miércoles, 4 de agosto de 2010

ARMAS O ARGUMENTOS PARA VENCER (2ª parte Capitulo XX)

ARMAS O ARGUMENTOS PARA VENCER


¿Qué instrumentos utiliza el ser humano para obtener el poder o simplemente para doblegar a su adversario? Pueden ser innumerables pero estos son los principales:

1.- Dios y la religión.

- Si haces eso te vas a condenar.

- Dios te está vigilando.

- La virgencita se va a poner contenta si me obedeces.

- Es pecado.

2.- Las tradiciones sociales y familiares.

- En nuestra familia nunca ha habido alguien...

- No nos vas a hacer romper nuestras tradiciones...

- Los mexicanos somos así, si fuéramos daneses...

3.- El dinero.

- Te voy a desheredar.

- ¿Qué diablos haces con todo el dinero que te doy?

- Si te portas bien te voy a dar un regalo.

4.- La fuerza bruta y la violencia.

- ! Hija de la chingada!

- Te estás acercando al callejón de los chingadazos.

- ¡Impotente, hijo de tu mamacita!

5.- La clase social.

- ¡Mecos estos!

- ¡Fíjese con quien habla, pelado este!

- ¿Es tu pueblo ya tienen teléfono?

6.- La cultura y los conocimientos.

- Cómo te quieres comparar conmigo si ni siquiera has terminado la primaría.

- Mira, primero lee un poco antes de hablar.

- Hijita, cómo quieres salir con ese muchacho que viene de una familia sin la mínima cultura.

7.- La edad.

- Jovencito, cómo te vas a comparar conmigo que ya viví la vida.

- Habla cuando ya tengas alguna experiencia, antes mejor te quedas callado.

- Los niños no deben hablar cuando están hablando los adultos.

8.- Las jerarquías sociales y familiares.

- ¡Obedece a tu abuela y no preguntes!

- El es el jefe y punto.

- Estás hablando de los Martínez Elizarragás, cuida lo que dices. Ellos merecen nuestro mayor respeto.

- Si siguen hablando los voy a reprobar.

9.- El sexo.

- Sí, sí, todo el día fregándome la vida y ahora quieres que te haga el amor. Cómo no.

- ¿No me vas a dar ese pequeño regalo? ¿Acaso ya no te gusto?

- ¡Impotente, eso es lo que eres!

10.- Chantaje moral.

- Yo que me he sacrificado por ti.

- No te importa que me esté muriendo.

- ¿Por qué siempre yo? Ya sé, por ser mujer.

- Enfermo y todo vine a dar la clase para que ustedes ni siquiera hayan hecho la tarea.

11. - Las razas.

- ¡Pinche negro!

- What do you say? I don't understand you.

- Nacos méndigos.

- Güera desabrida, güera balín.

12.- Principios morales.

- Una muchacha decente no se viste así.

- ¿Cómo te atreves a defender el aborto?

- ¿Quieres ser el hazme reír de todos?

13.- El engaño, la mentira, las falsas promesas.

- Voy a conseguir que te suban de categoría si...

- Te voy a presentar a un cuero de vieja si...

- A ti es a quien más quiero ¿acaso no lo sabías ?

-Yo siempre te he admirado ¿verdad que sí me vas a ayudar?

14.- Por miedo, en especial a lo desconocido o a las enfermedades mortales.

- Va a venir el coco y te llevará.

- Si comes tanta grasa te va a dar un infarto.

- Si te da el Sida no digas luego que no te lo advertí.

- En esos lugares te asaltan y hasta te pueden matar.

- Va a venir el difunto y te va a jalar las patas.

15.- Disminuyendo al contrario física o moralmente.

- Eres un tarado, un idiota.

- Chaparro de mierda, cómo te atreves.

- ¿Ya te viste al espejo?

- Tienes caca en la cabeza.

16.- Amenazando.

- Síguele y vas a ver.

- Tú atente a las consecuencias.

- Luego no andes llorando.

- Me las pagarás, claro que me las pagarás.

Generalmente unimos varios de estos modos para derrotar a nuestro enemigo:

- Sí, ya sé que no te importa lo que a mí me pase ni que esto esté en contra de lo que te han enseñado nuestros padres, pero no creas que no tendrás castigo, mi papá ya no te dará dinero, te vas a ir al infierno y yo te voy a dejar de querer. Ojalá y que cuando aprendas un poco de la vida pienses de otro modo. Yo en la universidad aprendí. Y vas a ver cuando te quedes sin nada, entonces vendrás a rogarme, pero niguas, ni pienses que yo...Etc. etc. etc.

Siempre es bueno ver como aplican los autores lo anterior:



JUAN.- Tú también cállate el hocico. Estúpido, ahora resulta que se han convertido en defensores cuando toda la vida han sido ustedes sus peores enemigos. A quien tienen que defender es a mí, soy yo quien les da de tragar; ¡pero si son como los cochis; les tiene que tirar uno la comida de lejos para que no le muerdan la mano! (Patea al enfermo) Lárgate de mi casa si no quieres tra…



EL JINETE DE LA DIVINA PROVIDENCIA de Oscar Liera.



El conflicto sólo se da, y es interesante, cuando las dos fuerzas que se enfrentan tienen la misma intensidad. Si no es así no hay conflicto, hay sometimiento. Un esclavo no puede pelear contra un rey, siempre será destruido. Pero si este esclavo aumenta su poder ya sea por medio de un arma o logrando que otros esclavos se unan a él, entonces ya podrá enfrentarse al rey. Lo mismo puede suceder si el rey se debilita por cualquier causa. En algunos casos suceden ambas cosas, que el esclavo aumente el poder propio y el rey pierda parte del suyo. Al iniciar una obra de teatro el protagonista puede ser muy débil y el antagonista muy fuerte. Uno deberá acrecentar su fuerza y el otro perderla para cuando se enfrenten tengan la misma posibilidad de ganar o perder. Ya niveladas las fuerzas el autor sabrá a cuál darle la victoria, generalmente la obtendrá la fuerza más desarrollada, la más consistente. Según la magnitud de las fuerzas así será la magnitud del conflicto.

Queda otra duda. ¿Cómo pelear en escena con una fuerza invisible, llámese dios, naturaleza o destino? ¿Sus poderes serán tan grandes que no podamos destruirlos jamás? ¿Y si logramos derrotar al adversario cómo lo sabrá el público que no puede verlos? La solución es muy sencilla y es la que se ha utilizado en el teatro desde tiempos remotos: humanizándolos. Los griegos, los aztecas, los egipcios, entendieron esto muy bien. Sus dioses aparecían siempre en escena como seres humanos. El teatro escrito para niños también utiliza frecuentemente este recurso para mostrar a la naturaleza: hombre-lluvia, niña-flor, niño-conejo. Gulliver puede ser un gigante, pero hombre al fin y al cabo. Como hombre le da sueño, se acuesta, se duerme, los enanos lo atan y con eso él pierde.

¿Qué sigue? Los ejercicios. No, no digan que no los van a hacer pues iniciaríamos un conflicto entre ustedes y yo. Y eso no me gustaría.

Vamos a jugar a los conflictos. Uso el verbo jugar a propósito pues es una forma de decir que vamos a hacer teatro. El teatro es juego. Los franceses dicen "juer" en lugar de actuar, los ingleses " to play". En ambos casos se traducen por jugar. Primero uno de ustedes se va a pelear en voz alta contra un Dios o contra la naturaleza o el destino. Piensen que tienen una esposa a la que aman mucho, dos hijos que son su orgullo, una casa que les costó toda la vida de trabajo adquirirla. Llega una tormenta, se incendia la casa y muere la mujer y los dos hijos. ¡No, no le recen! ¡Enfréntenlo, insúltenlo! Díganle que es injusto, un maldito, un envidioso de tu felicidad. Díganle hasta de lo que se va a morir.

El segundo ejercicio también será un monólogo pero puede ser un diálogo. A ver. Uno de ustedes platique a su compañero, su amigo de toda la vida, con el que están en una cantina recordando cuando eran jóvenes y no ya viejos como ahora, viejos y fracasados. Usted pudo llegar a ser un brillante médico pero cortó la carrera para irse a vivir con una mujer que después lo abandonó. ¡Empiece! Lo mínimo que puede llamarse a si mismo es "pendejo".

Vamos con el tercer ejercicio. Un grupo de ustedes logra, después de muchos meses de lucha, instalar un cine club en su comunidad. Dos días después de la inauguración vienen a clausurarlo ya que un grupo de mujeres pertenecientes a las " Hijas de María" se quejaron de que pasaban puras películas pornográficas. Enfréntense a ellas o a las autoridades que vienen a poner los sellos de clausura.

Les voy a pedir que formen parejas, no reales, por supuesto. Una pareja de maricones, una pareja de trabajo, una suegra y su yerno, una pareja de amantes, una pareja de Alcohólicos Anónimos. ¿Ya? Busquen cualquier pretexto. Todos sirven. El dinero es uno de los más usados. Empiecen a insultarse, háganlo más a fondo, saquen sus trapitos al sol. ¿ Ya se pelearon bastante? Pues entonces vayan a una cantina y tómense una copa a la salud del otro.

Falta el último ejercicio. Todos están en las tribunas de un estadio de Futball. La mitad le va al América y la otra mitad al Guadalajara. Mete un gol en off side uno de los equipos. ¿Qué esperan para pelear? Eso. Así. No, no se valen los golpes, el pleito que sea sólo de palabras.

Bien, ya conocemos el tema, la tesis, los conflictos. Nos falta saber quién se va a pelear contra quién. Quién va a demostrar nuestra tesis. Ellos serán los personajes.

Pero antes de empezar con ellos vamos contestar algunas de las preguntas que suelen hacerme en mis cursos sobre lo ya visto.

¿Qué sucede si no tengo un tema y ya empecé la obra? ¿La debo dejar y esperar?

Ya dije que el tema es fundamental y se tiene que conocer. Pero no siempre se llega a él de manera sencilla. En algunos casos, por ejemplo, nos relatan un suceso, nos entusiasma y empezamos a escribir una obra sobre él. Sólo conocemos la historia. En este caso yo les recomiendo que piensen por qué les entusiasmo esta anécdota, qué les dijo a ustedes. Suponiendo que es una historia en que un hijo asesina a su padre o a su madre. A ustedes este hecho les pareció tremendo. Pregúntense por qué. A continuación deben buscar las causas del crimen. Si la mató (A la madre) para robarla o por odio. Si fue por robo, o simplemente porque estaba borracho o drogado, la indignación que puede causar es mayor aún. Es posible que ya hayas llegado a la conclusión de que los hijos pueden matar a las madres. Pero no basta, no existe conflicto todavía. Sigues pensando y sacando conclusiones. Este hijo es malo, la madre lo creo así. Es posible que ella también tenga parte de culpa. Si lo hubiera educado de otra manera...Es entonces cuando se te prende el foco y llegas a la tesis: " Cría cuervos y te sacarán los ojos"

¿Si yo quiero escribir una obra sobre un personaje determinado también tengo que saber el tema? Por supuesto que sí, no importa que el personaje sea real o de ficción. Si yo tomo a Hitler, por ejemplo, es porque por medio de él voy a decir mi verdad. Ya toqué anteriormente a Oscar Wilde. ¿Por qué y para qué lo escojo? No será seguramente para hablar de su producción literaria, para eso sería mucho mejor escribir un ensayo. Lo tomo para hablar del tema de la homosexualidad y para decir que los homosexuales deben tener libertad total. Pensemos en personajes históricos. Si hablo de los Niños Héroes es para tratar el tema del nacionalismo, del patriotismo. " Se debe defender a la patria aún siendo niño". Si voy a escribir una obra de teatro donde el personaje principal sea Hugo Sánchez, esta no va a tratar de amor, de soledad, de violencia. ¿Qué tema me da Hugo Sánchez? ¿Por qué este jugador de futball nos llama tanto la atención? Por su triunfo en un país extranjero, por ganar diversos trofeos internacionales. No nos interesa por otra cosa. Si se casa con una o con otra, si se divorcia, si gana tanto más cuanto, son detalles para construir el personaje, pero lo principal sigue siendo el triunfo. ¿Cuál sería la premisa? “El que se decide puede triunfar en cualquier lado". ¿Por qué muchos de nuestros deportistas, artistas, intelectuales, no triunfan fuera de México? Simplemente por miedo, por no decidirse. Hugo Sánchez sí se decidió.

Se puede empezar con una anécdota, por un personaje real o histórico o un personaje de ficción. Eso es válido. Pero después se debe buscar hasta encontrar el tema. Ya con él elaborar la tesis.

¿Y si empiezo con un tema equivocado? ¿Si mi tesis no es la correcta? Suele suceder lo anterior. Yo creo que esta historia habla sobre la libertad y después de trabajarla me doy cuenta de que no, que habla, digamos, sobre religión. En el momento en que sientan que su tema y su tesis no corresponden a lo que están escribiendo deben buscar un nuevo tema y una nueva tesis. Si estos concuerdan con lo que ustedes quieren decir deben reiniciar la obra con un nuevo planteamiento. Si no lo corrigen el texto va a quedar equivocado. Vayamos al peor de los casos. Ya terminé mi obra y el tema no concuerda, tampoco la tesis.¿ Qué debo hacer entonces, dejarla como está o volver a escribirla? Lo primero que tienes que hacer es leerla varias veces, estudiarla, sentirla. Lo que te sucedió es que no supiste encontrar el tema como algo concreto pero sí lo pudiste aplicar inconscientemente. Si la obra está correcta no hay nada que hacer con excepción de buscar el tema que de seguro ahí debe de estar. Ahora bien, si después de leer tu texto, de estudiarlo, sientes que no marcha, que algo está mal, que no acaba de convencerte, vuelve a poner sobre la mesa el tema y la tesis, ve si concuerdan con tu obra. Te aseguro que no van a concordar, que puede ser que ni siquiera existan. En este caso tendrás que rehacer todo el texto empezando por la primera cuartilla y aún por el título.

Sucede, y más a menudo de lo que se puede imaginar, que una obra de teatro tenga dos temas y dos tesis. ¿Qué se debe hacer? Eliminar una de ellas y después rehacer la obra para que esté de acuerdo con el tema y la tesis escogidos. La eliminada no debe tirarse a la basura, puede servir para iniciar una nueva obra de teatro.

¿Alguna otra duda? Espero que ninguna ya que es tiempo que nos ocupemos de los personajes.