esto que dichas carreras no tengan elementos cordiales, viscerales o cerebrales. Todas los tienen, pero es uno el que predomina. Si soy un ser cerebral y tengo que abrazar la carrera militar voy a sufrir mucho. En cambio si soy un ser muy visceral no podré terminar la carrera de filosofía a la que me metí siguiendo a una rorra que se me antojaba.
El ser visceral al no cumplirse un deseo reacciona con ira para después buscar otro deseo que supla al anterior. El ser cordial sufre intensamente, y por mucho tiempo, el fracaso. El ser cerebral se siente frustrado ante el fracaso, analiza a éste para buscar las fallas.
Repitamos el circuito. Cuando una persona recibe un estímulo lo primero que responde es la zona del bajo vientre, el plexo solar. Ahí se encuentra el sexo y los órganos de la nutrición. Lo que nos da vida y nos permite reproducirnos. De ahí sube a la región cordial, torácica, para enriquecerse de un sentimiento. Nuestro corazón latirá más de prisa al enamorarnos y casi se detendrá por una pena. Sube al cráneo, al cerebro, donde es analizado, juzgado y clasificado. Nuevamente desciende para cargarse de más sentimiento y baja hasta el abdomen para producirnos una emoción. Se puede resumir en la forma siguiente: sensación-sentimiento- clasificación-sentimiento-emoción. Este circuito es prácticamente instantáneo. Algunas veces el estímulo es tan intelectual, tan cerebral, que apenas roza la zona visceral o la cordial.
¿Qué sucede si una madre llora porque su hija llegó tarde y le dice cuanto sufrió esperándola si la segunda es visceral? Esta se reirá de ella. En cambio si se coloca en su zona y le grita o le da una bofetada, es posible que se entiendan.
La primera zona, la alta, es la fuente de conocimientos y la inteligencia. La unión de estos dos nos da el criterio con que escogemos. El actor que pertenezca a esta zona utilizará un tono de voz agudo. La segunda, la intermedia, contiene sentimientos como la ternura, el amor, la tristeza, la nostalgia, la pena. El actor usará una voz más baja que la anterior. La tercera zona es la de la intuición, de la percepción, iluminación, premonición y adivinación. Es el mundo del inconsciente y de los deseos. En esta zona está la inspiración. El actor deberá usar una voz baja. Comparen su respuesta emocional al escuchar a Guadalupe Pineda o a Lola Beltrán.
Adelantándonos un poco podemos decir que la pieza se sitúa en la zona cerebral, el melodrama y la comedia en el cordial y la tragedia y la farsa en el visceral.
Los vicios de carácter también pertenecen a distintas zonas. La soberbia es cerebral, la lujuria y la gula viscerales. La venganza es cerebral ya que se prepara minuciosamente, pero su ejecución se carga de sentimiento y de coraje, o sea que también entran en ella las otras dos zonas. La avaricia es cerebral, el chisme cordial. ¿La envidia? Es cerebral. Las virtudes son cordiales: fe, esperanza y caridad. Las tres se basan en el amor a Dios y a los hombres.
¿De los dramaturgos mexicanos actuales cuáles pertenecen, en general, a cada zona? Juan Tovar, Hugo Iriart, Carlos Olmos, Sabina Berman pertenecen a la cerebral. Emilio Carballido, Willebaldo López, Rafael Solana, Luis G. Basurto a la cordial. A la visceral pertenecemos Jesús González Dávila, Tomás Espinoza, Oscar Villegas, Oscar Liera y yo mismo. Vicente Leñero y Víctor Hugo Rascón Banda transitan de una zona a la otra, predominando la cerebral. ¿ Y de los directores de teatro? Julio Castillo era totalmente visceral como lo es Enrique Pineda y Abraham Oceransky. José Solé y Germán Castillo son cordiales. Ludwik Margules y Luis de Tavira son cerebrales.
De los músicos famosos Wagner es visceral; Chopin, Lizt y Strauss son cordiales. Haydn es cerebral.
Veamos a los críticos de teatro. José Antonio Alcaráz y Gonzalo Valdez Medellín son viscerales. El maestro Solana era cordial como lo es Malkah Ravel. Armando Partida es cerebral.
¿Que también es cerebral Olga Harmony? Sí, pero ocasionalmente. Normalmente es visceral. Entre más viscerales serán más subjetivos, entre más cerebrales más objetivos.
Aún los colores reflejan las zonas a las que pertenecemos. Está escrito que el rojo pertenece a la ira, o sea es visceral, el naranja al sexo, el lila a la homosexualidad, el rosa a la virginidad, lo plateado y dorado a la riqueza, el blanco a la pureza y a la calma, el azul a la melancolía, el verde a la esperanza, el morado a la muerte y a la iglesia, el negro al luto y a la elegancia, el amarillo a la seguridad, el fresa a lo infantil, el gris a la hipocresía y el café a la austeridad y al aburrimiento. Una gente visceral y erótica no se vestirá de gris o café, lo hará de rojo, de amarillo. Un tanático cerebral lo más seguro es que se vista de gris.
El público tiene una marcada preferencia por lo visceral, ya sea en los personajes, ya en sus vicios propios, en las obras de arte o en la crítica. Todos queremos conocer nuestra parte animal. En segundo lugar prefieren lo cordial, el sentimiento. Por eso va al cine a llorar, por eso leen tanta novela rosa o ven telenovelas. Una minoría, generalmente la más preparada y culta, prefiere lo cerebral.
Pero basta de palabrería. Es necesario poner ejemplos teatrales. Empecemos con personajes cerebrales.
EL MENSAJERO.- Ajenos al mundo, se pasean entre las flores ambiguas y aspiran su vaho equívoco, que se extiende como el manto carmesí del delirio y luego se desvanece, sin dejar huella, como las imágenes nocturnas se disuelven en el agua del alba. Y del mismo modo, en el espacio de unas horas, aparecieron y desaparecieron de la mano derecha de Juan- la misma que Beatriz había rozado un día antes- cinco pequeñas manchas rojas, parecidas a cinco flores minúsculas. Pero ellos no preguntan, no dudan y ni siquiera sueñan: se contemplan, se respiran. ¿Respiran la vida o la muerte? Ni Juan ni Beatriz piensan en la muerte o en la vida, en Dios o el Diablo. No les importa salvar su alma ni conquistar riqueza o poder, ser felices o hacer felices a los demás. Les basta con estar frente a frente y mirarse. Uno en torno del otro, como dos estrellas enamoradas. El da vueltas alrededor de ella, que gira sobre sí misma; los círculos que él describe son cada vez más estrechos; entonces ella se queda quieta y empieza a cerrarse, pétalo a pétalo, como una flor nocturna, hasta que se vuelve impenetrable...
(LA HIJA DE RAPACCINI, de Octavio Paz)
¿Quieren otro ejemplo?
INTERMEDIARIA.- En este libro hay imágenes de animales.( Lo abre) Daré noticias de ellos. El perro está inscrito aquí como guardián de la integridad física del hombre que le haya sido designado, único entre la bestias, posee sentido de propiedad, siempre nos dice: "mi casa, mi patio, mi árbol, mi dinero, mi amo, mi amor" . Lo cuida y lo defiende como un avaro, como un apasionado; descubre así ladrones, descubre a pedigüeños, descubre cobradores, y a todos ladra y agrede. “Yo protejo a mi amor y al mundo. El cree que su casa es el eje del mundo. (Otra hoja) El gato cuida la integridad espiritual de quienes considera sus amigos. El recoge las sombras, él expulsa las malas voluntades; hace pequeños sacrificios sangrientos en bien la casa; mata ratones huidizos, aves canoras y pollos asombrados; luego, con la presa entre los dientes realizará un rito. En la noche va a la azotea; analiza los halos, las ondas, los vapores, consulta el aire, se le confían tareas, corre y da gritos, espeluznados, se perpetúa...
(YO TAMBIÉN HABLO DE LA ROSA, de Emilio Carballido)
Examinemos a un personaje cordial. A uno o a varios.
NANA.- Buenos días, Don Silvestre, dichosos los ojos.
SILVESTRE.- Buenas tardes, Lolita. (Saca su reloj y lo ve) Porque ya pasan de las doce. ¿Cómo están las señoritas?
NANA.- ¡ Uy! Muy bien, pero pase usted. (Entran) A ver, deme su sombrero y su bastón.
SILVESTRE.- ¡Pero Lolita! ¿Cómo se va a molestar? ( Se los da)
NANA.- (Recibiéndolos) Démelos usted, no faltaba más.
SILVESTRE.- (Se sienta) Muchas gracias, Lolita, usted siempre tan amable. (Se seca el sudor) ¡Qué calorón!. Completamente inaguantable, dice el periódico que en México llueve y hace frío...ya nadie los entiende... ¿Están las señoritas?
NANA.- (Turbada) Este...no...aún no llegan, fueron a misa de doce, no han de tardar.
SILVESTRE.- ¡Pero qué extraño! Ellas siempre van a misa de ocho, sobre todo los domingos a la misa de las Hijas de María.(Pausa) Las extrañé. (Alarmado) Dígame... ¿ está mala alguna de ellas?
NANA.- No, qué va, si nunca se han sentido mejor. Voy a traerle su taburetito para los pies.
SILVESTRE.- No, no se moleste Lolita, muchas gracias, mejor regreso después de comer cuando repose la comida y duerma mi siestecita... (Silencio) Supe que hace varios días rentaron el cuarto...
NANA.- Sí, a un joven de México, contador del banco, vino desde allá, o lo mandaron, yo no sé, pero muy buena persona, muy decente y bien parecido.
(SEÑORITAS A DISGUSTO, de Antonio González Caballero)
En este momento les propongo un monólogo cordial.
JACINTO.- (Completamente sobrio) Cómo no voy a estarle agradecido si me tendió la mano y me dio trabajo cuando llegué a México...Para qué me quedaba en mi pueblo: allá no más había malos recuerdos. (Pausa) Yo tenía un hijo, ¿sabe usted? El único del que estaba seguro que era mío. Los demás quién sabe, se hablaba tanto de la Rosa. Pero de él sí estaba seguro porque cuando lo hice andábamos lejos de Ixtlán y la Rosa no pudo ver más hombre que yo durante meses y meses. ¡Era el chamaco más vivo del mundo! Se parecía a mí; no era chillón, ni remilgoso, ni pegado a su madre. Se le miraba ya el entendimiento avispado y por eso yo me lo llevaba a explicarle cómo es la gente y cómo es que el sol se deja ver por un lado y se mete por el otro...Una noche me quedé con él en el cerro nomás para cumplirle la curiosidad que el chamaco tenía de ver las estrellas y sentir el frío del monte y oír al coyote. ¡Y cuándo le enseñé a cazar víboras!...
(LOS ALBAÑILES. de Vicente Leñero)
Para terminar dos diálogos viscerales.
BERTHA.- ¿Ya llegaste?
NICOLASA.- ¿ No estás viéndome!
BERTHA.- ¿No te atropellaron?
NICOLASA- ¿Me falta alguna pierna?
BERTHA.- ¿Cuánto gastaste?
NICOLASA.- ¿Cuánto quieres que me haya gastado si sólo me diste tres pesos?
BERTHA.- ¿Y te los acabaste?
NICOLASA.- Completamente.
BERTHA.- Entre tú y el sinvergüenza del marido de Clotilde van a dejarme en la calle.
(CLOTILDE EN SU CASA, de Jorge Ibargüengoitia)
ELVIA.- (Oliendo una prenda de ropa) Huele a vainilla, a lodo, a sangre calentada, a piel sudada; huele a él.
LUCÍA.- ¿No la lavaste? Debe oler a jabón.
ELVIA.- Nada consigue que desaparezca su olor, ni jabones ni vientos, ni aguas de mar o río, esencias de jazmín o de rosas. Mira, huele. (Le acerca la ropa, Lucía la rechaza)
LUCÍA.- No me interesa su olor.
ELVIA.- ¿Estás segura?
LUCÍA.- Sí.
ELVIA.- Pienso lo contrario. (Se descubre el pecho) Mi piel huele a él. ¡Huele mi pecho! (Lucía le da la espalda) ¿No quieres? ¡Huele mi vientre, huele mi sexo! Es su olor junto al mío. ¿Entiendes? ¡El suyo y el mío! Olores confundidos en uno solo igual que se confunde su cuerpo en el mío.
LUCÍA.- ¡Mentira!
ELVIA.- ¿Mentira? (La toma de los hombros, le da media vuelta para tenerla frente a frente. Se desnuda el pecho totalmente) ¡Huele mi piel y olerás la suya, obsérvala y verás las huellas de sus dedos, de sus uñas, de sus dientes. Mira estas heridas. (Se toma un seno y lo muestra) ¡Son heridas de amor!
LUCÍA.- (Trata de salir) ¡No es verdad, no lo es!
ELVIA.- ¿No quieres verlas?... ¡Contesta!
LUCÍA.- ¡Basta!
ELVIA.- (Vistiéndose) Eso es. ¡Basta. Basta! ¿Entendiste? ¡Marco es mi marido!
LUCÍA.- ¡Es mi padre!
ELVIA.- No lo tratas como tal, lo tratas como hombre.
LUCÍA.- Lo es.
ELVIA.- ¡Pero no para ti, no para ti!
(GALOPA, GALOPA, de Tomás Urtusástegui)
Ejemplos de lo que puede ser cerebral, cordial y visceral los encontramos con facilidad en nuestras canciones.
Comencemos con las cordiales que son la mayoría.
Cuando un amor se va,
¡qué desesperación!...
Cuando un cariño vuela
nada consuela mi corazón.
Dan ganas de llorar,
no es fácil olvidar
al querer que nos deja
y que se aleja sin compasión.
No puedo comprender
qué cosa es el amor
si lo que más quería,
el alma mía me abandonó.
Pero no hay que llorar,
hay que saber perder,
lo mismo pierde un hombre
que una mujer.
(HAY QUE SABER PERDER, de Abel Domínguez)
¿Están de acuerdo en seguir con una canción visceral que nos duela?
Creibas que no había de hallar
amor como el que perdí,
tan al pelo lo jallé
que ni me acuerdo de ti.
Una sota y un caballo,
burlarse querían de mí.
¡ Ay! ¡Malaya quién dijo miedo
si para morir nací!
Amigos, les contaré
una aición particular,
si me queren, sé querer,
si me olvidan, sé olvidar
y un orgullo sólo tengo
que a naiden le sé rogar.
¡Ay! que la chancla que yo tiro
no la guelvo a levantar.
(LA CHANCLA, de Alfonso Esparza Otero)
Canciones cerebrales hay menos. La mayoría hablan de amores y desamores, las cerebrales tendrían que hablar de otros tópicos. Veamos una de Luis Arcaraz.
El que pierde una mujer
no sabe lo que gana,
pues si se nos va un querer
otro vendrá mañana.
Dale amor a una mujer
y verás cómo te paga:
o te engaña o te empalaga
o se busca otro querer.
El que no quiera sufrir
que se mire en este espejo,
yo nomás doy el consejo
por sí lo quieren seguir...
(EL QUE PIERDE UNA MUJER)
Seguimos con una tarea para ustedes. Escriban diálogos cortos entre personas cerebrales, cordiales o viscerales. Mézclenlas. Improvisen escenas con estos tipos de personajes. Piensen cómo caminan, cómo hablan, cómo se visten.¿ Qué esperan para hacerlo?
Volvamos a la trayectoria. ¿Será posible que un personaje silueta pueda llegar, en una obra de teatro, a ser un personaje carácter? Por supuesto que sí. En la primera escena entra junto a un grupo de personas. Con ellas permanece sin hablar ni hacer nada unos minutos. Es una silueta. De pronto habla, nos damos cuenta que es un obrero por su vestimenta y por su lenguaje. Ya se volvió tipo. Se convierte posteriormente en un líder, lucha, ve que su causa está perdida, abandona la lucha y su trabajo, se va del pueblo derrotado. Ya es un carácter. Otra pregunta. ¿Será posible que un personaje carácter, en una o obra de teatro, pueda llegar a ser silueta? ¡Jamás! Un personaje carácter es un ser complejo, con vicios y etc. etc. Sería imposible que si ya lo conocemos como un ser tanático, avaro, que estafó a la familia, regrese en otra escena a ser un tipo y después una silueta. Eso puede suceder en la vida real. Yo soy todo un carácter, en la calle seré una silueta y en mi trabajo un tipo. En el teatro esto no es posible. Por ejemplo, si ya conocemos a Cesar, el del GESTICULADOR y sabemos de su engaño, de lo que piensa y hace, jamás será en el tercer acto un desconocido. Siempre seguirá siendo Cesar. Un autor, por error, puede quitarle importancia y hasta desaparecer a un carácter. Pero repito que será error del autor y el público no se engañará.
Ya estudiamos todos los personajes teatrales. Podemos agregar algunas generalidades acerca de ellos.
Los personajes deben ser siempre congruentes consigo mismos, con su edad, su posición social y cultural, con el género y estilo de la obra, con la situación. A un personaje de pieza no se le debe hacer que se eche un pedo, a uno de farsa sí.
Los personajes caracteres generalmente toman una decisión que les hará cambiar su vida. Nora se va de su casa, a Cesar lo matan.
Gené dice: " Los personajes deben establecer un vínculo fuerte entre todos, deben poder ser modificados, deben establecer una lucha de opuestos en permanente crisis y accionar de tal manera que la intensidad dramática crezca gradualmente"
A los personajes carácter les corresponde, de las elementos del diálogo teatral, el carácter. Ya dijimos que a los tipos les corresponde el color.
Ahora una pregunta personal a cada uno de ustedes. ¿Qué clase de personaje creen ser? ¿Una silueta, un tipo o un carácter? Ya sé que todos respondieron que carácter. Es posible, pero lo que sí es seguro es que todos somos tipos. Un noventa o noventa y cinco por ciento de nuestra vida la vivimos como siluetas o tipos. Carácter seremos en un momento y en medio de un grupo muy limitado. Normalmente seremos el transeúnte, el maestro, el padre, el esposo, el hijo, el médico, el cura, el abuelo, el viejo, el niño, el policía, la prostituta, el cartero, el amigo, el extranjero, el norteño. Aún para los más cercanos somos tipos: padre, madre, hijo, nieto, yerno, suegra, amigo. Como tales nos comportamos. Y si todos somos tipos lo más natural es que sean estos personajes los que podamos trabajar mejor en el teatro.
Una última idea sobre los personajes caracteres. La tragedia del ser erótico es no poder evitar el reto y con ello permitir que lo destruyan. La tragedia del tanático es el estupor. La destrucción del erótico provoca horror, la del tanático compasión.
No olvidar que todos nosotros, y los personajes también, somos animales de costumbres. Somos así por la razón de que esto nos da seguridad. Si nos sentamos siempre en la misma silla del salón de clases nos da seguridad que nuestro vecino no nos van a molestar, que ahí el profesor no ve si saco un acordeón, que durante la clase me puedo echar un sueñito sin que se note.
Otro dato importante es que nosotros, y los personajes, actuamos debido, en mucho, por obedecer a nuestros instintos primarios: el de conservación, el de reproducción, el de poder, el de libertad, el del conocimiento.
Todos los seres humanos nacemos siendo eróticos. La educación, los traumas, la cultura, nuestro físico, nuestras circunstancias nos lo reafirmarán o nos lo cambiarán para llegar a ser tanáticos. Igual sucede con lo cerebral, cordial y visceral. Todos nacemos con respuestas viscerales a cualquier estímulo. Poco a poco podemos cambiar a cordiales o cerebrales. Lo visceral son los instintos; los principales el de la supervivencia y el de la reproducción. Lo cordial son los sentimientos. Cerebral los pensamientos, el análisis. Examinemos un estímulo y nuestra respuesta. Al tener en nosotros tres posibilidades de respuesta debemos saber que generalmente es una de ellas la que predomina en nosotros. Esa constante es la que nos define. Ahora el ejemplo. Estamos asomados a una ventana sin mucho que hacer, de repente camina frente a nosotros una mujer despampanante. Ese es el estímulo. Nos llega, como todos los estímulos, por vía visceral. Nuestra respuesta inmediata, visceral, sería el deseo de acostarnos con ella en ese mismo instante, pero no, subimos el estímulo a la región cordial y lo enriquecemos de sentimiento. “Es hermosa, qué bonitos ojos tiene, se ve dulce" Entonces nos enamoramos y queremos llevarle flores y una serenata. Seguimos subiendo el estímulo, llegamos a la región cerebral. “Se nota que es rica por la ropa que trae, y soltera, de seguro debe estar bien relacionada, creo que me conviene" Según nuestro temperamento será nuestra respuesta. El estímulo ya llegó a todas partes pero nuestra respuesta va a ser diferentes según predomine alguna parte de nuestro cuerpo. Los cerebrales serán los intelectuales, los cordiales los románticos y los viscerales los pasionales. Es fundamental conocer a que estrato pertenecemos pues de ello dependerá en mucho nuestro comportamiento y nuestra forma de ser y de relacionarnos. Entre más viscerales seamos vamos a tener una respuesta más animal, si estamos más evolucionados seremos cordiales y solamente el hombre superior tiene una respuesta cerebral. Entre más bajo sea el nivel de respuesta, mas bajo será en evolución. Lo visceral es erótico, lo cerebral tanático.
Tan importante como es conocernos a nosotros mismos es tratar de conocer a los demás. Eso nos facilitará la comunicación. Si yo soy un ser cerebral y tengo que comunicarme con un ser visceral, debo, por fuerza, que descender a su nivel y hablarle en su lenguaje. Si voy a anunciar un auto en la televisión, tengo que pensar a qué clase de público va dirigido el mensaje. Si pienso que es público visceral, sin cultura, mostraré un auto convertible, de brillante color, estacionado frente al mar y junto a él a una bellísima mujer con la menor cantidad de ropa posible. Si lo quiero dirigir a gente cordial pondré el auto de color azul en un campo florido. Al auto se sube la abuelita, los niños y el perro. Todos sonríen de felicidad. En cambio si lo quiero promocionar en un medio cerebral voy a colocarlo en una ensambladora de autos y voy a enumerar sus ventajas mecánicas, su duración, su bajo precio, sus adelantos electrónicos. Una serie de empleados, muy bien uniformados mientras tanto darán los últimos toques al auto. La música también es importante. Para el anuncio visceral pondremos rock o jazz, para los cordiales música romántica instrumental, para el cerebral música electrónica o simplemente sonidos fabriles. Si nos equivocamos y llegamos a casarnos con una persona diferente en temperamento a nosotros, nos va a ser muy difícil mantener esa relación. Si yo soy cerebral y mi mujer cordial...
YO.- Dónde están los papeles. Los necesito.
ELLA.- No tienes por qué gritarme.
YO.- Nadie te está gritando. ¡Quiero esos papeles!
ELLA.- Ya ves, ya me gritaste otra vez. Se nota que no te importo. Tú, los papeles. Yo, nada.
YO.- No empecemos.
ELLA.- Cómo desearía que un día me buscaras a mí como buscas a esos papeles.
YO.- Son de la oficina. Los tengo que presentar al jefe el día de hoy. ¿No entiendes?
ELLA.- Lo que entiendo es que ya no me quieres. ¿Hace cuánto que no me dices algo tierno?
Y así pueden seguir hablando horas y horas, ella con un punto de vista, él con otro. Ella dirá que él es un ser frío, calculador. El que ella es una cursi, una tonta.
Si tenemos hijos, amigos o simples compañeros debemos saber de que pie cojean, si son de una forma o de otra. Eso si queremos entendernos bien con ellos. También deberíamos saber, a tiempo, en que rango entran los trabajos o profesiones a los que nos vamos a dedicar. Definitivamente las hay cordiales, viscerales o cerebrales. La carrera de enfermería, de medicina, de trabajadora social, de maestro, son básicamente cordiales. Las de matemático, filósofo, ingeniero son cerebrales. Las deportivas, las de danza, actuación, la carrera militar, la de astronauta, son viscerales. No digo con esto que dichas carreras no tengan elementos cordiales, viscerales o cerebrales. Todas los tienen, pero es uno el que predomina. Si soy un ser cerebral y tengo que abrazar la carrera militar voy a sufrir mucho. En cambio si soy un ser muy visceral no podré terminar la carrera de filosofía a la que me metí siguiendo a una rorra que se me antojaba.
El ser visceral al no cumplirse un deseo reacciona con ira para después buscar otro deseo que supla al anterior. El ser cordial sufre intensamente, y por mucho tiempo, el fracaso. El ser cerebral se siente frustrado ante el fracaso, analiza a éste para buscar las fallas.
Repitamos el circuito. Cuando una persona recibe un estímulo lo primero que responde es la zona del bajo vientre, el plexo solar. Ahí se encuentra el sexo y los órganos de la nutrición. Lo que nos da vida y nos permite reproducirnos. De ahí sube a la región cordial, torácica, para enriquecerse de un sentimiento. Nuestro corazón latirá más de prisa al enamorarnos y casi se detendrá por una pena. Sube al cráneo, al cerebro, donde es analizado, juzgado y clasificado. Nuevamente desciende para cargarse de más sentimiento y baja hasta el abdomen para producirnos una emoción. Se puede resumir en la forma siguiente: sensación-sentimiento- clasificación-sentimiento-emoción. Este circuito es prácticamente instantáneo. Algunas veces el estímulo es tan intelectual, tan cerebral, que apenas roza la zona visceral o la cordial.
¿Qué sucede si una madre llora porque su hija llegó tarde y le dice cuanto sufrió esperándola si la segunda es visceral? Esta se reirá de ella. En cambio si se coloca en su zona y le grita o le da una bofetada, es posible que se entiendan.
La primera zona, la alta, es la fuente de conocimientos y la inteligencia. La unión de estos dos nos da el criterio con que escogemos. El actor que pertenezca a esta zona utilizará un tono de voz agudo. La segunda, la intermedia, contiene sentimientos como la ternura, el amor, la tristeza, la nostalgia, la pena. El actor usará una voz más baja que la anterior. La tercera zona es la de la intuición, de la percepción, iluminación, premonición y adivinación. Es el mundo del inconsciente y de los deseos. En esta zona está la inspiración. El actor deberá usar una voz baja. Comparen su respuesta emocional al escuchar a Guadalupe Pineda o a Lola Beltrán.
Adelantándonos un poco podemos decir que la pieza se sitúa en la zona cerebral, el melodrama y la comedia en el cordial y la tragedia y la farsa en el visceral.
Los vicios de carácter también pertenecen a distintas zonas. La soberbia es cerebral, la lujuria y la gula viscerales. La venganza es cerebral ya que se prepara minuciosamente, pero su ejecución se carga de sentimiento y de coraje, o sea que también entran en ella las otras dos zonas. La avaricia es cerebral, el chisme cordial. ¿La envidia? Es cerebral. Las virtudes son cordiales: fe, esperanza y caridad. Las tres se basan en el amor a Dios y a los hombres.
¿De los dramaturgos mexicanos actuales cuáles pertenecen, en general, a cada zona? Juan Tovar, Hugo Iriart, Carlos Olmos, Sabina Berman pertenecen a la cerebral. Emilio Carballido, Willebaldo López, Rafael Solana, Luis G. Basurto a la cordial. A la visceral pertenecemos Jesús González Dávila, Tomás Espinoza, Oscar Villegas, Oscar Liera y yo mismo. Vicente Leñero y Víctor Hugo Rascón Banda transitan de una zona a la otra, predominando la cerebral. ¿ Y de los directores de teatro? Julio Castillo era totalmente visceral como lo es Enrique Pineda y Abraham Oceransky. José Solé y Germán Castillo son cordiales. Ludwik Margules y Luis de Tavira son cerebrales.
De los músicos famosos Wagner es visceral; Chopin, Lizt y Strauss son cordiales. Haydn es cerebral.
Veamos a los críticos de teatro. José Antonio Alcaráz y Gonzalo Valdez Medellín son viscerales. El maestro Solana era cordial como lo es Malkah Ravel. Armando Partida es cerebral.
¿Que también es cerebral Olga Harmony? Sí, pero ocasionalmente. Normalmente es visceral. Entre más viscerales serán más subjetivos, entre más cerebrales más objetivos.
Aún los colores reflejan las zonas a las que pertenecemos. Está escrito que el rojo pertenece a la ira, o sea es visceral, el naranja al sexo, el lila a la homosexualidad, el rosa a la virginidad, lo plateado y dorado a la riqueza, el blanco a la pureza y a la calma, el azul a la melancolía, el verde a la esperanza, el morado a la muerte y a la iglesia, el negro al luto y a la elegancia, el amarillo a la seguridad, el fresa a lo infantil, el gris a la hipocresía y el café a la austeridad y al aburrimiento. Una gente visceral y erótica no se vestirá de gris o café, lo hará de rojo, de amarillo. Un tanático cerebral lo más seguro es que se vista de gris.
El público tiene una marcada preferencia por lo visceral, ya sea en los personajes, ya en sus vicios propios, en las obras de arte o en la crítica. Todos queremos conocer nuestra parte animal. En segundo lugar prefieren lo cordial, el sentimiento. Por eso va al cine a llorar, por eso leen tanta novela rosa o ven telenovelas. Una minoría, generalmente la más preparada y culta, prefiere lo cerebral.
Pero basta de palabrería. Es necesario poner ejemplos teatrales. Empecemos con personajes cerebrales.
EL MENSAJERO.- Ajenos al mundo, se pasean entre las flores ambiguas y aspiran su vaho equívoco, que se extiende como el manto carmesí del delirio y luego se desvanece, sin dejar huella, como las imágenes nocturnas se disuelven en el agua del alba. Y del mismo modo, en el espacio de unas horas, aparecieron y desaparecieron de la mano derecha de Juan- la misma que Beatriz había rozado un día antes- cinco pequeñas manchas rojas, parecidas a cinco flores minúsculas. Pero ellos no preguntan, no dudan y ni siquiera sueñan: se contemplan, se respiran. ¿Respiran la vida o la muerte? Ni Juan ni Beatriz piensan en la muerte o en la vida, en Dios o el Diablo. No les importa salvar su alma ni conquistar riqueza o poder, ser felices o hacer felices a los demás. Les basta con estar frente a frente y mirarse. Uno en torno del otro, como dos estrellas enamoradas. El da vueltas alrededor de ella, que gira sobre sí misma; los círculos que él describe son cada vez más estrechos; entonces ella se queda quieta y empieza a cerrarse, pétalo a pétalo, como una flor nocturna, hasta que se vuelve impenetrable...
(LA HIJA DE RAPACCINI, de Octavio Paz)
¿Quieren otro ejemplo?
INTERMEDIARIA.- En este libro hay imágenes de animales.( Lo abre) Daré noticias de ellos. El perro está inscrito aquí como guardián de la integridad física del hombre que le haya sido designado, único entre la bestias, posee sentido de propiedad, siempre nos dice: "mi casa, mi patio, mi árbol, mi dinero, mi amo, mi amor" . Lo cuida y lo defiende como un avaro, como un apasionado; descubre así ladrones, descubre a pedigüeños, descubre cobradores, y a todos ladra y agrede. “Yo protejo a mi amor y al mundo. El cree que su casa es el eje del mundo. (Otra hoja) El gato cuida la integridad espiritual de quienes considera sus amigos. El recoge las sombras, él expulsa las malas voluntades; hace pequeños sacrificios sangrientos en bien la casa; mata ratones huidizos, aves canoras y pollos asombrados; luego, con la presa entre los dientes realizará un rito. En la noche va a la azotea; analiza los halos, las ondas, los vapores, consulta el aire, se le confían tareas, corre y da gritos, espeluznados, se perpetúa...
(YO TAMBIÉN HABLO DE LA ROSA, de Emilio Carballido)
Examinemos a un personaje cordial. A uno o a varios.
NANA.- Buenos días, Don Silvestre, dichosos los ojos.
SILVESTRE.- Buenas tardes, Lolita. (Saca su reloj y lo ve) Porque ya pasan de las doce. ¿Cómo están las señoritas?
NANA.- ¡ Uy! Muy bien, pero pase usted. (Entran) A ver, deme su sombrero y su bastón.
SILVESTRE.- ¡Pero Lolita! ¿Cómo se va a molestar? ( Se los da)
NANA.- (Recibiéndolos) Démelos usted, no faltaba más.
SILVESTRE.- (Se sienta) Muchas gracias, Lolita, usted siempre tan amable. (Se seca el sudor) ¡Qué calorón!. Completamente inaguantable, dice el periódico que en México llueve y hace frío...ya nadie los entiende... ¿Están las señoritas?
NANA.- (Turbada) Este...no...aún no llegan, fueron a misa de doce, no han de tardar.
SILVESTRE.- ¡Pero qué extraño! Ellas siempre van a misa de ocho, sobre todo los domingos a la misa de las Hijas de María.(Pausa) Las extrañé. (Alarmado) Dígame... ¿ está mala alguna de ellas?
NANA.- No, qué va, si nunca se han sentido mejor. Voy a traerle su taburetito para los pies.
SILVESTRE.- No, no se moleste Lolita, muchas gracias, mejor regreso después de comer cuando repose la comida y duerma mi siestecita... (Silencio) Supe que hace varios días rentaron el cuarto...
NANA.- Sí, a un joven de México, contador del banco, vino desde allá, o lo mandaron, yo no sé, pero muy buena persona, muy decente y bien parecido.
(SEÑORITAS A DISGUSTO, de Antonio González Caballero)
En este momento les propongo un monólogo cordial.
JACINTO.- (Completamente sobrio) Cómo no voy a estarle agradecido si me tendió la mano y me dio trabajo cuando llegué a México...Para qué me quedaba en mi pueblo: allá no más había malos recuerdos. (Pausa) Yo tenía un hijo, ¿sabe usted? El único del que estaba seguro que era mío. Los demás quién sabe, se hablaba tanto de la Rosa. Pero de él sí estaba seguro porque cuando lo hice andábamos lejos de Ixtlán y la Rosa no pudo ver más hombre que yo durante meses y meses. ¡Era el chamaco más vivo del mundo! Se parecía a mí; no era chillón, ni remilgoso, ni pegado a su madre. Se le miraba ya el entendimiento avispado y por eso yo me lo llevaba a explicarle cómo es la gente y cómo es que el sol se deja ver por un lado y se mete por el otro...Una noche me quedé con él en el cerro nomás para cumplirle la curiosidad que el chamaco tenía de ver las estrellas y sentir el frío del monte y oír al coyote. ¡Y cuándo le enseñé a cazar víboras!...
(LOS ALBAÑILES. de Vicente Leñero)
Para terminar dos diálogos viscerales.
BERTHA.- ¿Ya llegaste?
NICOLASA.- ¿ No estás viéndome!
BERTHA.- ¿No te atropellaron?
NICOLASA- ¿Me falta alguna pierna?
BERTHA.- ¿Cuánto gastaste?
NICOLASA.- ¿Cuánto quieres que me haya gastado si sólo me diste tres pesos?
BERTHA.- ¿Y te los acabaste?
NICOLASA.- Completamente.
BERTHA.- Entre tú y el sinvergüenza del marido de Clotilde van a dejarme en la calle.
(CLOTILDE EN SU CASA, de Jorge Ibargüengoitia)
ELVIA.- (Oliendo una prenda de ropa) Huele a vainilla, a lodo, a sangre calentada, a piel sudada; huele a él.
LUCÍA.- ¿No la lavaste? Debe oler a jabón.
ELVIA.- Nada consigue que desaparezca su olor, ni jabones ni vientos, ni aguas de mar o río, esencias de jazmín o de rosas. Mira, huele. (Le acerca la ropa, Lucía la rechaza)
LUCÍA.- No me interesa su olor.
ELVIA.- ¿Estás segura?
LUCÍA.- Sí.
ELVIA.- Pienso lo contrario. (Se descubre el pecho) Mi piel huele a él. ¡Huele mi pecho! (Lucía le da la espalda) ¿No quieres? ¡Huele mi vientre, huele mi sexo! Es su olor junto al mío. ¿Entiendes? ¡El suyo y el mío! Olores confundidos en uno solo igual que se confunde su cuerpo en el mío.
LUCÍA.- ¡Mentira!
ELVIA.- ¿Mentira? (La toma de los hombros, le da media vuelta para tenerla frente a frente. Se desnuda el pecho totalmente) ¡Huele mi piel y olerás la suya, obsérvala y verás las huellas de sus dedos, de sus uñas, de sus dientes. Mira estas heridas. (Se toma un seno y lo muestra) ¡Son heridas de amor!
LUCÍA.- (Trata de salir) ¡No es verdad, no lo es!
ELVIA.- ¿No quieres verlas?... ¡Contesta!
LUCÍA.- ¡Basta!
ELVIA.- (Vistiéndose) Eso es. ¡Basta. Basta! ¿Entendiste? ¡Marco es mi marido!
LUCÍA.- ¡Es mi padre!
ELVIA.- No lo tratas como tal, lo tratas como hombre.
LUCÍA.- Lo es.
ELVIA.- ¡Pero no para ti, no para ti!
(GALOPA, GALOPA, de Tomás Urtusástegui)
Ejemplos de lo que puede ser cerebral, cordial y visceral los encontramos con facilidad en nuestras canciones.
Comencemos con las cordiales que son la mayoría.
Cuando un amor se va,
¡qué desesperación!...
Cuando un cariño vuela
nada consuela mi corazón.
Dan ganas de llorar,
no es fácil olvidar
al querer que nos deja
y que se aleja sin compasión.
No puedo comprender
qué cosa es el amor
si lo que más quería,
el alma mía me abandonó.
Pero no hay que llorar,
hay que saber perder,
lo mismo pierde un hombre
que una mujer.
(HAY QUE SABER PERDER, de Abel Domínguez)
¿Están de acuerdo en seguir con una canción visceral que nos duela?
Creibas que no había de hallar
amor como el que perdí,
tan al pelo lo jallé
que ni me acuerdo de ti.
Una sota y un caballo,
burlarse querían de mí.
¡ Ay! ¡Malaya quién dijo miedo
si para morir nací!
Amigos, les contaré
una aición particular,
si me queren, sé querer,
si me olvidan, sé olvidar
y un orgullo sólo tengo
que a naiden le sé rogar.
¡Ay! que la chancla que yo tiro
no la guelvo a levantar.
(LA CHANCLA, de Alfonso Esparza Otero)
Canciones cerebrales hay menos. La mayoría hablan de amores y desamores, las cerebrales tendrían que hablar de otros tópicos. Veamos una de Luis Arcaraz.
El que pierde una mujer
no sabe lo que gana,
pues si se nos va un querer
otro vendrá mañana.
Dale amor a una mujer
y verás cómo te paga:
o te engaña o te empalaga
o se busca otro querer.
El que no quiera sufrir
que se mire en este espejo,
yo nomás doy el consejo
por sí lo quieren seguir...
(EL QUE PIERDE UNA MUJER)
Seguimos con una tarea para ustedes. Escriban diálogos cortos entre personas cerebrales, cordiales o viscerales. Mézclenlas. Improvisen escenas con estos tipos de personajes. Piensen cómo caminan, cómo hablan, cómo se visten.¿ Qué esperan para hacerlo?
Volvamos a la trayectoria. ¿Será posible que un personaje silueta pueda llegar, en una obra de teatro, a ser un personaje carácter? Por supuesto que sí. En la primera escena entra junto a un grupo de personas. Con ellas permanece sin hablar ni hacer nada unos minutos. Es una silueta. De pronto habla, nos damos cuenta que es un obrero por su vestimenta y por su lenguaje. Ya se volvió tipo. Se convierte posteriormente en un líder, lucha, ve que su causa está perdida, abandona la lucha y su trabajo, se va del pueblo derrotado. Ya es un carácter. Otra pregunta. ¿Será posible que un personaje carácter, en una o obra de teatro, pueda llegar a ser silueta? ¡Jamás! Un personaje carácter es un ser complejo, con vicios y etc. etc. Sería imposible que si ya lo conocemos como un ser tanático, avaro, que estafó a la familia, regrese en otra escena a ser un tipo y después una silueta. Eso puede suceder en la vida real. Yo soy todo un carácter, en la calle seré una silueta y en mi trabajo un tipo. En el teatro esto no es posible. Por ejemplo, si ya conocemos a Cesar, el del GESTICULADOR y sabemos de su engaño, de lo que piensa y hace, jamás será en el tercer acto un desconocido. Siempre seguirá siendo Cesar. Un autor, por error, puede quitarle importancia y hasta desaparecer a un carácter. Pero repito que será error del autor y el público no se engañará.
Ya estudiamos todos los personajes teatrales. Podemos agregar algunas generalidades acerca de ellos.
Los personajes deben ser siempre congruentes consigo mismos, con su edad, su posición social y cultural, con el género y estilo de la obra, con la situación. A un personaje de pieza no se le debe hacer que se eche un pedo, a uno de farsa sí.
Los personajes caracteres generalmente toman una decisión que les hará cambiar su vida. Nora se va de su casa, a Cesar lo matan.
Gené dice: " Los personajes deben establecer un vínculo fuerte entre todos, deben poder ser modificados, deben establecer una lucha de opuestos en permanente crisis y accionar de tal manera que la intensidad dramática crezca gradualmente"
A los personajes carácter les corresponde, de las elementos del diálogo teatral, el carácter. Ya dijimos que a los tipos les corresponde el color.
Ahora una pregunta personal a cada uno de ustedes. ¿Qué clase de personaje creen ser? ¿Una silueta, un tipo o un carácter? Ya sé que todos respondieron que carácter. Es posible, pero lo que sí es seguro es que todos somos tipos. Un noventa o noventa y cinco por ciento de nuestra vida la vivimos como siluetas o tipos. Carácter seremos en un momento y en medio de un grupo muy limitado. Normalmente seremos el transeúnte, el maestro, el padre, el esposo, el hijo, el médico, el cura, el abuelo, el viejo, el niño, el policía, la prostituta, el cartero, el amigo, el extranjero, el norteño. Aún para los más cercanos somos tipos: padre, madre, hijo, nieto, yerno, suegra, amigo. Como tales nos comportamos. Y si todos somos tipos lo más natural es que sean estos personajes los que podamos trabajar mejor en el teatro.
Una última idea sobre los personajes caracteres. La tragedia del ser erótico es no poder evitar el reto y con ello permitir que lo destruyan. La tragedia del tanático es el estupor. La destrucción del erótico provoca horror, la del tanático compasión.
No olvidar que todos nosotros, y los personajes también, somos animales de costumbres. Somos así por la razón de que esto nos da seguridad. Si nos sentamos siempre en la misma silla del salón de clases nos da seguridad que nuestro vecino no nos van a molestar, que ahí el profesor no ve si saco un acordeón, que durante la clase me puedo echar un sueñito sin que se note.
Otro dato importante es que nosotros, y los personajes, actuamos debido, en mucho, por obedecer a nuestros instintos primarios: el de conservación, el de reproducción, el de poder, el de libertad, el del conocimiento.
sábado, 2 de octubre de 2010
Capitulo XXII Tanatismo y erotismo
CAPITULO XXII
TANATISMO Y EROTISMO
Vamos a pasar a una parte que implica mayor dificultad para entender pero que es muy importante para la creación de un personaje. Hablo del erotismo y el tanatismo.
Cada vez que llego a este punto pregunto a los que llevan mi taller que qué entienden ellos por erotismo. La respuesta, en la mayoría de los casos, es sexo y todo lo que se relacione con él; unos pocos contestan que todo lo que tiene que ver con lo sensual, con los sentidos. Y no, erótico no es precisamente eso. Erótico, que viene de Eros, amor, se refiere a amor a la vida, a todo lo relacionado con ella. El sexo es parte fundamental pues es por medio de él que los seres vivos se pueden reproducir, sin sexo la vida se acabaría en una generación. Cualquier acto que se relacione con la vida, con el gusto por ella, con la creación, será erótico. En cambio todo lo que esté relacionado con la muerte, que hable de ella, que se interese en ella, será tanático. Tánatos viene de la misma palabra griega y quiere decir muerte. Si yo pienso frecuentemente en ella, la deseo, o por lo contrario, le tengo miedo, seré un ser tanático. Los humanos somos al mismo tiempo eróticos y tanáticos, de la misma forma que sucede con el sexo, todos somos masculinos y femeninos, pero igual que sucede en la esfera sexual, siempre va a predominar alguna de las dos fuerzas. Los seres masculinos tendrán mucho más hormonas masculinas que femeninas; los seres femeninos más hormonas femeninas que masculinas. De igual manera seremos más eróticos que tanáticos o más tanáticos que eróticos. Jamás se encontrará al erótico puro como tampoco al masculino puro.
Al nacer todos seremos eróticos ya que nuestra única finalidad es vivir, después conocer la vida y disfrutarla. Primero nuestros padres y después la escuela y la sociedad, entre la que está incluida, como factor muy importante, la iglesia, se encargarán de frenar nuestros impulsos eróticos para inculcarnos de golpe o poco a poco lo tanático. Afortunadamente no siempre lo consiguen y algunas personas logran llegar a la edad adulta siendo eróticos. La edad, las enfermedades, los problemas, los conocimientos y la misma vida, se encargarán de subrayar lo tanático para hacerlo resaltar sobre lo erótico. Es importante recalcar que cualquiera de nosotros en un momento dado puede cambiar su fuerza debido a circunstancias o a la evolución personal. Un triunfo nos vuelve eróticos, un fracaso tanáticos. Lo que es cierto que una de estas dos fuerzas será la que predomine en el transcurso de nuestra vida y será la que nos de una serie de elementos que nos diferencien de los demás. Un ser erótico será constructivo, creativo; uno tanático será contemplativo. Muy en general el niño es erótico, el adolescente continúa siendo erótico, el joven ya se puede dividir en erótico y tanático, los adultos predominan en su tanatismo y el anciano es en la mayor parte de las veces un ser tanático. No es una regla general pues podemos encontrar niños tanáticos y ancianos eróticos, basta para esto observar a los niños de la clase lúmpen, a los adolescentes marginados.
También como rasgos generales vamos a ver a continuación como se comportan los seres eróticos y tanáticos en distintas circunstancias y ante diferentes estímulos. ¿Cómo piensan ustedes que se comportan frente a la comida? El ser erótico come por el placer que le producen los alimentos. Al levantarse ya está pensando si va a desayunar chilaquiles o un bistec a la mexicana con mucha salsa. De sólo pensarlo se le hace agua la boca. Cuando esté frente al plato lo observará, lo olerá, comerá saboreando cada cucharada. Al final podrá eructar de felicidad. Su tiempo de alimentación será sagrado. Le gustará comer acompañado de la familia o de amigos, cuando pueda irá a restaurantes de su gusto, conocerá diferentes cocinas mundiales, probará todo lo nuevo. En cambio el tanático comerá para satisfacer su necesidad de alimentarse. Prácticamente nunca tiene antojos. Puede comer leyendo el periódico o viendo la televisión. Lo mismo le da que le sirvan una cosa que otra. Comerá con prisa. Si se le pregunta en la noche que comió al mediodía es posible que no lo recuerde. En los viajes preferirá no comer platos especiales para poder ahorrar dinero. No le gustará probar nuevos platillos. En general los vegetarianos entran en esta categoría.
¿Cómo se comportan en el trabajo? El erótico organiza, busca nuevas formas, disfruta lo que hace pero no se conforma. Si el trabajo deja de producirle placer, o deja de ser un reto personal, lo abandona para buscar otro trabajo más interesante. No acepta injusticias. Puede ser el líder que organice una huelga. Siempre es creativo y luchador. Muy difícilmente llega a la jubilación pues no dura mucho en un solo lugar. El tanático en cambio siempre llega a la edad de jubilación, es obediente, cumple estrictamente con lo que le mandan, pero no hace más; checa a tiempo su tarjeta de entrada y salida, procura evitar cualquier queja, no se mete en líos o pleitos. Si no es observado deja de hacer su trabajo ya que éste no le entusiasma. No cambia de trabajo por miedo. Es muy posible que se viva quejando con los amigos o con la familia de lo pesado de su labor, de lo mal que lo tratan, de lo poco que le pagan, de los favoritismos que existen en su empresa, pero no hará nada para que se modifiquen estos males.
En el hogar el tanático es tranquilo, cede con la mujer y los hijos para no tener problemas, es metódico, aburrido, ordenado. Le molesta cualquier cambio en la casa. Puede pasar horas enteras sentado frente al televisor. Platica con la familia lo más indispensable. El erótico procurará solucionar todos los problemas de la familia, buscará diversas actividades para él y para su mujer e hijos, cambiará frecuentemente el orden de los muebles y los cuadros, traerá nuevos elementos de decoración, es inquieto, le aburre la televisión, exige acción a todos los que lo rodean.
En los deportes el tanático es espectador. Su placer es contemplar en su aparato de televisión su deporte favorito. Si llega a hacer o practicar algún ejercicio será por prescripción médica. El erótico practicará los deportes, preferirá jugar al futball con un grupo de niños que pasarse horas enteras viéndolo en la pantalla. Gozará el deporte elegido por él, será competitivo, llegará a ser el capitán del equipo. Lucirá por su creatividad y empuje. Puede ser muy violento y pasional.
¿Cuál de los dos puede llegar a ser fanático en religión? El erótico. Este se puede apasionar y llegar a matar o dejarse matar por una idea. Pero igual puede en un momento dejar de creer, volverse ateo. Se interesará por todas las religiones. No cree en el diablo ni en el cielo. El erótico cuestiona todo, hasta lo que la iglesia dice que no se debe cuestionar. Odia las obligaciones religiosas como ir a misa cada semana. El tanático en cambio cumplirá con todas las obligaciones religiosas, irá, si es católico, a misa, comulgará cada primer viernes, rezará en su casa. Todo esto lo hará por el miedo al más allá, al infierno. Cree en el pecado, en el cielo y el infierno, en los ángeles, diablos y santos. Difícilmente ofrendará su vida por la religión.
¿Cómo se comportan sexualmente? El tanático cumple por obligación y por el instinto de reproducción. No goza o lo hace muy levemente. Si el sexo llega a producirle mucho placer se llenará de sentimiento de culpa. El sexo le suele parecer sucio. Nunca se preocupa por hacer gozar a su pareja. Será metódico, hará el amor a una hora determinada, generalmente de noche y a oscuras. El erótico disfruta plenamente el acto sexual y los preámbulos a éste, busca nuevas técnicas y las trata de poner en práctica. Es curioso. Busca diferentes lugares y horas para hacer el amor. Puede llegar a ser muy creativo. El tanático será fiel, el erótico difícilmente lo será.
¿Cuál de los dos ve revistas o películas pornográficas? ¿El erótico? No. Los dos. El erótico las ve para divertirse, excitarse o para aprender. El tanático las ve a escondidas con un gran sentimiento de culpa. El primero tendrá relaciones con su pareja después de excitarse con la película, el segundo irá al baño a masturbarse.
¿Y qué sucede con el amor? El erótico será apasionado, al sentirse traicionado odiará con fuerza, puede llegar hasta el crimen. El tanático no se apasiona, buscará una pareja que le convenga para llenar sus necesidades sociales, caseras y económicas. El erótico buscará una pareja con la cual competir, el tanático una que lo dirija, le ordene. Si el tanático es traicionado no lo creerá o se divorciará buscando un entendimiento en cuanto al dinero o a los hijos. Ambos desearán casarse con una mujer erótica, el primero para competir y el segundo para doblegarse. El primero se casa con esa mujer, el segundo preferirá una tanática.
En las artes uno es creativo, el otro contemplativo. Vayamos a la filosofía. ¿Cuál de los dos tiene mayor posibilidad de llegar a ser un gran filósofo? Si contestaron que el erótico están muy equivocados. El erótico vive la vida, el tanático es el que la piensa, la cuestiona, la trata de explicar. El tanático también es el gran coleccionista, el historiador, el investigador. Al erótico le gusta el cambio.
¿Quién de los dos tiene mayor cantidad y mejores amigos? Tampoco es el erótico. El erótico tiene amigos de momento, los que le convienen en alguna circunstancia ya sea deportiva o de trabajo. Por ellos puede dar la vida y odiarlos si siente traicionado. El jamás perdona. El tanático conserva los viejos amigos, los procura, no le gusta hacer nuevas amistades. Si lo traicionan perdona. Perdona por miedo. Y por miedo no le gusta salir de su casa de noche, cierra su casa con muchos candados, pone varias alarmas a su auto. Procura que las reuniones de amigos sean temprano. El erótico es muy social, le gusta lucirse, es buen bailarín, con todos se lleva y con todos bebe la copa. Es amiguero pero no amigo. El sí sale de noche a cuanta invitación le hagan.
¿Cómo visten? El tanático será conservador, cuidará su apariencia, vestirá de gris, café o tonos opacos. Si es hombre usará corbata, la mujer falda o vestidos no llamativos. También puede ser descuidado con su ropa, llevarla sucia o arrugada. El erótico viste a la moda, usará colores y formas llamativas pero que le vayan bien.
¿Cuál de los dos cuida más su salud? ¿El erótico que quiere vivir sano o el tanático que piensa en la muerte? El que más la cuida es el tanático; al pensar en la muerte piensa en las enfermedades y trata de evitarlas. Se aparta de lo que lo pueda dañar. Fácilmente se vuelve hipocondríaco. El erótico busca disfrutar la vida a pesar de los riesgos. Con tal de disfrutar del sexo no le importa que le peguen una gonorrea, por disfrutar una buena comida no le importa una posible indigestión, con tal de disfrutar la vista desde lo alto de la montaña no piensa en una pulmonía, en una caída o cualquier otro riesgo. El tanático no se expone. Si hace frío usará ropa gruesa, guantes y bufanda.
¿Cuál de los dos piensan ustedes que pueda volverse drogadicto? Piensen un poco. ¿Seguro que el erótico? ¿No será más bien el tanático? El que puede volverse drogadicto, alcohólico o farmacodependiente es el...tanático. El erótico jamás aceptará depender de ellas como no acepta depender de nadie. El erótico es capaz de probar todas las drogas para ver que se siente. El tanático las usará como otra forma de morir.
¿A cuál de los dos le importa la moral? Sí, contestaron bien. Al tanático. El siempre estará atento del qué dirán, de lo que ordene la iglesia o la sociedad. El erótico se reirá de los principios morales y tratará de trasgredirlos. En cambio luchará hasta la muerte por los principios éticos: vida, libertad, amor, justicia. Al tanático los principios éticos le causan temor.
¿Y en el mando, cómo actúa cada uno? El tanático prefiere obedecer, buscará un jefe que lo dirija llámese éste madre, esposa, director, capitán, profesor, cura, psiquiatra, jefe o padre. El erótico está hecho para mandar.
¿Cuál de los dos acudirá regularmente con el psiquiatra? Para qué preguntarlo, por supuesto que es el tanático. Al erótico lo llevan, él no irá por su cuenta.
Podríamos seguir poniendo ejemplos. Con los anteriores creo que basta. Una última pregunta. ¿Cuál de los dos creen ustedes que muere primero, el erótico o el tanático? No, no contesten tan rápido, piénsenlo un poco. El que muere generalmente joven es el erótico. Sí, no me equivoqué. El erótico muere primero porque es el que se expone constantemente. Es capaz de correr en su auto a 200 kilómetros por hora, lanzarse en paracaídas, sumergirse en el fondo del mar, pelear en una cantina, encabezar una manifestación contra el gobierno. El tanático no. El estará pensando en la muerte y como evitarla. Si existe el menor riesgo en algo lo evitará. Vivirá muchos años quejándose de sus enfermedades, de sus achaques, de todo, pero vivirá.
Entre mayor número de las características que acabamos de ver tenga cada uno de nosotros seremos o más eróticos o más tanáticos. ¿Ustedes que creen ser, tanáticos o eróticos? Ya sé lo que me van a contestar, nunca falla. Todos son eróticos. ¿No es así? ¿Si les pregunto que qué somos los mexicanos también todos van a contestar que tanáticos, que México es tanático como son la mayoría de los países latinos, díganlo sino las canciones populares y la mayoría de nuestras tradiciones que son las que nos reflejan. El mexicano se vive llorando a la mujer que lo abandonó, el argentino y el uruguayo ya ni se diga. El tango es cien por ciento tanático en su contenido. Curiosamente el baile y la música no lo son. ¿Entonces que son ustedes?
Hagamos un pequeño resumen de cada uno de ellos. El tanático es fatalista, opacado, introvertido, espectador, masoquista, poco creativo, púdico, débil, enfermizo, cobarde, huidizo, pensador, filósofo, sumiso, tibio, coleccionista, amigo, observador, poco excitable. Es un ser que no encuentra fácilmente solución a sus problemas, que se le cierra el mundo. Fácilmente cae en la depresión. Es cerebral. Puede caer en la drogadicción o el alcoholismo. Es dependiente.
El erótico es un ser constructivo, actor de los acontecimientos, sexual, sádico, sano, extrovertido, valiente, elegante, pasional, alegre, con don de mando, que muere generalmente joven, se enfrenta a los acontecimientos y circunstancias. Es infiel con la esposa y los amigos. Generalmente es inculto y no siempre inteligente. Es visceral. Sabe gozar la vida. Es apasionado.
El personaje erótico busca una catástrofe menor para hacerla mayor, cuando llega esta, si no sucumbe, regresa con un gran sentido de seguridad y no trata de repetir la experiencia. El tanático desencadena pequeñas catástrofes para irse destruyendo poco a poco, hasta llegar a una catástrofe profunda. Se engolosina en el horror y descubre su capacidad catastrófica y continua en ella.
Para combatir el subconsciente tanático éste debe canalizarse, expresarse y sublimarse. Es el modo de combatir la neurosis, en especial la depresiva. El mexicano es paranoico por excelencia. Huye del éxito. Los tanáticos desean regresar a la pureza a través de la muerte.
Sin ser una regla se puede decir que los personajes de pieza serán tanáticos, los de tragedia, comedia y farsa serán eróticos; los de melodrama tanáticos, los de tragicomedia eróticos. Repito que no es una regla pero sirve.
Sigamos con ejemplos prácticos en los que se pueda aplicar el término tanático o el erótico. ¿Una actriz con personajes tanáticos? Tenemos muchas: Libertad Lamarque, Sara García, Marga López. ¿Una erótica? María Félix. ¿Qué es Sofía Loren? Claro, erótica. Un director de cine tanático: Igmar Berman. Uno erótico: Fellini. Actores eróticos: Brando, Belmondo, Stallone. Vamos a revisar a los políticos. ¿ Qué es para ustedes Adolfo Hitler? ¿Por qué contestan que tanático? ¿ Porque mataba? No. Hitler era erótico. Recuerden que los sádicos, los que tienen poder son eróticos. Cualquier político, incluyendo a Gandhi, son eróticos porque todos lucharon y consiguieron el poder. Los criminales son eróticos en general así como la mayoría de los grandes pensadores son tanáticos. No se avergüencen de ser tanáticos, si es que lo son. Tan bueno es ser erótico como tanático e igual de malo ser uno o el otro, lo importante es saber manejar nuestro erotismo o nuestro tanatismo.
Pero sigamos con los ejemplos. Hablo en general. ¿Qué países son más eróticos o tanáticos? Son eróticos los sajones: EE UU, Alemania, Suecia. Ellos pelean por el poder, destruyen todo, son activos, les importa poco el pasado, para ellos es más importante el presente o el futuro, sobre todo el presente. Son tanáticos los pueblos latinos.
Sigan buscando personajes tanáticos o eróticos. Les iba a pedir que no traten de estudiar a sus familiares o amigos, ya que estos parámetros no son muy estrictos ni muy científicos. Pero estoy seguro que ya lo hicieron. ¿O no? Para mí es más importante que los apliquen a sus personajes que para eso los anoté. A ellos si pueden hacerlos todo lo tanático o erótico que ustedes quieran.
¿Y cómo aplicar estos conocimientos en una obra teatral? Vean cómo lo han hecho algunos autores.
NORA.- Recién he llegado. (Se guarda el cucurucho de almendras en el bolsillo y se limpia la boca) Acércate, Torvaldo; mira las cosas que he comprado.
HELMER.- No me interrumpas. (Momento después abre la puerta y aparece con la pluma en la mano, observando en todas direcciones) ¿Comprado dices? ¿Todo eso? ¿Otra vez ha encontrado la niñita manera de gastar el dinero?
NORA.- Pero, ¡Torvaldo! Este año aún estamos en condiciones de hacer algunos gastos más. Es la primera Navidad en que no estamos obligados a andar con escasez.
HELMER.- Sí...Pero tampoco podemos despilfarrar.
NORA.- Un poco, Torvaldo, sólo un poquitín, ¿no? Ahora que vas a recibir un sueldo mayor, y que ganarás mucho, mucho dinero...
HELMER.- Sí, a partir del año próximo; pero tendrá que pasar un trimestre antes de recibir nada.
NORA.- ¿Y eso qué importa? Mientras, pedimos prestado.
HELMER.- ¡Nora! ¡Siempre con esa misma ligereza! Suponte que solicito prestados hoy mil coronas, que tú las gastas durante las pascuas de Navidad, que la víspera del año nuevo me cae una teja en la cabeza, y que...
NORA.- (Tapándose la boca con la mano) Cállate y no pienses en esas cosas.
HELMER.- Pero suponte que sucediera. ¿Y entonces?
NORA.- Si ocurriera tal cosa..., me daría igual tener deudas que no tenerlas.
HELMER.- ¿Y las personas que me hubieran facilitado el dinero?
NORA.- ¿Quién se acuerda de ellas? Son personas extrañas.
(CASA DE MUÑECAS, de E. Ibsen)
Repitan la lectura de los diálogos anteriores. Van a ver que cada vez que habla Nora lo hace de una manera erótica. Su marido lo hace tanáticamente. ¿Verdad que sí? Les voy a poner otro ejemplo de mujer erótica casada con un tanático. El autor es mexicano.
PIEDAD.- Están sonando las once. A ver... ¿qué es eso?
GELASIO.- (Mostrándole una hoja) Este es el certificado. No tienes idea qué trabajo me costó sacárselo.
PIEDAD.- ¿Cuánto le pagaste?
GELASIO.- No quiso nada. Me dijo que hasta que de veras se muriera papá, me diría cuánto.
PIEDAD.- ¡Ah, cómo serás...! ¿No ves que así querrá cobrarte más? Con eso de que ni nosotros sabemos cuándo deje de herencia, a la hora de cobrar, todos van a querer encajarse.
GELASIO.- Tal vez...Oye, he estado pensando y pensando en las consecuencias que nos puede traer esto.
PIEDAD.- ¿Y las ventajas, no cuentan? Piensa también en ellas. Al fin que a más tardar, tu padre se morirá hoy. Ya ves que ni puede respirar. Todo el tiempo con el ruido ese en la garganta. Y si se muere- como espero en Dios- esta noche, ya mañana lunes podemos ir al solar. ¡Todo está descuidado por culpa de su maldita agonía que no termina nunca!
GELASIO.- Pero es que...No, Piedad, no me parece bien que hagamos esto.
(LOS CUERVOS ESTÁN DE LUTO, de Hugo Argüelles)
En seguida un diálogo entre dos homosexuales. Estos normalmente son tanáticos ya que no pueden reproducir la vida.
ROLANDO.- Es que qué vas a hacer, no te vayas.
MANZANITA.- Si no me voy ahora ya no me voy. A qué me quedo. Que el Cuervo diga lo que quiera cuantas veces quiera, no me importa; ya me cansé de que me amenace, me choca, lo odio, lo aborrezco, no puedo estar a gusto en ninguna parte porque ahí ha de llegar; ya no me puedo aguantar, no tengo por qué. Yo esperaba que el Pabilo la chocara conmigo pero nunca va a querer; le hablé y como si nada, se cambió a carpintería para no estar conmigo en la parcela, no se sienta conmigo en el salón, ni sus cuentitos me quiere enseñar...y todo por este desgraciado.
(SANTA CATALINA, de Oscar Villegas)
Como Manzanita los tanáticos viven quejándose pero no hacen nada o hacen poco para remediar su situación. ¿Canciones tanáticas? Abran ustedes un cancionero mexicano y las encontrarán en cada hoja.
¡Qué lejos estoy del suelo donde he nacido:
inmensa nostalgia invade mi pensamiento,
y al verme tan solo y triste cual hoja al viento
quisiera llorar, quisiera morir de sentimiento.
CANCIÓN MIXTECA, de José López Alavés)
Si viajamos más al sur de América:
Y triste el jibarito va,
pensando así, diciendo así, llorando así,
por el camino...
¡ Qué será de Borinquen, mi Dios querido,
que será de mis hijos y de mi hogar!
(LAMENTO BORINCANO, de Rafael Hernández)
Hasta llegar al Cono Sur:
Volver
con la frente marchita
las nieves del tiempo
platearon mi sien.
Sentir
que es un soplo la vida;
que veinte años no es nada
que febril la mirada,
errante en las sombras,
te busca y te nombra.
Vivir
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo
que lloro otra vez.
(VOLVER, de Carlos Gardel)
Prácticamente todas las canciones rancheras de José Alfredo Jiménez son tanáticas:
Me cansé de rogarle, me cansé de decirle
que yo sin ella de pena muero;
ya no quiso escucharme
si sus labios se abrieron,
fue pa'decirme:
¡Ya no te quiero!
(ELLA)
En cambio la mayoría de las canciones de Agustín Lara son eróticas. Eróticas son FAROLITO, MUJER, VERACRUZ, sus canciones españolas y muchas más.
Mujer, mujer divina,
tienes el veneno que fascina en tu mirar,
Mujer alabastrina,
eres vibración de sonatina pasional.
Tienes el perfume de un naranjo en flor,
el altivo porte de una majestad,
Sabes de los filtros que hay en el amor,
tienes el hechizo de la liviandad.
La divina magia de un atardecer
y la maravilla de la inspiración.
Tienes en el ritmo de tu ser
todo el palpitar de una canción...
Eres la razón de mi existir: mujer.
(MUJER)
Otra canción erótica, esta sobre la ciudad de México:
Mi ciudad
es chinampa en un lago escondido,
es zenzontle
que busca a dónde hacer nido.
Rehilete
que engaña la vista al mirar.
Baila al son
del tequila y de su valentía,
es jinete que arriesga la vida
en un lienzo de fiesta y color.
(MI CIUDAD, de Guadalupe Trigo)
Podríamos, si tuviéramos todo el tiempo del mundo, seguir examinando canciones, poemas, obras de teatro, películas, personajes, costumbres. Ustedes lo pueden hacer, si no en este momento sí poco a poco. Hoy esta canción, mañana esa película, pasado mañana a Greta Garbo, el jueves la fiesta de los toros, el viernes el Día de Muertos. Se van a divertir y a aprender mucho.
Es importante saber que todos vivimos continuamente en conflicto por nuestro tanatismo que se opone a nuestro erotismo . Lo tanático frena a lo erótico, lo erótico derrota a lo tanático. Nuestro erotismo nos pide que nos acostemos con todas las mujeres del mundo; nuestro tanatismo nos dice que no es posible, que es peligroso, que nos podemos enfermar. Los personajes también tendrán este tipo de conflicto.
Para terminar con los personajes carácter nos falta el estudio de lo cerebral, lo cordial y lo visceral.
TANATISMO Y EROTISMO
Vamos a pasar a una parte que implica mayor dificultad para entender pero que es muy importante para la creación de un personaje. Hablo del erotismo y el tanatismo.
Cada vez que llego a este punto pregunto a los que llevan mi taller que qué entienden ellos por erotismo. La respuesta, en la mayoría de los casos, es sexo y todo lo que se relacione con él; unos pocos contestan que todo lo que tiene que ver con lo sensual, con los sentidos. Y no, erótico no es precisamente eso. Erótico, que viene de Eros, amor, se refiere a amor a la vida, a todo lo relacionado con ella. El sexo es parte fundamental pues es por medio de él que los seres vivos se pueden reproducir, sin sexo la vida se acabaría en una generación. Cualquier acto que se relacione con la vida, con el gusto por ella, con la creación, será erótico. En cambio todo lo que esté relacionado con la muerte, que hable de ella, que se interese en ella, será tanático. Tánatos viene de la misma palabra griega y quiere decir muerte. Si yo pienso frecuentemente en ella, la deseo, o por lo contrario, le tengo miedo, seré un ser tanático. Los humanos somos al mismo tiempo eróticos y tanáticos, de la misma forma que sucede con el sexo, todos somos masculinos y femeninos, pero igual que sucede en la esfera sexual, siempre va a predominar alguna de las dos fuerzas. Los seres masculinos tendrán mucho más hormonas masculinas que femeninas; los seres femeninos más hormonas femeninas que masculinas. De igual manera seremos más eróticos que tanáticos o más tanáticos que eróticos. Jamás se encontrará al erótico puro como tampoco al masculino puro.
Al nacer todos seremos eróticos ya que nuestra única finalidad es vivir, después conocer la vida y disfrutarla. Primero nuestros padres y después la escuela y la sociedad, entre la que está incluida, como factor muy importante, la iglesia, se encargarán de frenar nuestros impulsos eróticos para inculcarnos de golpe o poco a poco lo tanático. Afortunadamente no siempre lo consiguen y algunas personas logran llegar a la edad adulta siendo eróticos. La edad, las enfermedades, los problemas, los conocimientos y la misma vida, se encargarán de subrayar lo tanático para hacerlo resaltar sobre lo erótico. Es importante recalcar que cualquiera de nosotros en un momento dado puede cambiar su fuerza debido a circunstancias o a la evolución personal. Un triunfo nos vuelve eróticos, un fracaso tanáticos. Lo que es cierto que una de estas dos fuerzas será la que predomine en el transcurso de nuestra vida y será la que nos de una serie de elementos que nos diferencien de los demás. Un ser erótico será constructivo, creativo; uno tanático será contemplativo. Muy en general el niño es erótico, el adolescente continúa siendo erótico, el joven ya se puede dividir en erótico y tanático, los adultos predominan en su tanatismo y el anciano es en la mayor parte de las veces un ser tanático. No es una regla general pues podemos encontrar niños tanáticos y ancianos eróticos, basta para esto observar a los niños de la clase lúmpen, a los adolescentes marginados.
También como rasgos generales vamos a ver a continuación como se comportan los seres eróticos y tanáticos en distintas circunstancias y ante diferentes estímulos. ¿Cómo piensan ustedes que se comportan frente a la comida? El ser erótico come por el placer que le producen los alimentos. Al levantarse ya está pensando si va a desayunar chilaquiles o un bistec a la mexicana con mucha salsa. De sólo pensarlo se le hace agua la boca. Cuando esté frente al plato lo observará, lo olerá, comerá saboreando cada cucharada. Al final podrá eructar de felicidad. Su tiempo de alimentación será sagrado. Le gustará comer acompañado de la familia o de amigos, cuando pueda irá a restaurantes de su gusto, conocerá diferentes cocinas mundiales, probará todo lo nuevo. En cambio el tanático comerá para satisfacer su necesidad de alimentarse. Prácticamente nunca tiene antojos. Puede comer leyendo el periódico o viendo la televisión. Lo mismo le da que le sirvan una cosa que otra. Comerá con prisa. Si se le pregunta en la noche que comió al mediodía es posible que no lo recuerde. En los viajes preferirá no comer platos especiales para poder ahorrar dinero. No le gustará probar nuevos platillos. En general los vegetarianos entran en esta categoría.
¿Cómo se comportan en el trabajo? El erótico organiza, busca nuevas formas, disfruta lo que hace pero no se conforma. Si el trabajo deja de producirle placer, o deja de ser un reto personal, lo abandona para buscar otro trabajo más interesante. No acepta injusticias. Puede ser el líder que organice una huelga. Siempre es creativo y luchador. Muy difícilmente llega a la jubilación pues no dura mucho en un solo lugar. El tanático en cambio siempre llega a la edad de jubilación, es obediente, cumple estrictamente con lo que le mandan, pero no hace más; checa a tiempo su tarjeta de entrada y salida, procura evitar cualquier queja, no se mete en líos o pleitos. Si no es observado deja de hacer su trabajo ya que éste no le entusiasma. No cambia de trabajo por miedo. Es muy posible que se viva quejando con los amigos o con la familia de lo pesado de su labor, de lo mal que lo tratan, de lo poco que le pagan, de los favoritismos que existen en su empresa, pero no hará nada para que se modifiquen estos males.
En el hogar el tanático es tranquilo, cede con la mujer y los hijos para no tener problemas, es metódico, aburrido, ordenado. Le molesta cualquier cambio en la casa. Puede pasar horas enteras sentado frente al televisor. Platica con la familia lo más indispensable. El erótico procurará solucionar todos los problemas de la familia, buscará diversas actividades para él y para su mujer e hijos, cambiará frecuentemente el orden de los muebles y los cuadros, traerá nuevos elementos de decoración, es inquieto, le aburre la televisión, exige acción a todos los que lo rodean.
En los deportes el tanático es espectador. Su placer es contemplar en su aparato de televisión su deporte favorito. Si llega a hacer o practicar algún ejercicio será por prescripción médica. El erótico practicará los deportes, preferirá jugar al futball con un grupo de niños que pasarse horas enteras viéndolo en la pantalla. Gozará el deporte elegido por él, será competitivo, llegará a ser el capitán del equipo. Lucirá por su creatividad y empuje. Puede ser muy violento y pasional.
¿Cuál de los dos puede llegar a ser fanático en religión? El erótico. Este se puede apasionar y llegar a matar o dejarse matar por una idea. Pero igual puede en un momento dejar de creer, volverse ateo. Se interesará por todas las religiones. No cree en el diablo ni en el cielo. El erótico cuestiona todo, hasta lo que la iglesia dice que no se debe cuestionar. Odia las obligaciones religiosas como ir a misa cada semana. El tanático en cambio cumplirá con todas las obligaciones religiosas, irá, si es católico, a misa, comulgará cada primer viernes, rezará en su casa. Todo esto lo hará por el miedo al más allá, al infierno. Cree en el pecado, en el cielo y el infierno, en los ángeles, diablos y santos. Difícilmente ofrendará su vida por la religión.
¿Cómo se comportan sexualmente? El tanático cumple por obligación y por el instinto de reproducción. No goza o lo hace muy levemente. Si el sexo llega a producirle mucho placer se llenará de sentimiento de culpa. El sexo le suele parecer sucio. Nunca se preocupa por hacer gozar a su pareja. Será metódico, hará el amor a una hora determinada, generalmente de noche y a oscuras. El erótico disfruta plenamente el acto sexual y los preámbulos a éste, busca nuevas técnicas y las trata de poner en práctica. Es curioso. Busca diferentes lugares y horas para hacer el amor. Puede llegar a ser muy creativo. El tanático será fiel, el erótico difícilmente lo será.
¿Cuál de los dos ve revistas o películas pornográficas? ¿El erótico? No. Los dos. El erótico las ve para divertirse, excitarse o para aprender. El tanático las ve a escondidas con un gran sentimiento de culpa. El primero tendrá relaciones con su pareja después de excitarse con la película, el segundo irá al baño a masturbarse.
¿Y qué sucede con el amor? El erótico será apasionado, al sentirse traicionado odiará con fuerza, puede llegar hasta el crimen. El tanático no se apasiona, buscará una pareja que le convenga para llenar sus necesidades sociales, caseras y económicas. El erótico buscará una pareja con la cual competir, el tanático una que lo dirija, le ordene. Si el tanático es traicionado no lo creerá o se divorciará buscando un entendimiento en cuanto al dinero o a los hijos. Ambos desearán casarse con una mujer erótica, el primero para competir y el segundo para doblegarse. El primero se casa con esa mujer, el segundo preferirá una tanática.
En las artes uno es creativo, el otro contemplativo. Vayamos a la filosofía. ¿Cuál de los dos tiene mayor posibilidad de llegar a ser un gran filósofo? Si contestaron que el erótico están muy equivocados. El erótico vive la vida, el tanático es el que la piensa, la cuestiona, la trata de explicar. El tanático también es el gran coleccionista, el historiador, el investigador. Al erótico le gusta el cambio.
¿Quién de los dos tiene mayor cantidad y mejores amigos? Tampoco es el erótico. El erótico tiene amigos de momento, los que le convienen en alguna circunstancia ya sea deportiva o de trabajo. Por ellos puede dar la vida y odiarlos si siente traicionado. El jamás perdona. El tanático conserva los viejos amigos, los procura, no le gusta hacer nuevas amistades. Si lo traicionan perdona. Perdona por miedo. Y por miedo no le gusta salir de su casa de noche, cierra su casa con muchos candados, pone varias alarmas a su auto. Procura que las reuniones de amigos sean temprano. El erótico es muy social, le gusta lucirse, es buen bailarín, con todos se lleva y con todos bebe la copa. Es amiguero pero no amigo. El sí sale de noche a cuanta invitación le hagan.
¿Cómo visten? El tanático será conservador, cuidará su apariencia, vestirá de gris, café o tonos opacos. Si es hombre usará corbata, la mujer falda o vestidos no llamativos. También puede ser descuidado con su ropa, llevarla sucia o arrugada. El erótico viste a la moda, usará colores y formas llamativas pero que le vayan bien.
¿Cuál de los dos cuida más su salud? ¿El erótico que quiere vivir sano o el tanático que piensa en la muerte? El que más la cuida es el tanático; al pensar en la muerte piensa en las enfermedades y trata de evitarlas. Se aparta de lo que lo pueda dañar. Fácilmente se vuelve hipocondríaco. El erótico busca disfrutar la vida a pesar de los riesgos. Con tal de disfrutar del sexo no le importa que le peguen una gonorrea, por disfrutar una buena comida no le importa una posible indigestión, con tal de disfrutar la vista desde lo alto de la montaña no piensa en una pulmonía, en una caída o cualquier otro riesgo. El tanático no se expone. Si hace frío usará ropa gruesa, guantes y bufanda.
¿Cuál de los dos piensan ustedes que pueda volverse drogadicto? Piensen un poco. ¿Seguro que el erótico? ¿No será más bien el tanático? El que puede volverse drogadicto, alcohólico o farmacodependiente es el...tanático. El erótico jamás aceptará depender de ellas como no acepta depender de nadie. El erótico es capaz de probar todas las drogas para ver que se siente. El tanático las usará como otra forma de morir.
¿A cuál de los dos le importa la moral? Sí, contestaron bien. Al tanático. El siempre estará atento del qué dirán, de lo que ordene la iglesia o la sociedad. El erótico se reirá de los principios morales y tratará de trasgredirlos. En cambio luchará hasta la muerte por los principios éticos: vida, libertad, amor, justicia. Al tanático los principios éticos le causan temor.
¿Y en el mando, cómo actúa cada uno? El tanático prefiere obedecer, buscará un jefe que lo dirija llámese éste madre, esposa, director, capitán, profesor, cura, psiquiatra, jefe o padre. El erótico está hecho para mandar.
¿Cuál de los dos acudirá regularmente con el psiquiatra? Para qué preguntarlo, por supuesto que es el tanático. Al erótico lo llevan, él no irá por su cuenta.
Podríamos seguir poniendo ejemplos. Con los anteriores creo que basta. Una última pregunta. ¿Cuál de los dos creen ustedes que muere primero, el erótico o el tanático? No, no contesten tan rápido, piénsenlo un poco. El que muere generalmente joven es el erótico. Sí, no me equivoqué. El erótico muere primero porque es el que se expone constantemente. Es capaz de correr en su auto a 200 kilómetros por hora, lanzarse en paracaídas, sumergirse en el fondo del mar, pelear en una cantina, encabezar una manifestación contra el gobierno. El tanático no. El estará pensando en la muerte y como evitarla. Si existe el menor riesgo en algo lo evitará. Vivirá muchos años quejándose de sus enfermedades, de sus achaques, de todo, pero vivirá.
Entre mayor número de las características que acabamos de ver tenga cada uno de nosotros seremos o más eróticos o más tanáticos. ¿Ustedes que creen ser, tanáticos o eróticos? Ya sé lo que me van a contestar, nunca falla. Todos son eróticos. ¿No es así? ¿Si les pregunto que qué somos los mexicanos también todos van a contestar que tanáticos, que México es tanático como son la mayoría de los países latinos, díganlo sino las canciones populares y la mayoría de nuestras tradiciones que son las que nos reflejan. El mexicano se vive llorando a la mujer que lo abandonó, el argentino y el uruguayo ya ni se diga. El tango es cien por ciento tanático en su contenido. Curiosamente el baile y la música no lo son. ¿Entonces que son ustedes?
Hagamos un pequeño resumen de cada uno de ellos. El tanático es fatalista, opacado, introvertido, espectador, masoquista, poco creativo, púdico, débil, enfermizo, cobarde, huidizo, pensador, filósofo, sumiso, tibio, coleccionista, amigo, observador, poco excitable. Es un ser que no encuentra fácilmente solución a sus problemas, que se le cierra el mundo. Fácilmente cae en la depresión. Es cerebral. Puede caer en la drogadicción o el alcoholismo. Es dependiente.
El erótico es un ser constructivo, actor de los acontecimientos, sexual, sádico, sano, extrovertido, valiente, elegante, pasional, alegre, con don de mando, que muere generalmente joven, se enfrenta a los acontecimientos y circunstancias. Es infiel con la esposa y los amigos. Generalmente es inculto y no siempre inteligente. Es visceral. Sabe gozar la vida. Es apasionado.
El personaje erótico busca una catástrofe menor para hacerla mayor, cuando llega esta, si no sucumbe, regresa con un gran sentido de seguridad y no trata de repetir la experiencia. El tanático desencadena pequeñas catástrofes para irse destruyendo poco a poco, hasta llegar a una catástrofe profunda. Se engolosina en el horror y descubre su capacidad catastrófica y continua en ella.
Para combatir el subconsciente tanático éste debe canalizarse, expresarse y sublimarse. Es el modo de combatir la neurosis, en especial la depresiva. El mexicano es paranoico por excelencia. Huye del éxito. Los tanáticos desean regresar a la pureza a través de la muerte.
Sin ser una regla se puede decir que los personajes de pieza serán tanáticos, los de tragedia, comedia y farsa serán eróticos; los de melodrama tanáticos, los de tragicomedia eróticos. Repito que no es una regla pero sirve.
Sigamos con ejemplos prácticos en los que se pueda aplicar el término tanático o el erótico. ¿Una actriz con personajes tanáticos? Tenemos muchas: Libertad Lamarque, Sara García, Marga López. ¿Una erótica? María Félix. ¿Qué es Sofía Loren? Claro, erótica. Un director de cine tanático: Igmar Berman. Uno erótico: Fellini. Actores eróticos: Brando, Belmondo, Stallone. Vamos a revisar a los políticos. ¿ Qué es para ustedes Adolfo Hitler? ¿Por qué contestan que tanático? ¿ Porque mataba? No. Hitler era erótico. Recuerden que los sádicos, los que tienen poder son eróticos. Cualquier político, incluyendo a Gandhi, son eróticos porque todos lucharon y consiguieron el poder. Los criminales son eróticos en general así como la mayoría de los grandes pensadores son tanáticos. No se avergüencen de ser tanáticos, si es que lo son. Tan bueno es ser erótico como tanático e igual de malo ser uno o el otro, lo importante es saber manejar nuestro erotismo o nuestro tanatismo.
Pero sigamos con los ejemplos. Hablo en general. ¿Qué países son más eróticos o tanáticos? Son eróticos los sajones: EE UU, Alemania, Suecia. Ellos pelean por el poder, destruyen todo, son activos, les importa poco el pasado, para ellos es más importante el presente o el futuro, sobre todo el presente. Son tanáticos los pueblos latinos.
Sigan buscando personajes tanáticos o eróticos. Les iba a pedir que no traten de estudiar a sus familiares o amigos, ya que estos parámetros no son muy estrictos ni muy científicos. Pero estoy seguro que ya lo hicieron. ¿O no? Para mí es más importante que los apliquen a sus personajes que para eso los anoté. A ellos si pueden hacerlos todo lo tanático o erótico que ustedes quieran.
¿Y cómo aplicar estos conocimientos en una obra teatral? Vean cómo lo han hecho algunos autores.
NORA.- Recién he llegado. (Se guarda el cucurucho de almendras en el bolsillo y se limpia la boca) Acércate, Torvaldo; mira las cosas que he comprado.
HELMER.- No me interrumpas. (Momento después abre la puerta y aparece con la pluma en la mano, observando en todas direcciones) ¿Comprado dices? ¿Todo eso? ¿Otra vez ha encontrado la niñita manera de gastar el dinero?
NORA.- Pero, ¡Torvaldo! Este año aún estamos en condiciones de hacer algunos gastos más. Es la primera Navidad en que no estamos obligados a andar con escasez.
HELMER.- Sí...Pero tampoco podemos despilfarrar.
NORA.- Un poco, Torvaldo, sólo un poquitín, ¿no? Ahora que vas a recibir un sueldo mayor, y que ganarás mucho, mucho dinero...
HELMER.- Sí, a partir del año próximo; pero tendrá que pasar un trimestre antes de recibir nada.
NORA.- ¿Y eso qué importa? Mientras, pedimos prestado.
HELMER.- ¡Nora! ¡Siempre con esa misma ligereza! Suponte que solicito prestados hoy mil coronas, que tú las gastas durante las pascuas de Navidad, que la víspera del año nuevo me cae una teja en la cabeza, y que...
NORA.- (Tapándose la boca con la mano) Cállate y no pienses en esas cosas.
HELMER.- Pero suponte que sucediera. ¿Y entonces?
NORA.- Si ocurriera tal cosa..., me daría igual tener deudas que no tenerlas.
HELMER.- ¿Y las personas que me hubieran facilitado el dinero?
NORA.- ¿Quién se acuerda de ellas? Son personas extrañas.
(CASA DE MUÑECAS, de E. Ibsen)
Repitan la lectura de los diálogos anteriores. Van a ver que cada vez que habla Nora lo hace de una manera erótica. Su marido lo hace tanáticamente. ¿Verdad que sí? Les voy a poner otro ejemplo de mujer erótica casada con un tanático. El autor es mexicano.
PIEDAD.- Están sonando las once. A ver... ¿qué es eso?
GELASIO.- (Mostrándole una hoja) Este es el certificado. No tienes idea qué trabajo me costó sacárselo.
PIEDAD.- ¿Cuánto le pagaste?
GELASIO.- No quiso nada. Me dijo que hasta que de veras se muriera papá, me diría cuánto.
PIEDAD.- ¡Ah, cómo serás...! ¿No ves que así querrá cobrarte más? Con eso de que ni nosotros sabemos cuándo deje de herencia, a la hora de cobrar, todos van a querer encajarse.
GELASIO.- Tal vez...Oye, he estado pensando y pensando en las consecuencias que nos puede traer esto.
PIEDAD.- ¿Y las ventajas, no cuentan? Piensa también en ellas. Al fin que a más tardar, tu padre se morirá hoy. Ya ves que ni puede respirar. Todo el tiempo con el ruido ese en la garganta. Y si se muere- como espero en Dios- esta noche, ya mañana lunes podemos ir al solar. ¡Todo está descuidado por culpa de su maldita agonía que no termina nunca!
GELASIO.- Pero es que...No, Piedad, no me parece bien que hagamos esto.
(LOS CUERVOS ESTÁN DE LUTO, de Hugo Argüelles)
En seguida un diálogo entre dos homosexuales. Estos normalmente son tanáticos ya que no pueden reproducir la vida.
ROLANDO.- Es que qué vas a hacer, no te vayas.
MANZANITA.- Si no me voy ahora ya no me voy. A qué me quedo. Que el Cuervo diga lo que quiera cuantas veces quiera, no me importa; ya me cansé de que me amenace, me choca, lo odio, lo aborrezco, no puedo estar a gusto en ninguna parte porque ahí ha de llegar; ya no me puedo aguantar, no tengo por qué. Yo esperaba que el Pabilo la chocara conmigo pero nunca va a querer; le hablé y como si nada, se cambió a carpintería para no estar conmigo en la parcela, no se sienta conmigo en el salón, ni sus cuentitos me quiere enseñar...y todo por este desgraciado.
(SANTA CATALINA, de Oscar Villegas)
Como Manzanita los tanáticos viven quejándose pero no hacen nada o hacen poco para remediar su situación. ¿Canciones tanáticas? Abran ustedes un cancionero mexicano y las encontrarán en cada hoja.
¡Qué lejos estoy del suelo donde he nacido:
inmensa nostalgia invade mi pensamiento,
y al verme tan solo y triste cual hoja al viento
quisiera llorar, quisiera morir de sentimiento.
CANCIÓN MIXTECA, de José López Alavés)
Si viajamos más al sur de América:
Y triste el jibarito va,
pensando así, diciendo así, llorando así,
por el camino...
¡ Qué será de Borinquen, mi Dios querido,
que será de mis hijos y de mi hogar!
(LAMENTO BORINCANO, de Rafael Hernández)
Hasta llegar al Cono Sur:
Volver
con la frente marchita
las nieves del tiempo
platearon mi sien.
Sentir
que es un soplo la vida;
que veinte años no es nada
que febril la mirada,
errante en las sombras,
te busca y te nombra.
Vivir
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo
que lloro otra vez.
(VOLVER, de Carlos Gardel)
Prácticamente todas las canciones rancheras de José Alfredo Jiménez son tanáticas:
Me cansé de rogarle, me cansé de decirle
que yo sin ella de pena muero;
ya no quiso escucharme
si sus labios se abrieron,
fue pa'decirme:
¡Ya no te quiero!
(ELLA)
En cambio la mayoría de las canciones de Agustín Lara son eróticas. Eróticas son FAROLITO, MUJER, VERACRUZ, sus canciones españolas y muchas más.
Mujer, mujer divina,
tienes el veneno que fascina en tu mirar,
Mujer alabastrina,
eres vibración de sonatina pasional.
Tienes el perfume de un naranjo en flor,
el altivo porte de una majestad,
Sabes de los filtros que hay en el amor,
tienes el hechizo de la liviandad.
La divina magia de un atardecer
y la maravilla de la inspiración.
Tienes en el ritmo de tu ser
todo el palpitar de una canción...
Eres la razón de mi existir: mujer.
(MUJER)
Otra canción erótica, esta sobre la ciudad de México:
Mi ciudad
es chinampa en un lago escondido,
es zenzontle
que busca a dónde hacer nido.
Rehilete
que engaña la vista al mirar.
Baila al son
del tequila y de su valentía,
es jinete que arriesga la vida
en un lienzo de fiesta y color.
(MI CIUDAD, de Guadalupe Trigo)
Podríamos, si tuviéramos todo el tiempo del mundo, seguir examinando canciones, poemas, obras de teatro, películas, personajes, costumbres. Ustedes lo pueden hacer, si no en este momento sí poco a poco. Hoy esta canción, mañana esa película, pasado mañana a Greta Garbo, el jueves la fiesta de los toros, el viernes el Día de Muertos. Se van a divertir y a aprender mucho.
Es importante saber que todos vivimos continuamente en conflicto por nuestro tanatismo que se opone a nuestro erotismo . Lo tanático frena a lo erótico, lo erótico derrota a lo tanático. Nuestro erotismo nos pide que nos acostemos con todas las mujeres del mundo; nuestro tanatismo nos dice que no es posible, que es peligroso, que nos podemos enfermar. Los personajes también tendrán este tipo de conflicto.
Para terminar con los personajes carácter nos falta el estudio de lo cerebral, lo cordial y lo visceral.
sábado, 25 de septiembre de 2010
Personaje carácter. Capitulo XXII
CARÁCTER
Un personaje carácter es un ser complejo, con un vicio de carácter, recurrente, con una trayectoria definida, tanático o erótico, que mueve o padece la acción, que sufre un cambio importante durante su trayectoria, que puede ser cerebral, cordial o visceral; que es contradictorio y aspira a la singularidad.
¿Muy difícil? Vamos a aclarar punto por punto. El primero es el más simple. Un ser complejo es el que no es sencillo, el que tiene muchos elementos que lo forman y no uno solo. Este concepto no creo que necesite mayor aclaración, en cambio, el vicio de carácter nos va a llevar más tiempo. El diccionario dice que vicio es un defecto o imperfección que hace que una persona sea impropia para el fin al que se destina. También que es una disposición o tendencia a lo malo. Yo diría, de manera más sencilla, que vicio es la exageración de cualquiera de nuestros gustos normales. La comida me da un gusto, si la exagero llego a la gula. El gozar del sexo es lo normal, si me vuelvo obsesivo se convierte en lujuria. El descansar es necesario y gratificante, el no hacer nada nos lleva a la pereza. Vicio es exagerar cualquier cosa, por eso nos decían nuestros padres que "cualquier exceso es malo" o que " todo con medida, nada con exceso". Lo que no sabían, o más bien lo sabían muy profundamente, y por eso tantas recomendaciones, es que cada uno de nosotros tiene un vicio y que ese vicio es el que va a marcar toda nuestra vida. En unos de forma intensa, en otros de manera ligera, pero marcados al fin y al cabo. Por eso tantas prohibiciones, tantas amenazas con el infierno. Todo inútil. Ese vicio seguirá en nosotros y es el que nos va a dar una personalidad propia. Es nuestro vicio de carácter. Algunos podremos ocultar nuestro vicio, otro no. La iglesia, siempre inteligente, supo hace muchos siglos del poder de estos vicios; para quitárnoslos o para por lo menos controlarlos, los nombró pecados. A los más frecuentes y que además eran los que más influían en el ser humano les agregó el calificativo de capitales. ¿Recuerdan los pecados capitales? Son siete: lujuria, gula, ira, pereza, soberbia, envidia y avaricia. Estos vicios son los que movían al mundo...y lo siguen moviendo. Hay muchos otros vicios, unos mayores y otros menores. Podemos nombrar entre ellos al alcoholismo, la drogadicción, el chisme, la mitomanía, el robo, el sadismo, el masoquismo, la falsa modestia, la jactancia, la pudibundez, el exhibicionismo, la intransigencia, y muchos otros. ¿Cuál es el tuyo?
Si yo, como ser humano que soy, tengo alguno de estos vicios, es casi seguro que mi vida será regida por él. Si soy goloso, por ejemplo, todo lo voy a relacionar con la comida, lo bueno y lo malo. Sufriré con la gordura, me pondré a dieta, pensaré todo el día en que voy a comer, desayunar y cenar, viajaré por el mundo para conocer restaurantes y platillos típicos, me casaré con una mujer que sepa cocinar, a mi trabajo llevaré tortas o cualquier otro alimento. Mis mayores conocimientos serán saber como se cocina tal o cual alimento, dónde se preparan las mejores tortas de chorizo de la ciudad o los mejores tacos sudados. Inútil que me digan que por mi gula me voy a enfermar, que me voy a volver diabético o hipertenso, que el dinero no me va a alcanzar si sigo comprando tantas cosas de comer, sobre todo cosas de lujo como quesos, angulas, dulces de almendra. Con mis amigos y familiares platicaré de comida, organizaré todos los eventos familiares, sociales y de trabajo en buenos restaurantes y con deliciosos platillos y...! Hmmm!, cuando esté frente al plato anhelado mi gozo será infinito.
¿Cómo es como empleado el goloso? Generalmente malo, siempre está dispuesto a dejar de trabajar para dedicar el tiempo a comer, su escritorio estará siempre sucio, con grasa. ¿Cómo es como amigo? Generalmente muy bueno, siempre estará pendiente de nuestros cumpleaños para hacer un pastel...y después poder comérselo él. A la familia le obligará a comer. Sus hijos deben ser gordos, lo que es signo de salud, según él.
¿Cuál es el motivo de que nos volvamos viciosos? ¿Será por imitación, por llevar la contraria, por enfermedad? No, lo somos por el gozo. El vicio nos produce tanto placer que nos importa poco todo lo demás: enfermedades, críticas, dolores, pobreza. Por eso lo repetimos una y otra vez. Esta repetición es lo que se llama recurrencia. Recurrencia es el tercer elemento del personaje carácter. Un gusto que no produce un placer intenso que obligue a repetirlo obsesivamente no es un vicio.
Molière, más que nadie, supo dibujar estos vicios y estas recurrencias. Su ENFERMO IMAGINARIO gozaba intensamente siendo hipocondríaco. Su AVARO llegaba al éxtasis cuando contaba sus monedas de oro.
HARPAGÓN.- (Creyéndose solo) Sin embargo, no sé si habré hecho bien enterrando en mi jardín diez mil escudos que me entregaron ayer. Diez mil escudos de oro en la casa son una suma bastante... (Aparte, viendo a Elisa y Cleanto) Oh, cielos, si me habré traicionado a mí mismo: me he dejado llevar y creo que he hablado alto al discutir conmigo mismo. (A Cleanto y Elisa) ¿Qué hay?
ELISA.- Nada, padre mío.
HARPAGÓN.- ¿Habéis oído...?
CLEANTO.- ¿Qué, padre?
HARPAGÓN.- Lo que acabo de decir.
CLEANTO.- No.
HARPAGÓN.- Sí, sí oísteis.
ELISA.- Perdóname.
HARPAGÓN.- Bien veo que habéis oído algunas palabras. Es que hablaba conmigo mismo de lo difícil que es hoy por hoy encontrar dinero, y me decía que es bien feliz quien puede tener diez mil escudos encima.
(EL AVARO, de Moliére)
¿Ya sabes cuál es tu vicio? Dilo con confianza que no te puedo escuchar. ¿La lujuria? Vaya...entonces tú eres de los que ven a sus compañeras de trabajo como futuras compañeras de cama. Eres de los que puede arriesgar la vida en manos de un marido celoso, al que no le importa contraer el sida con tal de tener una aventura. Eres de los que van al cine a ver sólo películas eróticas, que leen al Marques de Sade, que no le basta con la esposa por más guapa que esté. Que cualquier mujer... ¿Y tú, qué vicio tienes? No me digas, así que te encanta el chisme, que vives para él, qué... ¿Cómo dices? ¿Que cuánto pienso ganar con este libro, que mucho de lo que hay en él no es mío? ¡Oye, no creo que a ti te deba importar! A mí nadie me va a acusar de plagiario. Ya dije al principio que muchas ideas no son mías, que son de otros autores. Mira, sigue con tus chismes que a mí no me van a influir... ¿Qué si ya oí lo que dijo Hugo Argüelles? ...¡No! ¡No pienso seguir escuchando tus chismes! ¿Y tú, sí, tú, cuál crees que es el tuyo? ¿La soberbia? ¿Sabes que la soberbia es tratar de ser igual o superior a Dios? ¿Qué tú lo eres? Bueno, si tú lo dices. Espero que para este momento ya todos los que leen este manual sepan cuál es su vicio o pecado, llámenlo como quieran. ¿Verdad que ya todos lo saben? ¿Cómo que no? Bueno, si les cuesta tanto trabajo saberlo no tienen mas que preguntárselo a sus amigos, a sus familiares. Ellos de seguro lo saben muy bien. Casi nunca fallan: Juan es un agarrado de marca, Andrés es un hocicón, Julia es una puta, Altagracia es una vieja chismosa, Luis se la pasa pensando en quién va a llevarse a la cama. ¿.La gorda de Alicia? Esa no piensa más que en comer. No le hagas caso a Roberto, se la pasa inventando cosas. Si vieras lo que me acaba de decir de Ernesto. Ya ven, nuestros vicios se ven, se notan, se sienten. Uno es el que cree que no tiene ninguno o que tiene varios. Nadie tiene muchos, cada ser sólo tiene un vicio, lo demás son gustos, placeres.
El siguiente ejercicio sirve para conocer cómo ese vicio va a influir, positiva y negativamente, en nuestra vida. Piensen como influye el suyo en su familia, en su trabajo, en sus diversiones. Por ejemplo tú, el soberbio. ¿Qué me puedes decir? ¿Que le caes mal a todo el mundo, que no te puedes relacionar, que al sentir a todos por abajo de ti, al despreciarlos, ellos te corresponden con hostilidad? Eso es claro. ¿Y tu soberbia que te da de positivo, aparte del placer? Te da la fuerza para estudiar y trabajar y sobre todo para prepararte para ser el mejor ya que lo que dices lo tienes que probar. Logras ser el mejor empleado de tu compañía, el que más conoce en tu rama. También eres tú la persona que puede solucionar mejor los problemas por no tener temor de fracasar. Creo que puedes llegar a ser un triunfador. ¿Que ya lo eres? Bueno, felicidades.
Al conocer a fondo nuestro vicio de carácter lo podremos manejar y no permitiremos que él nos maneje a nosotros. Por eso es tan importante saberlo. Si lo conocemos nos vamos a poder explicar a nosotros mismos un poco mejor. ¿ Para ustedes cuál es el vicio de carácter de Medea?
MEDEA.- Ahora ya te descubriré mi propósito: oye, pues, mis palabras, no ordenadas para deleitar. Rogaré a Jasón, enviando a uno de mis siervos, que venga a verme, y cuando llegue, le recibiré con frases halagüeñas y le diré que me agrada cuanto ha hecho (su regio enlace y vil traición), y que es útil y bien pensado; y le suplicaré que me deje aquí con mis hijos, no con objeto de abandonarlos en este campamento enemigo y que sirvan en él de ludibrios, sino para matar dolosamente a la hija del rey. Llevarán presentes a la esposa, le pedirán que no los expulse de aquí, y le ofrecerán un finísimo vestido y una corona de oro. Y cuando se ponga estas galas, perecerá miserablemente y todos los que la tocaren: tan poderoso y eficaz será el veneno que ha de bañarla. Nada aquí me obliga ahora a disfrazar mis pensamientos; pero gimo cuando reflexiono en la atroz maldad que voy a cometer: mataré a mis hijos, nadie me los arrebatará, y después que arruine el palacio de Jasón, me iré de aquí y expiaré en el desierto la muerte de seres tan queridos, ya que he de atreverme a consumar el más impío de los crímenes.
(MEDEA, de Eurípides)
¿Y cuál será el vicio de la Señora?
SEÑORA.- Yo sólo quería conversar mientras regresan mi marido y su amigo…. ¡Ay, señor, le suplico por lo que más quiera que no nos vayan a hacer daño!
RATERO II.- Ya le di mi palabra.
SEÑORA.- Oiga, señor, ¿es usted casado y tiene hijos?
RATERO II.-Sí, tengo cinco hijos: dos niñas y tres machitos.
SEÑORA.- ¿Y quiere mucho a su mujer?
RATERO II.- Mucho, un chingo…
SEÑORA.- Señor, le puedo pedir algo…
RATERO II.- Sí.
SEÑORA.- Por favor, quite su vista de mis caderas, me pone nerviosa, siento que sus miradas suben y bajan y me acarician y me rasguñan…
RATERO II.- Le juro que no le estoy mirando eso…y con la bata ni se le notan…
SEÑORA.- Es que de todas maneras somos una hembra y un macho solos y siento cómo me llega su respiración, una nube de aire caliente y húmedo que se me embarra en la nuca. Y yo no soy de palo. Y adivino que su pecho sube y baja y sé que sus ojos están húmedos y brillantes y ensaliva sus labios y los muerde….y se soba el sexo….quizá después…no ahora…sería bochornosos que mi marido nos encontrara fornicando….pero después….yo iré con usted a cualquier hotel o a los baños públicos o a Cuernavaca…
RATERO.- II.-. No se haga ilusiones, señora….calma….no se altere.
CACOS de Tomás Espinoza.
Vuelvo a preguntar ¿Cuál es su vicio? ¿Los celos, la venganza, el crimen? Contesten ustedes. ¡Quién no tenga un vicio de carácter que arroje la primera piedra!
Veamos la trayectoria de un personaje carácter. Sus antecedentes serán muy importantes ya que son lo que van a determinar la personalidad del personaje. Estos antecedentes los podemos dividir en físicos, familiares, socioeconómicos y psíquicos. Los físicos son los que corresponden al cuerpo del personaje, a su salud: tamaño, forma, deformidades, altura, belleza o fealdad, fuerza, etc. Un ser enfermo o con algún defecto físico va a responder frente a un estímulo de una forma muy diferente a como lo puede hacer un ser bello y fuerte. Al bello se le abrirán todas las puertas, el feo tendrá que luchar para abrirlas. Los aspectos familiares y socioeconómicos también serán determinantes: clase social, cultura, educación, hábitos y costumbres. Un niño de la calle jamás responderá igual que un niño de una colonia rica. Una niña maltratada va a ser muy diferente que una niña a la que se le da todo. La unión de lo físico con lo social y familiar nos determinará nuestra psicología. Un niño siempre amenazado o castigado se volverá introvertido. Un niño siempre alabado se volverá extrovertido. Si nuestros padres toda la vida se insultaban, se golpeaban o nos golpeaban, van a lograr que seamos ya de adultos seres neuróticos. Esos mismos antecedentes serán los que nos expliquen nuestro vicio de carácter. Si no recibí cariño de niño me volví comelón para tener algún satisfactor. Hoy soy goloso. La trayectoria del personaje carácter es la serie de hechos que nos hacen conocer su vicio de carácter y sus recurrencias. Por este vicio tendrá que mover o padecer la acción. Medea por su vicio mata a sus hijos, Cesar Rubio, en EL GESTICULADOR, involucra a toda su familia y a todo un pueblo en el suyo.
ELENA.- ¿Por qué habrías de arriesgar tu vida por una mentira? No lo hagas, Cesar, vayámonos de aquí, a vivir en paz.
CÉSAR.- Te dije: todo contigo. ¿Lo recuerdas? Hablas de una mentira. ¿Cuál?
ELENA.- ¿No lo sabes?
CÉSAR.- Es que no hay mentira; fue Necesaria al principio, para que de ella saliera la verdad. Pero ya me he vuelto verdadero, cierto, ¿entiendes? Ahora siento como si fuera el otro...haré todo lo que él hubiera podido hacer, y más. Ganaré el plebiscito...seré gobernador, seré presidente tal vez...
ELENA.- Pero no serás tú.
CÉSAR.- ¿Es decir que no crees en mí todavía? Precisamente seré yo, más que nunca. Sólo los demás creerán que soy otro. Siempre me pregunté antes por qué el destino me había excluido de su juego, por qué me utilizaba para nada; era como no existir. Ahora lo hace. No puedo quejarme. Estoy viviendo como había soñado siempre. A veces tengo que verme en el espejo para creerlo.
ELENA.- No es el destino, Cesar, sino tú, tus ambiciones. ¿ Para que quieres el poder?
CÉSAR.- Te sorprendería saberlo. No haré más daño que otro, y quizás haré algún bien. Es mi oportunidad y debo aprovecharla, Julia parecerá bonita...ya ahora lo parece, cuando me mira; será cortejada por los hombres. Miguel podrá hacer algo brillante, amplio, si quiere. Tú...será como si te hubieras vuelto a casar, con un hombre enteramente nuevo...llevarás la vida que escojas. Tendrás, en fin, todo lo que quieras.
(EL GESTICULADOR, de Rodolfo Usigli)
Si ustedes no conocen perfectamente a sus personajes, si no estudian sus antecedentes, difícilmente podrán hacerlos importantes. Será lo mismo que si no conocen el tema del que van a tratar. Por ser obvio no había dado importancia a este punto. Pero sí, se necesita conocer a fondo de lo que se va a hablar para poder discutirlo, trabajarlo. Yo siempre recomiendo a mis alumnos que después de escoger el tema hagan un pequeño ensayo sobre él. Si voy a escoger el tema del aborto tendré que enterarme quién se lo practica, por qué se lo hace, dónde lo llevan a cabo, sus fallas, las leyes que existen sobre él, los peligros que acarrea; necesito saber cuántos abortos se llevan a cabo en la República y en el mundo al mes, al año. Igual debo conocer en que países se acepta legalmente y cuáles son las bases para esta permisión. Entre más se sepa sobre el tema será mucho más fácil trabajar en él.
En el caso de los personajes, además de conocerlos muy bien, el autor debe escribir una biografía de cada uno de ellos, anotando cómo es físicamente, sus antecedentes familiares y sociales, su grado de enseñanza, sus gustos, sus miedos, sus deseos, con quién se relaciona, su vocación, su trabajo, su cultura, sus amores, sus actividades sexuales, su historia. Es necesario conocerlo a fondo para entender su trayectoria y sus reacciones actuales y poder ofrecérselas al público.
¿Vamos bien? ¿Qué sabemos hasta el momento de un personaje carácter? Sí, eso, que es complejo, que tiene un vicio de carácter y una recurrencia, que tiene una trayectoria y por ella sufre o provoca la acción. Veamos su singularidad.
Cuando estudiamos a los personajes tipo dijimos que cada uno de ellos debe pertenecer a un grupo de seres humanos iguales o parecidos a él. El tipo nos uniforma, nos hace pertenecer a diversas comunidades. El médico pertenece al grupo de médicos, el norteño a todos sus paisanos. El carácter por el contrario nos separa de todos, nos vuelve únicos, individuales. Yo soy distinto a todos los demás, tú también eres distinto. Todos somos únicos e irrepetibles. No importa que Juan sea médico igual que yo, a mí no se me parece en nada.
Otro punto de los personajes carácter es su cambio. El tipo nunca tiene un cambio, siempre es el mismo aunque le sucedan muchas cosas. El carácter tiene un cambio constante que lo llevará al gran cambio, éste producido por su vicio de carácter.
Y ya que volvimos a tratar el punto de vicios veo que no he dicho una sola palabra de las virtudes, y es necesario hacerlo ya que cualquiera de ellas cuando se exageran se vuelven vicios. Veamos las llamadas virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. La fe llevada a la exageración nos lleva al fanatismo, la intolerancia y hasta al crimen. Dígalo si no la Santa Inquisición. El exceso de caridad no llevará a nosotros y a nuestra familia a la pobreza. El exceso de esperanza nos paralizará, siempre estaremos a la espera de que todo nos lo den. ¿Recuerdan cuáles son las virtudes que se oponen a los pecados capitales? La virtud contraria a la gula es la templanza, de la ira es la paciencia, de la lujuria es la castidad, de la soberbia la humildad, de la envidia la caridad, de la pereza la diligencia y de la avaricia la generosidad. En casos contados, y más como personaje que como ser de la vida real, un vicio se puede volver virtud. Robin Hood y Chucho el roto robaban para darle a los pobres.
Un personaje carácter es un ser complejo, con un vicio de carácter, recurrente, con una trayectoria definida, tanático o erótico, que mueve o padece la acción, que sufre un cambio importante durante su trayectoria, que puede ser cerebral, cordial o visceral; que es contradictorio y aspira a la singularidad.
¿Muy difícil? Vamos a aclarar punto por punto. El primero es el más simple. Un ser complejo es el que no es sencillo, el que tiene muchos elementos que lo forman y no uno solo. Este concepto no creo que necesite mayor aclaración, en cambio, el vicio de carácter nos va a llevar más tiempo. El diccionario dice que vicio es un defecto o imperfección que hace que una persona sea impropia para el fin al que se destina. También que es una disposición o tendencia a lo malo. Yo diría, de manera más sencilla, que vicio es la exageración de cualquiera de nuestros gustos normales. La comida me da un gusto, si la exagero llego a la gula. El gozar del sexo es lo normal, si me vuelvo obsesivo se convierte en lujuria. El descansar es necesario y gratificante, el no hacer nada nos lleva a la pereza. Vicio es exagerar cualquier cosa, por eso nos decían nuestros padres que "cualquier exceso es malo" o que " todo con medida, nada con exceso". Lo que no sabían, o más bien lo sabían muy profundamente, y por eso tantas recomendaciones, es que cada uno de nosotros tiene un vicio y que ese vicio es el que va a marcar toda nuestra vida. En unos de forma intensa, en otros de manera ligera, pero marcados al fin y al cabo. Por eso tantas prohibiciones, tantas amenazas con el infierno. Todo inútil. Ese vicio seguirá en nosotros y es el que nos va a dar una personalidad propia. Es nuestro vicio de carácter. Algunos podremos ocultar nuestro vicio, otro no. La iglesia, siempre inteligente, supo hace muchos siglos del poder de estos vicios; para quitárnoslos o para por lo menos controlarlos, los nombró pecados. A los más frecuentes y que además eran los que más influían en el ser humano les agregó el calificativo de capitales. ¿Recuerdan los pecados capitales? Son siete: lujuria, gula, ira, pereza, soberbia, envidia y avaricia. Estos vicios son los que movían al mundo...y lo siguen moviendo. Hay muchos otros vicios, unos mayores y otros menores. Podemos nombrar entre ellos al alcoholismo, la drogadicción, el chisme, la mitomanía, el robo, el sadismo, el masoquismo, la falsa modestia, la jactancia, la pudibundez, el exhibicionismo, la intransigencia, y muchos otros. ¿Cuál es el tuyo?
Si yo, como ser humano que soy, tengo alguno de estos vicios, es casi seguro que mi vida será regida por él. Si soy goloso, por ejemplo, todo lo voy a relacionar con la comida, lo bueno y lo malo. Sufriré con la gordura, me pondré a dieta, pensaré todo el día en que voy a comer, desayunar y cenar, viajaré por el mundo para conocer restaurantes y platillos típicos, me casaré con una mujer que sepa cocinar, a mi trabajo llevaré tortas o cualquier otro alimento. Mis mayores conocimientos serán saber como se cocina tal o cual alimento, dónde se preparan las mejores tortas de chorizo de la ciudad o los mejores tacos sudados. Inútil que me digan que por mi gula me voy a enfermar, que me voy a volver diabético o hipertenso, que el dinero no me va a alcanzar si sigo comprando tantas cosas de comer, sobre todo cosas de lujo como quesos, angulas, dulces de almendra. Con mis amigos y familiares platicaré de comida, organizaré todos los eventos familiares, sociales y de trabajo en buenos restaurantes y con deliciosos platillos y...! Hmmm!, cuando esté frente al plato anhelado mi gozo será infinito.
¿Cómo es como empleado el goloso? Generalmente malo, siempre está dispuesto a dejar de trabajar para dedicar el tiempo a comer, su escritorio estará siempre sucio, con grasa. ¿Cómo es como amigo? Generalmente muy bueno, siempre estará pendiente de nuestros cumpleaños para hacer un pastel...y después poder comérselo él. A la familia le obligará a comer. Sus hijos deben ser gordos, lo que es signo de salud, según él.
¿Cuál es el motivo de que nos volvamos viciosos? ¿Será por imitación, por llevar la contraria, por enfermedad? No, lo somos por el gozo. El vicio nos produce tanto placer que nos importa poco todo lo demás: enfermedades, críticas, dolores, pobreza. Por eso lo repetimos una y otra vez. Esta repetición es lo que se llama recurrencia. Recurrencia es el tercer elemento del personaje carácter. Un gusto que no produce un placer intenso que obligue a repetirlo obsesivamente no es un vicio.
Molière, más que nadie, supo dibujar estos vicios y estas recurrencias. Su ENFERMO IMAGINARIO gozaba intensamente siendo hipocondríaco. Su AVARO llegaba al éxtasis cuando contaba sus monedas de oro.
HARPAGÓN.- (Creyéndose solo) Sin embargo, no sé si habré hecho bien enterrando en mi jardín diez mil escudos que me entregaron ayer. Diez mil escudos de oro en la casa son una suma bastante... (Aparte, viendo a Elisa y Cleanto) Oh, cielos, si me habré traicionado a mí mismo: me he dejado llevar y creo que he hablado alto al discutir conmigo mismo. (A Cleanto y Elisa) ¿Qué hay?
ELISA.- Nada, padre mío.
HARPAGÓN.- ¿Habéis oído...?
CLEANTO.- ¿Qué, padre?
HARPAGÓN.- Lo que acabo de decir.
CLEANTO.- No.
HARPAGÓN.- Sí, sí oísteis.
ELISA.- Perdóname.
HARPAGÓN.- Bien veo que habéis oído algunas palabras. Es que hablaba conmigo mismo de lo difícil que es hoy por hoy encontrar dinero, y me decía que es bien feliz quien puede tener diez mil escudos encima.
(EL AVARO, de Moliére)
¿Ya sabes cuál es tu vicio? Dilo con confianza que no te puedo escuchar. ¿La lujuria? Vaya...entonces tú eres de los que ven a sus compañeras de trabajo como futuras compañeras de cama. Eres de los que puede arriesgar la vida en manos de un marido celoso, al que no le importa contraer el sida con tal de tener una aventura. Eres de los que van al cine a ver sólo películas eróticas, que leen al Marques de Sade, que no le basta con la esposa por más guapa que esté. Que cualquier mujer... ¿Y tú, qué vicio tienes? No me digas, así que te encanta el chisme, que vives para él, qué... ¿Cómo dices? ¿Que cuánto pienso ganar con este libro, que mucho de lo que hay en él no es mío? ¡Oye, no creo que a ti te deba importar! A mí nadie me va a acusar de plagiario. Ya dije al principio que muchas ideas no son mías, que son de otros autores. Mira, sigue con tus chismes que a mí no me van a influir... ¿Qué si ya oí lo que dijo Hugo Argüelles? ...¡No! ¡No pienso seguir escuchando tus chismes! ¿Y tú, sí, tú, cuál crees que es el tuyo? ¿La soberbia? ¿Sabes que la soberbia es tratar de ser igual o superior a Dios? ¿Qué tú lo eres? Bueno, si tú lo dices. Espero que para este momento ya todos los que leen este manual sepan cuál es su vicio o pecado, llámenlo como quieran. ¿Verdad que ya todos lo saben? ¿Cómo que no? Bueno, si les cuesta tanto trabajo saberlo no tienen mas que preguntárselo a sus amigos, a sus familiares. Ellos de seguro lo saben muy bien. Casi nunca fallan: Juan es un agarrado de marca, Andrés es un hocicón, Julia es una puta, Altagracia es una vieja chismosa, Luis se la pasa pensando en quién va a llevarse a la cama. ¿.La gorda de Alicia? Esa no piensa más que en comer. No le hagas caso a Roberto, se la pasa inventando cosas. Si vieras lo que me acaba de decir de Ernesto. Ya ven, nuestros vicios se ven, se notan, se sienten. Uno es el que cree que no tiene ninguno o que tiene varios. Nadie tiene muchos, cada ser sólo tiene un vicio, lo demás son gustos, placeres.
El siguiente ejercicio sirve para conocer cómo ese vicio va a influir, positiva y negativamente, en nuestra vida. Piensen como influye el suyo en su familia, en su trabajo, en sus diversiones. Por ejemplo tú, el soberbio. ¿Qué me puedes decir? ¿Que le caes mal a todo el mundo, que no te puedes relacionar, que al sentir a todos por abajo de ti, al despreciarlos, ellos te corresponden con hostilidad? Eso es claro. ¿Y tu soberbia que te da de positivo, aparte del placer? Te da la fuerza para estudiar y trabajar y sobre todo para prepararte para ser el mejor ya que lo que dices lo tienes que probar. Logras ser el mejor empleado de tu compañía, el que más conoce en tu rama. También eres tú la persona que puede solucionar mejor los problemas por no tener temor de fracasar. Creo que puedes llegar a ser un triunfador. ¿Que ya lo eres? Bueno, felicidades.
Al conocer a fondo nuestro vicio de carácter lo podremos manejar y no permitiremos que él nos maneje a nosotros. Por eso es tan importante saberlo. Si lo conocemos nos vamos a poder explicar a nosotros mismos un poco mejor. ¿ Para ustedes cuál es el vicio de carácter de Medea?
MEDEA.- Ahora ya te descubriré mi propósito: oye, pues, mis palabras, no ordenadas para deleitar. Rogaré a Jasón, enviando a uno de mis siervos, que venga a verme, y cuando llegue, le recibiré con frases halagüeñas y le diré que me agrada cuanto ha hecho (su regio enlace y vil traición), y que es útil y bien pensado; y le suplicaré que me deje aquí con mis hijos, no con objeto de abandonarlos en este campamento enemigo y que sirvan en él de ludibrios, sino para matar dolosamente a la hija del rey. Llevarán presentes a la esposa, le pedirán que no los expulse de aquí, y le ofrecerán un finísimo vestido y una corona de oro. Y cuando se ponga estas galas, perecerá miserablemente y todos los que la tocaren: tan poderoso y eficaz será el veneno que ha de bañarla. Nada aquí me obliga ahora a disfrazar mis pensamientos; pero gimo cuando reflexiono en la atroz maldad que voy a cometer: mataré a mis hijos, nadie me los arrebatará, y después que arruine el palacio de Jasón, me iré de aquí y expiaré en el desierto la muerte de seres tan queridos, ya que he de atreverme a consumar el más impío de los crímenes.
(MEDEA, de Eurípides)
¿Y cuál será el vicio de la Señora?
SEÑORA.- Yo sólo quería conversar mientras regresan mi marido y su amigo…. ¡Ay, señor, le suplico por lo que más quiera que no nos vayan a hacer daño!
RATERO II.- Ya le di mi palabra.
SEÑORA.- Oiga, señor, ¿es usted casado y tiene hijos?
RATERO II.-Sí, tengo cinco hijos: dos niñas y tres machitos.
SEÑORA.- ¿Y quiere mucho a su mujer?
RATERO II.- Mucho, un chingo…
SEÑORA.- Señor, le puedo pedir algo…
RATERO II.- Sí.
SEÑORA.- Por favor, quite su vista de mis caderas, me pone nerviosa, siento que sus miradas suben y bajan y me acarician y me rasguñan…
RATERO II.- Le juro que no le estoy mirando eso…y con la bata ni se le notan…
SEÑORA.- Es que de todas maneras somos una hembra y un macho solos y siento cómo me llega su respiración, una nube de aire caliente y húmedo que se me embarra en la nuca. Y yo no soy de palo. Y adivino que su pecho sube y baja y sé que sus ojos están húmedos y brillantes y ensaliva sus labios y los muerde….y se soba el sexo….quizá después…no ahora…sería bochornosos que mi marido nos encontrara fornicando….pero después….yo iré con usted a cualquier hotel o a los baños públicos o a Cuernavaca…
RATERO.- II.-. No se haga ilusiones, señora….calma….no se altere.
CACOS de Tomás Espinoza.
Vuelvo a preguntar ¿Cuál es su vicio? ¿Los celos, la venganza, el crimen? Contesten ustedes. ¡Quién no tenga un vicio de carácter que arroje la primera piedra!
Veamos la trayectoria de un personaje carácter. Sus antecedentes serán muy importantes ya que son lo que van a determinar la personalidad del personaje. Estos antecedentes los podemos dividir en físicos, familiares, socioeconómicos y psíquicos. Los físicos son los que corresponden al cuerpo del personaje, a su salud: tamaño, forma, deformidades, altura, belleza o fealdad, fuerza, etc. Un ser enfermo o con algún defecto físico va a responder frente a un estímulo de una forma muy diferente a como lo puede hacer un ser bello y fuerte. Al bello se le abrirán todas las puertas, el feo tendrá que luchar para abrirlas. Los aspectos familiares y socioeconómicos también serán determinantes: clase social, cultura, educación, hábitos y costumbres. Un niño de la calle jamás responderá igual que un niño de una colonia rica. Una niña maltratada va a ser muy diferente que una niña a la que se le da todo. La unión de lo físico con lo social y familiar nos determinará nuestra psicología. Un niño siempre amenazado o castigado se volverá introvertido. Un niño siempre alabado se volverá extrovertido. Si nuestros padres toda la vida se insultaban, se golpeaban o nos golpeaban, van a lograr que seamos ya de adultos seres neuróticos. Esos mismos antecedentes serán los que nos expliquen nuestro vicio de carácter. Si no recibí cariño de niño me volví comelón para tener algún satisfactor. Hoy soy goloso. La trayectoria del personaje carácter es la serie de hechos que nos hacen conocer su vicio de carácter y sus recurrencias. Por este vicio tendrá que mover o padecer la acción. Medea por su vicio mata a sus hijos, Cesar Rubio, en EL GESTICULADOR, involucra a toda su familia y a todo un pueblo en el suyo.
ELENA.- ¿Por qué habrías de arriesgar tu vida por una mentira? No lo hagas, Cesar, vayámonos de aquí, a vivir en paz.
CÉSAR.- Te dije: todo contigo. ¿Lo recuerdas? Hablas de una mentira. ¿Cuál?
ELENA.- ¿No lo sabes?
CÉSAR.- Es que no hay mentira; fue Necesaria al principio, para que de ella saliera la verdad. Pero ya me he vuelto verdadero, cierto, ¿entiendes? Ahora siento como si fuera el otro...haré todo lo que él hubiera podido hacer, y más. Ganaré el plebiscito...seré gobernador, seré presidente tal vez...
ELENA.- Pero no serás tú.
CÉSAR.- ¿Es decir que no crees en mí todavía? Precisamente seré yo, más que nunca. Sólo los demás creerán que soy otro. Siempre me pregunté antes por qué el destino me había excluido de su juego, por qué me utilizaba para nada; era como no existir. Ahora lo hace. No puedo quejarme. Estoy viviendo como había soñado siempre. A veces tengo que verme en el espejo para creerlo.
ELENA.- No es el destino, Cesar, sino tú, tus ambiciones. ¿ Para que quieres el poder?
CÉSAR.- Te sorprendería saberlo. No haré más daño que otro, y quizás haré algún bien. Es mi oportunidad y debo aprovecharla, Julia parecerá bonita...ya ahora lo parece, cuando me mira; será cortejada por los hombres. Miguel podrá hacer algo brillante, amplio, si quiere. Tú...será como si te hubieras vuelto a casar, con un hombre enteramente nuevo...llevarás la vida que escojas. Tendrás, en fin, todo lo que quieras.
(EL GESTICULADOR, de Rodolfo Usigli)
Si ustedes no conocen perfectamente a sus personajes, si no estudian sus antecedentes, difícilmente podrán hacerlos importantes. Será lo mismo que si no conocen el tema del que van a tratar. Por ser obvio no había dado importancia a este punto. Pero sí, se necesita conocer a fondo de lo que se va a hablar para poder discutirlo, trabajarlo. Yo siempre recomiendo a mis alumnos que después de escoger el tema hagan un pequeño ensayo sobre él. Si voy a escoger el tema del aborto tendré que enterarme quién se lo practica, por qué se lo hace, dónde lo llevan a cabo, sus fallas, las leyes que existen sobre él, los peligros que acarrea; necesito saber cuántos abortos se llevan a cabo en la República y en el mundo al mes, al año. Igual debo conocer en que países se acepta legalmente y cuáles son las bases para esta permisión. Entre más se sepa sobre el tema será mucho más fácil trabajar en él.
En el caso de los personajes, además de conocerlos muy bien, el autor debe escribir una biografía de cada uno de ellos, anotando cómo es físicamente, sus antecedentes familiares y sociales, su grado de enseñanza, sus gustos, sus miedos, sus deseos, con quién se relaciona, su vocación, su trabajo, su cultura, sus amores, sus actividades sexuales, su historia. Es necesario conocerlo a fondo para entender su trayectoria y sus reacciones actuales y poder ofrecérselas al público.
¿Vamos bien? ¿Qué sabemos hasta el momento de un personaje carácter? Sí, eso, que es complejo, que tiene un vicio de carácter y una recurrencia, que tiene una trayectoria y por ella sufre o provoca la acción. Veamos su singularidad.
Cuando estudiamos a los personajes tipo dijimos que cada uno de ellos debe pertenecer a un grupo de seres humanos iguales o parecidos a él. El tipo nos uniforma, nos hace pertenecer a diversas comunidades. El médico pertenece al grupo de médicos, el norteño a todos sus paisanos. El carácter por el contrario nos separa de todos, nos vuelve únicos, individuales. Yo soy distinto a todos los demás, tú también eres distinto. Todos somos únicos e irrepetibles. No importa que Juan sea médico igual que yo, a mí no se me parece en nada.
Otro punto de los personajes carácter es su cambio. El tipo nunca tiene un cambio, siempre es el mismo aunque le sucedan muchas cosas. El carácter tiene un cambio constante que lo llevará al gran cambio, éste producido por su vicio de carácter.
Y ya que volvimos a tratar el punto de vicios veo que no he dicho una sola palabra de las virtudes, y es necesario hacerlo ya que cualquiera de ellas cuando se exageran se vuelven vicios. Veamos las llamadas virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. La fe llevada a la exageración nos lleva al fanatismo, la intolerancia y hasta al crimen. Dígalo si no la Santa Inquisición. El exceso de caridad no llevará a nosotros y a nuestra familia a la pobreza. El exceso de esperanza nos paralizará, siempre estaremos a la espera de que todo nos lo den. ¿Recuerdan cuáles son las virtudes que se oponen a los pecados capitales? La virtud contraria a la gula es la templanza, de la ira es la paciencia, de la lujuria es la castidad, de la soberbia la humildad, de la envidia la caridad, de la pereza la diligencia y de la avaricia la generosidad. En casos contados, y más como personaje que como ser de la vida real, un vicio se puede volver virtud. Robin Hood y Chucho el roto robaban para darle a los pobres.
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